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Música

Juan Pablo Villarroel y la Camerata Vocal: "Musicalmente, Bach siempre es un deleite para el espíritu y para el oído"

abril 26, 2024

El conjunto vocal de la Universidad de Chile debuta en el Ciclo Bach Santiago. Con una orquesta de profesores, estudiantes y titulados del Instituto de Música UC, abordarán tres cantatas en dos conciertos gratuitos. Según el director del elenco, sin el trabajo de Víctor Alarcón, fundador del ciclo, el movimiento coral chileno no hubiera sido posible sin él.

Juan Pablo Villarroel y la Camerata Vocal: "Musicalmente, Bach siempre es un deleite para el espíritu y para el oído"

Juan Pablo Villarroel, en ensayo. Foto: Carlos Arriagada.

Uno de los conjuntos corales más prestigiosos de la escena nacional, la Camerata Vocal de la Universidad de Chile, debutará en el Ciclo Bach Santiago el domingo 28 de abril. Con su director, Juan Pablo Villarroel, y con un conjunto instrumental liderado por el concertino Miguel Ángel Muñoz, se abordará las cantatas BWV 112, El Señor es mi pastor fiel; BWV 134, Un corazón que sabe que su Jesús vive, y BWV 128, Sólo en la ascensión de Cristo. El concierto se realizará a las 18 horas en la Iglesia Luterana El Redentor (Lota 2.330, Providencia), con inscripción gratuita.

Este programa tendrá, además, una segunda función en el XXI Encuentro de Música Sacra UC a las 19:30 horas del lunes 29 de abril en el Templo Mayor del Campus Oriente UC (Jaime Guzmán 3.300, inscripción gratuita).

Así, se sigue desarrollando el ambicioso proyecto iniciado en 2018 por el recordado profesor Víctor Alarcón que convertirá a Santiago en la primera capital latinoamericana en la cual se interpretarán todas las cantatas de Johann Sebastian Bach.

Juan Pablo Villarroel, el director a cargo del concierto Bach Santiago 41, se formó primero en el Departamento de Música de la Universidad de Chile y luego estudió musicología en la Universidad de Colonia, y dirección coral con Martin Behrmann. Cuando retornó a nuestro país, en 1996, Víctor Alarcón fue fundamental para el desarrollo de su carrera.

«Apenas yo volví a Chile, él se contactó conmigo. Me ofreció pega en el Teatro Municipal, en el Crecer Cantando. Teníamos una muy linda relación, él era una persona muy generosa, entonces compartía sus proyectos. Nosotros éramos amigos con el Vicho», comenta.

Además, Víctor Alarcón sacaba adelante empresas tan grandes; estrenó en Chile una serie de obras y logró materializar el Ciclo Bach Santiago, que él inicia con colaboradores, pero anunciando que se invitaría a un sinnúmero de agrupaciones, solistas e intérpretes, tanto profesionales como estudiantes. Él sabía que podía convocar a todo el mundo coral chileno, y ese espíritu se está retomando ahora, por ejemplo, con la participación de la Camerata Vocal de la Universidad de Chile.

«Sí, el Vicho lo hacía todo. Una vez que se le metía algo en la cabeza, lo sacaba adelante. Convocaba y tenía ideas. Fue como el segundo Mario Baeza. El movimiento coral chileno, sin Mario Baeza no habría sido posible, y sin el Víctor Alarcón tampoco. O sea, los frutos de hoy son el trabajo de Mario Baeza y de Víctor Alarcón, sin duda alguna».

¿Cómo se toma el hecho de que la Camerata Vocal de la Universidad de Chile vaya a debutar en el ciclo Bach Santiago? Cuando Víctor Alarcón estaba gestando el proyecto, ¿conversó con usted?

