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Música

Luis Orlandini y Raimundo Luco: un nuevo dúo de guitarras para Chile

agosto 15, 2022

El profesor y su alumno ya han dado siete conciertos y tienen grandes planes. "Nosotros mismos nos sorprendemos de lo bien que funciona el dúo", dice Orlandini. "Creo que tenemos un instinto bastante parecido en la forma de abordar la música", agrega Luco.

Luis Orlandini y Raimundo Luco: un nuevo dúo de guitarras para Chile

Luis Orlandini Robert (1964) tiene el reconocimiento unánime de sus pares. Cuando conquistó el primer premio del Concurso de München en 1989 no sólo se consagró como el primer guitarrista chileno con una carrera internacional de primer nivel, sino que además convirtió en polvo una barrera sicológica, inaugurando una nueva etapa para la guitarra chilena. Después de él, las nuevas generaciones siguieron sus huellas, instalándose en el escenario mundial.

Sin embargo, Luis Orlandini decidió volver a Chile en 1994, y combinar su trabajo como intérprete y la docencia. Profesor de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, donde fue incluso decano, y del Instituto de Música UC, ha formado a varias generaciones de guitarristas y al mismo tiempo ha sido un agente capital en la consolidación de un repertorio para el instrumento: ha estrenado 150 obras chilenas. Una misión que también ha desarrollado en formato de dúo con Romilio Orellana, levando a cabo numerosas giras dentro y fuera del país.

Miembro de número de la Academia de Bellas Artes, recibió el Premio Presidente de la República en 2007 y el Domingo Santa Cruz en 1999. Comprometido con ampliar el acceso a la música, en particular a la guitarra clásica, es también director y cofundador de la Fundación Guitarra XXI,

El año pasado, además, Luis Orlandini estrenó un nuevo dúo de guitarras con Raimundo Luco Lagos, alumno suyo en el Instituto de Música UC, que está pronto a titularse. «Es un estudiante muy destacado, está terminando su carrera y ha dado muestras de ser un verdadero artista. No me atrevo a decir esas palabras con tanta facilidad, pero en el caso de él, sí me atrevo a decirlo. Es un artista de gran, pero gran proyección, de una gran cultura y de unas capacidades superlativas”, decía su profesor en noviembre pasado (ver nota aquí).

Luis Orlandini y Raimundo Luco. Foto: Félix Rodríguez.

Ya han ofrecido varios conciertos juntos, y están haciendo diversas grabaciones. Están decididos a marcar pauta en redes sociales y a grabar un disco. El dúo Luco & Orlandini tiene, además, una línea editorial clara y novedosa, con foco en el siglo XIX y un refinado equilibrio entre las obras originales para guitarra y transcripciones que ellos mismos están desarrollando.

El jueves 18 de agosto ambos protagonizarán el V Encuentro del Club de Amigos de Radio Beethoven, en una actividad presencial titulada «La Ruta de la Guitarra desde Europa hacia América». La actividad se desarrollará en el Centro de Extensión Oriente (Jaime Guzmán 3.300), a las 20 horas y con inscripciones aquí.

«Va a ser una ocasión muy especial en que vamos a poder conocer gran parte de la historia de la guitarra y asimismo plantear algunas ideas interesantes respecto de su desarrollo y el estado actual de este instrumento en nuestro país», adelanta Luis Orlandini.

Radio Beethoven ha conversado con Luis Orlandini y Raimundo Luco respecto de este proyecto artístico.

Luis Orlandini, usted ha trabajado en formato de dúo con diferentes guitarristas. ¿Qué ha representado cada una de estas colaboraciones por las cuales ha apostado en distintas etapas de su vida?

«Mira, qué interesante pregunta. La verdad es que ha sido un largo devenir que ha tenido muchos momentos en mi vida, y partió con la invitación que me hizo hace muchos años Óscar Ohlsen para que fuera a tocar con él. Eso fue en los años 80. Fue una experiencia muy linda, para mí era muy estimulante que un profesor de gran trayectoria me invitara a hacer eso. Y me gustó mucho lo que se puede lograr porque confluyen dos personalidades en una causa común. Eso fue muy estimulante. Después de eso he hecho muchos dúos con muchas personas, quizás el que más se conoce es el dúo con Romilio Orellana porque llevamos 20 años tocando juntos, pero también estuvo Rodrigo Guzmán, Sebastián Montes, Joaquín Clerch y Cristián Alvear, con quien hicimos harta música del siglo XX».

