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Música

Traduttore ma non traditore: Gina Allende lidera proyecto que reúne canciones españolas de los siglos XV y XVI con poetas latinoamericanas contemporáneas

marzo 18, 2024

"Quisimos mostrar problemáticas femeninas que se dan hace cinco siglos atrás, y una interdisciplina que junte artes que se manifestaron en épocas y regiones del mundo tan distintas, para transmitir este mensaje de mujeres antiguas a las mujeres de ahora", adelanta la violagambista. El proyecto es desarrollado por nueve mujeres y habrá un nuevo concierto el 21 de marzo.

Traduttore ma non traditore: Gina Allende lidera proyecto que reúne canciones españolas de los siglos XV y XVI con poetas latinoamericanas contemporáneas

La violagambista Gina Allende es un a figura central de la interpretación históricamente informada en nuestro país. Enseña en el Instituto de Música UC. Es, de hecho profesora de música y se especializó en el Instituto Pedagógico Zóltan Kodály en Kecskemét (Hungría) y ha publicado manuales para la enseñanza a través de Ediciones UC, uno de ellos agotado. En enero de 2023, fue una de los cuatro profesores elegidos como representantes de los académicos en el Consejo Superior de la Universidad Católica.

Se especializó en teoría musical renacentista en la Civica Scuola de Milán (Italia), y tienen un magíster en musicología. Es codirectora de Estudio MusicAntigua UC desde su fundación, hace 30 años, y en paralelo desarrolla muy variados proyectos, por ejemplo, con la compañía La Calderona, compañía que reúne a músicos, actores y artistas visuales vinculados a la UC.

Asimismo, lidera junto con Nano Stern el ensamble La Misola, que le está dando una lectura al Renacimiento con recursos de la música de tradición oral y que ya publicó un atractivo disco: Más vale trocar. Canciones de la España renacentista (entrevista previa).

Tan temprano como en el año 1996, Gina Allende dictó el curso La Mujer en la Edad Media, para el programa del Adulto Mayor en el Centro de Extensión UC. Y este campo, el de la presencia y el aporte femenino en distintos contextos históricos y culturales, es un ámbito de investigación que ha trabajado también creativamente con La Calderona, con resultados tan notables como Sor Juana Inés de la Cruz, que la compañía presentó en las XXI Jornadas de Teatro del Siglo de Oro, en Almería (España), así como Mujeres Coloniales, montaje que tuvo una gira en España en 2010.

A fines de 2023, un nuevo proyecto de investigación y creación liderado por Gina Allende se materializó en un espectáculo artístico que la ciudadanía podrá conocer en forma gratuita. Su foco está en la voz de la mujer y es interdisciplinario. Se titula Tradutorre ma non traditore y no sólo es significativamente innovador, sino también revelador.

Junto con esta iniciativa nació, además, un nuevo ensamble: Fortuna Disperata. Todas sus integrantes son mujeres.

El proyecto fue financiado a través de un fondo concursable de la Dirección de Artes y Cultura de la Vicerrectoría de Investigación UC y fue desarrollado en conjunto con Andrea Pelegri, investigadora postdoctoral en la Facultad de Artes de la UC, Claudia Missana, académica de la Escuela de Arte UC, y Rocío Rodríguez Ferrer, profesora de Letras UC.

Hubo dos funciones de estreno, el martes 19 y el miércoles 20 de diciembre de 2023. Y ahora, en el Mes de la Mujer, se sumará un nuevo concierto, esta vez titulado «La voz de la mujer en el siglo XV y XVI». Será a las 13.30 horas del jueves 21 de marzo de 2024, en la Sala Luksic del Campus San Joaquín (Vicuña Mackenna 4.860), con acceso liberado.

Radio Beethoven conversó en diciembre pasado con la profesora Gina Allende sobre este proyecto que logra darle una vuelta a la famosa frase «traductor traidor», a través de un ejercicio de traducción intralingüística e intrasemiótica. Recordamos esa entrevista a raíz de la nueva función.

«Partimos de la base de textos de cuatro canciones españoles de los siglos XV y XVI, e hicimos una selección de canciones donde las hablantes claramente son mujeres,a diferencia de la mayoría de las canciones en que los hablantes son hombres. Hicimos, como dice Andrea Pelegri, quien es una de las colaboradoras del proyecto, una traducción intralingüística, es decir, de un idioma al mismo idioma, pero en este caso con la brecha del tiempo. Entonces nuestra traducción de estos versos de los siglos XV y XVI los tradujimos, pero no literalmente, sino que a través de versos de los siglos XX y XXI. Entonces tomamos las temáticas que allí estaban y buscamos esas mismas temáticas en poesías de poetisas de los siglos XX y XXI», explica Gina Allende.

«Ahí salieron temas como el abandono, el engaño, la ilusión del primer amor, la mujer que ya no quiere más con el marido, etcétera; salieron temáticas muy actuales. Entonces los textos antiguos están hechos tocando música antigua, en tres violas da gamba, una flauta dulce, percusión y canto, y los textos contemporáneos se muestran a través de un videoarte que está a cargo de Claudia Missana», detalla la violagambista.

Es bonita esta vinculación que hacen a través del tiempo y de la temática, con la voz femenina. ¿Por qué querían trabajar con la voz femenina? Sobre todo, sabiendo que el hablante femenino es más escaso en el repertorio de la época que tomaron.