«Claro, y nosotros íbamos a hacer algunas cantatas, en el Bach Santiago. Estaba esperando que nos llamaran, porque cuando Víctor Alarcón me lo plantea era evidente que la Camerata era un grupo muy fácil de invitar, porque es un elenco profesional, para el nivel de exigencia que tiene Bach. Estamos contentos, porque esto se ha hecho nunca. Hay coros profesionales que han grabado muchas cosas, Gardiner también hizo muchas cantatas de Bach, pero un país que se dedique a hacer todas la cantatas es impresionante».

Juan Pablo Villarroel, director titular de la Camerata Vocal de la Universidad de Chile Foto: Patricio Melo.

Académico del Instituto de Música UC, Juan Pablo Villarroel es director titular de la Camerata Vocal, desde 2003, y del Coro Sinfónico de la Universidad de Chile, desde 2011.

La Camerata Vocal de la Universidad de Chile tiene 16 integrantes, todos cantantes profesionales. «Cuando hay un cupo se llama a concurso, porque somos funcionarios públicos», detalla el director. Es, además, un conjunto de solistas. «Cuando entran a la Camerata todos tienen que abordar un repertorio en el concurso que es completamente de solista. Entonces tienen esa preparación», indica.

Esos 16 cantantes, cuenta Villarroel, están particularmente entusiasmados con sus conciertos en la UC. «Musicalmente, Bach siempre es un deleite para el espíritu y para el oído, y siempre es de un nivel artístico enorme, con un alto nivel de exigencia técnica, tanto para los instrumentistas como para el coro», explica.

Asimismo, revela algunas características del programa: «Las tres cantatas que nos asignaron son de una dificultad técnica enorme. No tanto la parte coral, que sí lo es, como la parte de solistas. En estas cantatas en general hay cuatro solistas, soprano, alto, tenor y bajo, y he tenido que repartir yo los solos entre los chicos de la camerata, porque si le doy a un tenor, por ejemplo, todos los roles lo reviento. Así de simple. Son muy exigentes las cantatas, entonces en algunas hago cantar a uno, en otra hago cantar a otro, en otra hago cantar a otro. Pero hacer Bach siempre es un privilegio, porque siempre es un desafío».

Ensayo de solistas de la Camerata Vocal y la orquesta Bach Santiago, en la Casa del Coro de la Universidad de Chile. Foto: Patricia Herrera.

Con la primera persona que se reunió del elenco de instrumentistas que actuará con la Camerata Vocal en el concierto Bach Santiago 41 fue el continuista, es decir, Juan Cristóbal Undurraga, profesor del Instituto de Música UC.  «Sé que el nivel es muy alto, porque es imposible que hagan estas cantatas si no son de primer nivel. Hay solos de corno, de trompeta y también de oboe que son difíciles, entonces todos los chicos que participan son de un primer nivel», comenta el director.

Además de ser particularmente difíciles a nivel coral y vocal, y también a nivel de la participación de los intérpretes instrumentales, ¿qué más destacaría de las tres cantatas que van a interpretar? ¿Tienen algún vínculo en su naturaleza, su sentido, sus textos o su sonoridad?

«La sonoridad es bastante bachiana, con muchas lengüetas y cuerdas. Son distintas en su génesis; por ejemplo, una de ellas parte con un recitativo, lo que es muy raro, e inmediatamente sigue con un aria y el coro lo pone al final, cuando por lo general entra un coro al inicio. En la cantata nº112 parte el coro, en la nº128 parte el coro, y las dos terminan con un coral. La cantata nº 134 parte con un recitativo, después vienen arias, dúos de tenor con alto, y al final viene un coro y no un coral. O sea son bastante distintas en sus estructuras».

¿Podría profundizar en la diferencia entre un coro y un coral?