Rodrigo Guzmán, Sebastián Montes, Cristián Alvear también eran exalumnos suyos, ¿no? 

«Sí.»

Con Óscar Ohlsen no sólo tocaron, sino que hicieron una grabación…

«Claro, un compilado de música chilena para dúo de guitarras». 

Con Romilio Orellano también hicieron grabaciones, muchas giras y no sólo trabajan como dúo, sino en la Fundación Guitarra XXI.

«Sí, y como colegas también, en hartos ámbitos distintos».

¿Qué pasa con el dúo con distintas personas? Son proyectos completamente diferentes y cada uno va dejando un enriquecimiento, imagino, distinto.

«Exactamente. Ésa es la cuestión. Uno va teniendo diferentes miradas respecto de lo que hace y las búsquedas van cambiando. Con el primero que tuvimos una línea editorial concreta fue con Romilio Orellana; nos dedicamos especialmente a la música latinoamericana que tiene una cierta raíz, o sea, es la confluencia de la guitarra en todos sus ámbitos estéticos de géneros distintos, lo popular y lo folclórico, siempre desde la guitarra clásica. Y eso es algo que con Raimundo también hemos querido hacer, tener una línea editorial muy clara y concreta».

Raimundo Luco, ¿por qué le atrae el formato de dúo? ¿Lo tuvo siempre presente mientras estudiaba?

«Mi experiencia es bastante más pequeña que la de Luis (ríe). Mi primera participación en un grupo de cámara más formal, fue justamente en dúo de guitarras, con un compañero, con Gabriel Oñate, con quien formamos un dúo a raíz del ramo de música de cámara y con quien también fuimos a concursar a Uruguay. Para mí, esa fue una entrada al mundo del dúo de guitarras, que me atrajo desde el comienzo por la complicidad que se formaba con otro guitarrista. Cuando uno tiene un dúo con otro instrumento también va descubriendo muchas otras cosas y tiene que amoldar un poco la guitarra a aquél instrumento, para poder sonar, en cambio con la guitarra uno comparte el lenguaje mismo del instrumento, y eso a mí me atrae mucho». 

Raimundo Luco y Luis Orlandini, en concierto.

Raimundo Luco ingresó como estudiante al Instituto de Música UC en 2014. Tenía 15 años.

Raimundo Luco, ¿cuándo supo que podría querer convertirse en músico profesional y por qué eligió la guitarra?

«En mi familia hay una gran tradición musical. En todas las juntas familiares siempre ha habido música Mi abuelo fue folclorista, entonces mi familia entera, mi mamá, mis tías, mi tío, siempre tuvieron esa impronta musical de la tradición musical. Las cuecas, por ejemplo, estaban todos los 18 de septiembre. Mi tío también estudió un tiempo, al comienzo guitarra clásica, y después abandonó y comenzó con la pedagogía. Entonces yo siempre tuve esta veta musical, mi mamá también tocaba guitarra, cuando entré al colegio al tiro me fui al metalófono y a los ocho años empecé a tocar guitarra. Y desde ahí que no paré. La decisión de entrar acá fue una evolución natural, porque yo empecé con clases de guitarra clásica con mi tío justamente, estuvimos un par de años, y él en un momento me dijo que no podía seguir enseñándome más cosas y me derivó a la Universidad Católica. Me dijo que tenía que ser con Luis Orlandini. Mi mamá vino acá a hacer las gestiones, y ahí fue donde empezó mi camino, un poco inconstante al comienzo, porque estaba en el colegio todavía, con otros intereses, y cuando ya estaba saliendo de cuarto medio, Luis me dijo, en el momento indicado y de una manera muy pedagógica, la verdad. Me dijo que tenía que tomarme en serio el camino de la guitarra si quería seguir. Para mí era algo que había hecho todo el tiempo, entonces nunca me había cuestionado el hecho de hacerlo o no hacerlo, simplemente lo hacía como un reflejo, pero no me lo había planteado de una manera más seria. Y a  partir de ese momento, con sus palabras que me marcaron mucho, comencé a estudiar harto, y acá seguimos».

Antes de estudiar en la Universidad Católica, qué nociones tenía de Luis Orlandini, una figura tan importante en la guitarra chilena que estará sin duda en la historia futura, por lo que logró en München y porque rompió una barrera sicológica que cambió el devenir de la guitarra chilena, y además ha formado a mucha gente y tiene una gran actividad como intérprete y generando repertorio, estrenando obras.

«Es tan importante la figura de él que yo incluso sabiendo muy poco de música clásica en aquel momento, más allá del amor que le tenía a la guitarra, ya conocía su nombre. Buscando guitarristas en YouTube, él era el único que yo conocía de los chilenos. Para mí ya era una persona súper imponente en el ámbito musical. Me acuerdo de que cuando vine a dar las pruebas al tiro lo noté, y al comienzo me dio un poco de nervios. Él es una persona maravillosa, muy cercana, muy humilde, muy de tú a tú, de eso uno se da cuenta mientras va corriendo el tiempo. Pero al comienzo, como tiene toda esta reputación, eso me intimidó un poco. Eso era lo que yo sabía, había escuchado un par de grabaciones, me habían gustado mucho, pero mucho más que eso, lo del premio por ejemplo, no tenía idea».

Ahora que ya conoce a Luis Orlandini, después de ocho años de clases, y tocando juntos, ¿como ha cambiado esa percepción inicial, en qué se ha enriquecido?

«He tenido el privilegio de compartir un poco, al menos, de su visión de la música, lo que para mí ha sido maravilloso. Cuando alguien te enseña guitarra, vamos viendo piezas juntos, y uno ya va aprendiendo y va recibiendo mucho de lo que esa persona sabe, de su manera de ver las cosas, pero otra cosa muy distinta es cuando empiezas a estudiar una pieza con alguien, es algo más profundo, y eso con Luis se ha dado de forma muy natural. Eso es lo que yo encuentro muy bonito de esto, que desde el primer ensayo que tuvimos el año pasado, tuvimos una conexión. Yo lo veo como algo más profundo que no sé qué es, pero se dio, entonces es muy lindo entrar en eso, buscar soluciones juntos, reírnos. Es una experiencia para la vida, un privilegio».

Luis Orlandini, ¿cuáles fueron las primeras impresiones que tuvo de Raimundo Luco, y cómo fue creciendo él como intérprete?

«La verdad es que yo tengo muy mala memoria (ríe), así que no sé si te voy a decir algo muy certero. Lo que sí era muy evidente es que él tenía un gran talento natural, y es maravilloso cuando uno encuentra una persona así. No se encuentra tan comúnmente. En el caso de Raimundo, era así. Al principio era bastante inconstante, entonces no fue tan fácil, pero cuando se animó a decidirse a estudiar bien, fueron floreciendo en él todas las virtudes que está mostrando hoy en día, que son grandes. El talento es una cuestión que está quizás un poquito minusvalorada en nuestra sociedad hoy en día, pero creo que sin eso es difícil que un músico llegue a estratos altos. Y en el caso de él, tiene esa virtud así que puede hacerlo».

¿Cómo fue creciendo el conocimiento y cómo se fueron manifestando las capacidades de trabajo, de estudio, de expresión? ¿Cómo se fue desarrollando a través del tiempo? ¿Es algo que tiene mucho que ver con la persistencia, con la constancia? ¿O es algo que hay adentro de él que era natural que saliera?

«Tiene que ver con todo lo que dijiste. O sea, tiene que ver por un lado con la perseverancia, porque si uno no estudia la verdad es que las cosas no prosperan. Ahora, cuando uno estudia y se desarrolla uno puede acceder a nuevos niveles. Y en ese sentido, él paso a paso ha ido desarrollándose plenamente en todo sentido. Es un gusto ver cómo Raimundo ha llegado a desarrollarse tan bien como músico.»

¿Qué le gustaría destacar de las capacidades como intérprete de Raimundo Luco?

«Su naturaleza con la guitarra es absoluta. En ese sentido, él no tiene problemas. En términos más generales, a mí me fascina mucho cuando un músico es capaz de ser muy autónomo en sus decisiones, muy original en sus propuestas y muy radical también en respetar lo que es la composición y lo que hay detrás de eso, el hecho de que hay una obra musical que fue hecha por un compositor y que tiene que tener un respeto irrestricto por el otro lado. O sea, son todas esas facetas las que hacen que un músico pueda volar alto. Si falla alguna, no es tan fácil. Y en el caso de él, confluyen todas». 