«Claro. Por lo general el coro en Bach es una sección amplia y contrapuntística; hay fugas o fugatos, y el coral es un himno. Por lo general, Bach siempre toma himnos luteranos que sirven como una reflexión a lo dicho, al acontecer de lo que está ocurriendo en las cantatas o en las pasiones. Ése es un himno a una voz en un comienzo, y Bach lo hace a cuatro voces, pero es todo homofonía pura; son frases muy sencillas, una frase se descansa, una frase se respira. El coral es algo de un minuto, un minuto y medio. El coro, en cambio, es un desarrollo de ideas musicales, y ahí es completamente de Bach. Evidentemente toma cantus firmus, que muchas veces son luteranos, pero eso lo desarrolla con contrapunto, lo desarrolla en forma de fuga, en forma de canon. Es muy distinta la escritura. Y la cantata nº134, por ejemplo, es un dueto con coro: parte el tenor y la contralto haciendo lo que hacen, y el coro entra ahí; después siguen los solistas y el coro va interviniendo entre medio, pero también con contrapunto, también con canones y cosas así, con elementos contrapuntísticos. Además, los coros son largos, son varios minutos, a diferencia del coral, que es una reflexión cortita, y siempre al final».

 Ensayo parcial de la orquesta Bach Santiago, en la Casa del Coro de la Universidad de Chile. Foto: Patricia Herrera.

En la programación que ustedes tienen como Camerata Vocal, ya sea dentro de la temporada del Centro de Extensión Artística y Cultural o en proyectos propios del conjunto, ¿es la única vez en este año que van a interpretar Bach o tienen más Bach en el año?

«No. Es la única vez que vamos a hacer Bach este año. No es tan habitual programar Bach con la Sinfónica, porque es una orquesta muy grande, entonces habría que reducirla y para eso tiene que haber un programa ad hoc. Podemos hacer la Misa en Si menor, o algo así, que sea monumental, pero si hacemos alguna misa luterana o algunas cantatas eso tendría que ir de acuerdo a la programación de ese día de la orquesta, y como Bach suele ser más chiquitito, es complejo. No digo que no lo vamos a hacer ni que no lo hayamos hecho, porque sí lo hemos hecho, pero es más complejo que programar otras obras».

¿Cuánto enriquece al quehacer de la Camerata Vocal hacer este concierto totalmente dedicado a Bach?

«Muchísimo, por varias razones. Una, por lo que musicalmente significa Bach. No tiene nada que no sea de un primer nivel de placer auditivo. Después está la cosa técnica, que como es difícil, todos tienen que estar técnicamente muy bien. Por eso Bach no lo puede hacer cualquier coro. Aunque hay cantatas que son más simples, éstas que nos dieron a nosotros, un coro cualquiera tendría sus problemas en hacerlo. Además, el desafío te hace crecer, te pone metas que uno tiene que trabajar para ellas, entonces siempre es bueno tener un desafío para mejorar».

 Ensayo de solistas de la Camerata Vocal y la orquesta Bach Santiago, en la Casa del Coro de la Universidad de Chile. Foto: Patricia Herrera.

Pensando en destacar la ductilidad de la Camerata Vocal de la Universidad de Chile, ¿cuáles son los hitos del repertorio que tendrán este año?

«En la misma semana del programa del Bach Santiago, que es domingo y lunes, a los cinco días, el viernes y sábado, tenemos a Mozart, con las Vísperas Solemmnes de Confesor, que también son maravillosas porque es un Mozart muy barroco, con mucha fuga, mucha imitación. Es una obra muy linda y no es muy larga, deben ser 20 minutos, pero es muy inspirada. Después hacemos programas de rock este año, con Beatles, Queen y Sting, a fines de mayo. Y tenemos intervenciones, por ejemplo, en Los Planetas de Holst, y haremos Los Vitrales de la Anunciación de Alfonso Letelier, además de un programa de música chilena».

¿Cómo ha sido la historia de la Camerata Vocal en el Encuentro de Música Sacra UC? ¿Habían participado varias veces ya?

«Sí. Estuvimos muchos años ahí. Yo asumí la dirección de la Camerata en 2003, en marzo, y mi primer concierto, en la época de Semana Santa, fue en el Encuentro de Música Sacra UC».