Raimundo Luco, ustedes han trabajado juntos, en un repertorio específico, con obras originales para dúo y también en arreglos. ¿Qué le parece este repertorio y qué le gusta de este ejercicio? ¿Lo encuentra novedoso?

«Sí. Es un período que me encanta, el clásico romántico me apasiona, y el querer interpretar esta música es lo que más me motiva. Sobre las transcripciones también es algo muy interesante porque existen algunos compositores que hicieron música para la guitarra, y uno intenta entender esa música desde la guitarra a través de esos compositores. Pero a través de las transcripciones pasa algo muy particular, que uno se mete en el universo de grandes compositores de aquella época y puede entender justamente esa música a través de su propio instrumento, que es la guitarra. Y yo creo que eso es muy posible, cuando uno no intenta emular otro instrumento a través del tuyo. En nuestro caso hacemos varias transcripciones del piano a la guitarra e intentamos llevar el alma de esa música hacia nuestro instrumento, desde lo idiomático que tiene, y eso a mí me fascina. Encuentro que hay muchos recursos musicales que nos quedan por explorar todavía en aquella música, cosas que en otros instrumentos se pueden hacer de otras formas, pero que en la guitarra todavía es muy interesante ir descubriendo qué se puede hacer».

Luis Orlandini. Usted valora, por su propia experiencia, que un dúo tenga una línea editorial. ¿Por qué eligieron esta línea?

«En la vida ocurren de repente cosas que no son tan planificadas, y ésta fue una de ésas. Nuestro dúo partió por una invitación que me hizo Raimundo para su concierto en Lo Contador, y a partir de ahí nos dimos cuenta de que nos gusta hacer música juntos. Y esto partió de ahí, partió de una circunstancia. El repertorio lo elegimos de común acuerdo, porque a los dos nos apasionada mucho. De hecho, para mí siempre ha sido quizás el talón de Aquiles de lo que he hecho en mi vida musical el no haber hecho lo suficiente música del siglo XIX porque la guitarra no tiene el equivalente a estos grandes compositores como Schumann y Brahms, y lo he tratado de hacer en guitarra sola, pero no es lo mismo. Con dúo de guitarras se puede llegar a hacer algo muy bien hecho. Y en eso estamos justamente con Raimundo, y contentos porque estamos en la misma sintonía».

Al dúo de guitarras, ¿le ven la posibilidad de abordar muchísimo repertorio?

Luis Orlandini: «Sí, y repertorio de compositores relevantes del siglo XIX, ése es nuestro impulso. Estamos tocando Chopin, Schumann, y Brahms, y estamos también haciendo transcripciones propias que tienen que ver con obras que resulta un poquito sorprendente que puedan hacerse en un dúo de guitarras, como por ejemplo el caso de la música para piano de Beethoven».

Ahora mismo, ¿están trabajando en esas transcripciones?

«Sí. Hemos tomado modelos de transcripciones ya hechas, y las hemos revisado con las partituras originales, pero la de Chopin la hicimos nosotros».

¿Cuál obra de Chopin?

«El Nocturno Op. 9 n°2».

Raimundo Luco, ¿qué le ha gustado a usted de esta línea editorial y cómo ha sido participar en el trabajo de las transcripciones, que no es algo que todo el mundo haga?

«Las transcripciones han sido algo completamente nuevo, sobre todo porque es para dos guitarras, entonces es muy entretenido esto de ir revisando en ambas guitarras, o sea, en ambas voces, e ir amoldando las distintas armonías a la guitarra sin que pierdan el sentido, sin que pierdan carácter. Eso por un lado. Por otro lado, hay compositores de aquel período que tienen una profundidad y un mundo interior realmente impresionantes. Hemos tenido la suerte de interpretar, por ejemplo, el Tema con Variaciones de Brahms, que pasa por tantos estados distintos que uno termina cansado. Y no solamente cansado de dedos, sino que también un poco de la cabeza, porque uno tiene que posicionarse bien y en el carácter, que es algo muy lindo que tiene esta música, que va cambiando mucho el carácter dentro de la misma pieza. Eso es algo que brinda esta música, es de tal factura musical, de compositores tan importantes, tan relevantes, que llevarlo a un instrumento como éste abre muchas puertas, muchas cosas que aún no están muy exploradas. De hecho, en Beethoven creo que solamente hay una transcripción por ahí, de un dúo, pero es algo que prácticamente no se ha hecho, entonces es muy atractivo hacer algo nuevo, algo que no se ha hecho lo suficiente».

¿En qué obra de Beethoven están trabajando?

Raimundo Luco: «Es sorpresa. Son varias cosas».

Luis Orlandini: «Tenemos un espectro enorme de cosas y estamos pensando en otros compositores ya». 

Raimundo Luco: «Estamos pensando en Mendelssohn también».

Luis Orlandini: «En Mendelssohn y en Grieg».

Raimundo Luco y Luis Orlandini en concierto.

Como Dúo Luco & Orlandini ya han dado siete conciertos. Desde aquella ocasión en noviembre de 2021, cuando Raimundo Luco pudo presentarse en el Ciclo Intérpretes del Siglo XXI del Instituto de Música UC por ser un estudiante becario, es decir, estar entre los más destacados de su generación. Entonces, invitó a su profesor y juntos tocaron su arreglo d Claro de Luna, de la Suite Bergamasque de Claude Debussy (ver aquí).

En enero pasado ofrecieron dos conciertos en el teatrino que se instaló en la explanada del Centro de Extensión Oriente, en enero fueron programados en el Ciclo de Verano de Lo Matta Cultural, y en mayo se presentaron en el Centro Cultural Las Condes.

¿Cuáles son sus planes futuros en lo inmediato?

Luis Orlandini: «Estamos en plenas gestiones. Tenemos muchos planes, pero están todos en estado de proyecto en este momento. Quizás lo más concreto es el examen de título de Raimundo, donde nuevamente me invitó. Ahí vamos a hacer el Concierto Madrigal de Joaquín Rodrigo, junto con el Concierto de Aranjuez, que lo toca él, y va a ser algo bien bonito, bien distinto, porque los exámenes de título aquí en la Universidad Católica suelen ser con piano, y esta vez Raimundo hizo una convocatoria de orquesta, lo cual es notable».

Raimundo Luco, cuéntenos más.

«Convoqué a 35 músicos aproximadamente, se van sumando y restando. Lo que pasa es que para mí, y creo que para todo guitarrista clásico, el Concierto de Aranjuez es un icono del repertorio, entonces es un sueño de niño que uno tiene el tocar ese concierto en algún momento. Y a mí me encanta, más encima, Joaquín Rodrigo. El Concierto Madrigal lo conocí buscando conciertos de Rodrigo, me encantó y coincidió con esto de que estábamos ya haciendo un dúo con Luis y pensé que sonaría maravilloso. También escuché la grabación que tenía Luis con la Sinfónica Nacional, entonces todo eso confluyó en que quise hacer un proyecto de título solamente de conciertos con guitarra y orquesta, y obviamente la idea es tener una orquesta y no un piano. Tengo hartos amigos de otros instrumentos, de hecho tengo más amigos de otros instrumentos que de guitarra (ríe), cosa que me jugó muy a favor en este momento para poder ir haciendo un poco de vínculos. En verdad todo se dio muy bien, el profesor Alejandro Reyes va a dirigir, y todo es por amor a la música, lo que lo vuelve aun más bonito».

¿Cuándo será? ¿Será con público?

«El 9 de septiembre. Yo espero que sí».

Entre los objetivos que tienen, imagino que está el seguir trabajando juntos, desarrollando repertorio, presentándose, madurando como dúo, peor también viajes, grabaciones… En lo práctico, ¿hacia dónde quieren ir?

Luis Orlandini: «Lo acabas de decir todo. Estamos proyectando viajes, que es otra de nuestras pretensiones, mostrar ampliamente lo que estamos haciendo. Estamos tratando de involucrarnos los más posible en redes sociales, queremos tener un sello que nos identifique por esa vía, y una grabación de un disco, sí o sí. Tiene que venir, de hecho, ya henos hecho dos grabaciones de Brahms y de Chopin. Así que podríamos decir que tenemos medio disco grabado ya». 