La Camerata Vocal la integran las sopranos Hanny Briceño, Carolina Grammelstorff, Soledad Mayorga y Nora Miranda; las contraltos Carolina Acuña, Elena Pérez, Moisés Mendoza y Fernanda Carter; los tenores Francisco Espinoza, Leonardo Pohl, Isaack Verdugo y Felipe Gutiérrez, y los bajos David Gáez, Esteban Sepúlveda, Arturo Jiménez y Felipe Caro.

 Dominique Thomann, directora del Ceac de la Universidad de Chile. Foto: Patricio Melo.

Dominique Thomann, violista formada en el Instituto de Música UC, asumió a fines del año pasado como directora ejecutiva del Centro de Extensión Artístico y Cultural Domingo Santa Cruz, entidad de la cual depende la Camerata Vocal. «Para nosotros es una alegría poder ser parte de lo que me atrevería a calificar como proyecto-país, porque es un proyecto colectivo que empieza el maestro Víctor Alarcón. Conociéndolo, pues tuve la fortuna de trabajar con él, creo que a él le hubiera gustado que no sólo se hicieran todas las cantatas, sino que todos los coros y elencos vocales de Chile hubieran participado en este proyecto», comenta.

Destaca, igualmente, que la Camerata Vocal de la Universidad de Chile tiene ya «25 años ya de trayectoria, lo cual es un período largo, sostenido, y reconocible, que permite que tenga una identidad propia y una expertise que creo es una alegría poder compartir en estos conciertos. La Camerata tiene un rol fundamental en el quehacer de la música coral en el país y, desde el CEAC, estamos muy contentos de poder albergar a este elenco, apoyándolo con sus temporadas propias en el CEAC y esperamos que cada vez sean más los espacios donde pueda estar realizando distintas presentaciones la Camerata».

Camerata Vocal de la Universidad de Chile y su director titular, Juan Pablo Villarroel. Foto: Patricio Melo.

Para la directora del CEAC, el concierto Bach Santiago 41 es bastante especial «porque hay una curaduría muy exquisita en cuanto a qué obra va con cuál de Bach, y es solamente Bach».

Hay una particularidad en este concierto del Ciclo Bach Santiago; habitualmente se diferencia a cada solista. En este caso, como todos los integrantes de la Camerata Vocal son solistas, no se los destaca, sino que se entiende que los miembros de la Camerata van a actuar como solistas en distintas partes. Eso habla de la naturaleza de este conjunto, que es bastante singular.

«Tienes toda la razón. Efectivamente es bastante singular. Casi lo naturalicé al momento de no destacarlos como solistas. Como todos tienen un excelente nivel artístico y existe esta costumbre de que cada uno se presente como solista, ésa es una característica inherente de este elenco. Estamos muy orgullosos de que sea así, de tener esta calidad, esta excelencia y somos conscientes de la responsabilidad que conlleva el que cada uno de los cantantes pueda tomar este rol».

El director Juan Pablo Villarroel y el concertino Miguel Ángel Muñoz, en trabajo de ensayo en la Casa del Coro de la Universidad de Chile.

Miguel Ángel Muñoz, integrante de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile que acaba de conquistar, además, un puesto de instructor en la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil y la Orquesta Sinfónica Estudiantil Metropolitana de la FOJI, retorna al Ciclo Bach Santiago para asumir el rol de concertino de una orquesta que contará con profesores, estudiantes y titulados del Instituto de Música UC.

Sus primeras colaboraciones en el Ciclo Bach Santiago se dieron en el año 2021, cuando se retomaron los conciertos en pandemia, pero sin público presencial. «El equipo que se ha formado ha sido un equipo ‘muy estable’, hay una expertise, un oficio, y el resultado es de muy alto nivel», asegura el violinista.

«Es una oportunidad tremenda para mí el tocar estas cantatas que quizás nunca más se podrán hacer en nuestro país. Ojalá que sí podamos interpretarlas muchas veces, pero como son tantas, es una oportunidad única para los instrumentistas, los cantantes y los directores, y obviamente también para el público, que llena las iglesias, llena todos los escenarios cuando nos presentamos. Es una experiencia que no va a volver a repetirse porque este proyecto es único en Latinoamérica», reconoce Miguel Ángel Muñoz.

Ensayo de solistas de la Camerata Vocal y la orquesta Bach Santiago, en la Casa del Coro de la Universidad de Chile.

La orquesta la integrarán tres oboístas; dos de ellos de la Orquesta Sinfónica de Chile, Leonardo Cuevas, y Roberto Morales, más el estudiante de Música UC Renato Rojas. Se sumará, en fagot, Carolina Navarro, y en cornos, el profesor de Música UC Eugenio Cáceres y Sebastián Rojas, primer corno de la Orquesta de Cámara de Chile. En trompeta, el académico de Música UC Hermes Quintanilla, y el estudiante Juan Cristóbal Undurraga en órgano. En las cuerdas se le sumarán la estudiante de último año de violín Carla San Martín y el violista Gonzalo Hernández, recientemente titulado en Música UC, más la invitada Paulina Mühle-Wiehoff, en violonchelo.

Miguel Ángel Muñoz entrega detalles sobre el rol de concertino: «Se encarga de comunicar continuamente el lenguaje del director, en este caso el maestro Juan Pablo Villarroel, hacia los colegas. Es una hermosa labor y misión ser el puente artístico entre el director invitado y los demás colegas».

Destaca que en estos conciertos le tocará actuar con varios compañeros de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile. «En los oboes, por ejemplo, hay tres colegas fantásticos: nuestro primer oboe de la Sinfónica de Chile, Leonardo Cuevas, y nuestro corno inglés, Roberto Morales. Además, conozco a cada uno de los integrantes de la Camerata Vocal de la Universidad de Chile, ya que soy parte de la Sinfónica hace 19 años. Y cada uno de ellos es un solista, entonces es un honor y un privilegio contar con ellos, que son tan importantes para el quehacer musical nacional», puntualiza el violinista.

Leonardo Cuevas, solista de oboe de la Sinfónica Nacional de Chile, en ensayo. Foto: Miguel Ángel Muñoz.

También remarca la larga experiencia en trabajo coral del director, Juan Pablo Villarroel. «Algo tan complejo como es tocar unísono o tocar contrapunto, se hace muy ‘fácil’ con un director con la trayectoria y experiencia que tiene él, así que estamos muy contentos, muy agradecidos, y esperando que el público también lo sienta. Nuestro principal objetivo es que el público sienta esa alegría de trabajar juntos y poder entregar un producto tan fino como el que estamos tratando de lograr para estos conciertos», explica Miguel Ángel Muñoz.

El concertino indica que existe un elemento de textura orquestal que tienen en común las tres cantatas.: «En esta oportunidad, cada uno de los intérpretes es prácticamente un solista, o sea, cada voz no está doblada por otro instrumento. El primer violín es un instrumento, el segundo violín, que es una alumna de la Universidad Católica, Carla San Martín, es otra voz; y en la viola también, un exalumno de la Universidad Católica, Gonzalo Hernández, es otra voz».

Y profundiza: «La escritura es muy simple en las tres cantatas, y muchas veces vamos doblados con el coro, y eso hace que sea muy virtuoso porque en los recursos que se emplean de afinación, el color que cada voz y cada instrumento tiene que igualar es algo que se trabaja con mucha experiencia en el lenguaje de la música barroca. En ese sentido, las tres cantatas coinciden en lo virtuosos que son los unísonos. Por ejemplo, muchas veces el primer violín va con el primer oboe y el segundo violín va con el segundo oboe, entonces la articulación, la afinación, el color de la voz, el color de los instrumentos se tiene que equiparar junto al color que está haciendo el cantante solista o al color del coro de la Camerata».

Por Romina de la Sotta Donoso | 24-04-204. Publicado originalmente en musica.uc.cl.

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