Suele suceder que en el ámbito artístico se invisibiliza el trabajo. Se piensa que no es trabajo. Si alguien dice que es músico le preguntan que de qué vive o, derechamente cuestionan que un artista reciba un sueldo si está haciendo lo que le gusta hacer, como si el trabajo debiese ser un tormento, como si nadie pudiera amar su trabajo. Hablemos de cómo trabajan ustedes; estudian por separado y luego juntos, o hacen maratones de estudio? ¿Cómo es el trabajo que implica estar en este dúo?

Luis Orlandini: «Lo hemos asumido como un trabajo permanente. De hecho, nos juntamos bastante a menudo, y claro, buscamos tener fines próximos, fines a largo plazo y fines a mediano plazo. Tenemos una especie de planificación, donde vamos viendo cómo lo vamos a ir abordando. Pero el trabajo ha sido súper bueno, súper fluido, súper natural, y eso es lo que nos permite llegar a buenos resultados. O sea, nosotros mismos nos sorprendemos de lo bien que funciona el dúo. No sé si suena un poco ególatra, pero es la verdad».

Raimundo Luco: «Se da esto muy espontáneo, la verdad. Guardando obviamente las proporciones y las diferencias de experiencia, creo que tenemos un instinto bastante parecido en la forma de abordar la música, y eso facilita mucho el trabajo. Como lo que pasó la primera vez; lo primero que tocamos juntos fue el Claro de Luna, y para el primer ensayo me acuerdo que tocamos y salió más o menos súper bien armado, coordinado, no tuvimos que buscar el fiato. Entonces, cuando uno se ahorra esa pega, la cosa después va mucho más fluida, vamos compartiendo opiniones, vamos probando cosas. Cuando recién empezamos, porque Luis propuso este dúo para una invitación que le habían hecho a él en Lo Matta, después de mi concierto. Ya en ese momento teníamos un objetivo y comenzamos a tocar y a preparar repertorio de una forma muy explosiva, y nos juntábamos harto. El 1° de enero nos juntamos a ensayar. Siento que si nos juntamos harto es más por el placer de hacer música que para revisar una parte que no nos sale nunca, eso no ha pasado hasta ahora».

¿Es como si de verdad conversaran cuando están haciendo música?

Luis Orlandini: «Absolutamente. Hay una cuestión que no hemos dicho, y es que nosotros hemos tenido una relación musical muy horizontal, muy de igual a igual, sin imponer ningún ego sobre el otro, eso es una cuestión súper importante y súper difícil de lograr en general. Eso se da justamente cuando hay una confluencia como la que tenemos nosotros. Es una relación muy horizontal».

Raimundo Luco y Luis Orlandini. Foto: Félix Rodríguez.

¿Les gustaría invitar a los auditores de Radio Beethoven a seguirnos en las redes sociales para conocer sus grabaciones y saber de sus próximos conciertos?

Raimundo Luco: «Quiero invitarlos a todos, a todas, a seguir el trabajo que estamos haciendo junto a Luis Orlandini en este nuevo dúo de música clásico romántica, dedicada especialmente a las transcripciones de piano hacia la guitarra, a que nos sigan en redes sociales para que estén muy atentos a discos, grabaciones y conciertos que vamos a estar realizando próximamente. Por ahora estamos muy activos en Instagram con nuestros perfiles propios, de Luis Orlandini, @orlandini.luis, y en mi caso @railucolagos. También por YouTube, en mi canal he subido un par de videos y vamos a estar subiendo más cosas prontamente también en Spotify. Lo estaremos comunicando a través de estas redes».

Luis Orlandini: «Quisiera invitar a la gente a que conozca el trabajo que estoy realizando con Raimundo Luco en este nuevo dúo de guitarras, en el que estamos explorando y desarrollando un repertorio muy específico, que es el del siglo XIX, con grandes compositores de la historia asociados a la guitarra por medio de la transcripción. Entonces nos van a poder escuchar por ahora en redes sociales, vendrán conciertos, esperamos tener muy pronto un disco y queremos que puedan compartir con nosotros la alegría que tenemos de hacer música».

Por Romina de la Sotta Donoso | 15-08-2022.

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