«Sí. Precisamente por eso, porque está un poco invisibilizado. En una primera instancia, seleccioné unas 60 canciones y de las 60 al final quedaron alrededor de 33 canciones. Es extraño encontrar un texto de una mujer que está esperando al amante y que nunca llega en la noche, o una mujer que diga ‘Si habéis dicho marido, espera, yo diré lo mío’, como diciéndole ‘Aquí te las traigo Peter’. En las canciones encontramos textos, por ejemplo, como ‘Te voy a decir lo que he soñado, he soñado que estoy con un mozo garrido en la cama a mi costado y tomando aquel placer del que tú ya estás cansado’. Imagínate, absolutamente explícito».

Y estamos hablando de los siglos XV y XVI.

«Sí. Hay textos terribles, por ejemplo, hay una canción que habla una joven que dice ‘Ahora vendrán los soldados de la guerra y llevarme han’. Y la madre dice ‘Es que tengo que entregarte porque tus hermanas ya están casadas y a ti te tengo que entregar. Y no te preocupes, porque después yo te busco marido’. Y todavía hoy la mujer sigue siendo botín de guerra. Son temáticas extremas, desde lo más burdo, que uno se ríe, hasta lo más terrible».

O sea, en los textos de estas canciones hay profundidad y hay superficialidad, hay humor, pero también hay grandes verdades del rol que ha ocupado la mujer y que, por más impresionante que sea, sigue siendo vigente.

«Exacto. Hay otra que dice ‘Fernandillo, eras casado’. La había engañado y Fernandillo era casado. Hay otra que dice ‘Me tienes que ver, Miguel, porque soy tu esposa, y mírame lo linda que soy, porque soy tu esposa’. Otra dice ‘Bésame y abrázame marido mío, yo nunca he visto hombre vivo estar tan muerto. Hacerse la dormido estando despierto’. 

Este repertorio que tomaron para trabajar, ¿de qué tipos de autores es?

«Son diversos. Hay autores que son españoles, y hay muchos anónimos. Ahí nos ayudó muchísimo la profesora Rocío Rodríguez, de la Facultad de Letras UC. Ella hizo dos trabajos con nosotras que fueron fundamentales. El primer trabajo fue traducir estos textos. Porque nos dimos cuenta de algo: si yo leo un texto de una canción española del siglo XVI, yo entiendo las palabras, pero en realidad no tengo idea de lo que está diciendo en el fondo. Rocío Rodríguez nos mostró que en esa época se decía callando. O sea, había una serie de códigos donde muchas palabras en realidad significaban otra cosa. La mayoría de esos códigos tienen que ver con connotaciones sexuales. Entonces se decía todo, pero no se decía explícitamente, salvo en algunas canciones como las que mencioné antes. Y, por otro lado, también nos dijo que hay mucha autoría de mujeres de textos, pero que no están visibilizadas y que hay un autora que sí se conoce, una poetisa española de esa época, pero que se conoce porque su hermano también era poeta; etonces se conoce como la hermana de».

Como Camille Claudel.

«Exactamente. Estaba pensando en ella. ‘Camille Claudel ‘la hermana de Paul Claudel’. Si yo tomo una de las canciones no tengo la plena certeza de si ese texto fue compuesto por una mujer o una hombre. Pero lo interesante es que fue puesto en la voz de una mujer. Y son temáticas que eran absolutamente vigentes en el momento, es música popular cortesana, no olvidemos que los reyes católicos y especialmente Isabel la Católica hizo una campaña de valorización de su territorio y entonces también estuvo la recopilación de canciones. Se nota que tienen distinto origen, algunas tienen un contrapunto mucho más elaborado, y otras son canciones muy simples compositivamente. Nosotras nos propusimos que la columna vertebral de todo fuera el texto; entonces las decisiones musicales fueron en función del texto y las decisiones visuales de Claudia Missana fueron a través del texto».

Traduttore ma non traditore es un proyecto de investigación y creación que lidera Gina Allende, profesora del Instituto de Música UC y es interdisciplinario; lo ha desarrollado con Andrea Pelegri, investigadora postdoctoral en la Facultad de Artes de la UC, Claudia Missana, académica de la Escuela de Arte UC, y Rocío Rodríguez Ferrer, profesora de Letras UC. El repertorio lo interpreta una nueva agrupación que se llama Fortuna Disperata y que lidera Gina Allende. Tiene tres violas da gamba: Allende, más Florencia Bardavid y Constanza Sánchez, profesora y estudiante de Música UC, respectivamente, la cantante Catalina Menares y la percusionista Magdalena Pacheco -exalumnas de Música UC- y Elke Zeiner en flautas. La producción es de Gerardo Caviedes.

Gina Allende se refiere también al ejercicio de la interpretación históricamente informada, una práctica en la cual es especialista, y que en el caso de estas canciones fue fundamental pues reforzó el carácter no sólo de la música, sino de los textos, que son el núcleo de este proyecto. Lo explica con un ejemplo.

«Hay una canción que es a tres voces, que se llama Al alba venid amigo, que es una mujer que le está diciendo ‘Ven al alba’, cuando está comenzando el día, a su amante. En el amor cortés medieval, ‘amigo’ es igual a ‘amante’. Y resulta que precisamente en el siglo XII hay un género trovadoresco que se llama Alba, y que son canciones que canta el vigilante, quien que le avisa al trovador que está con la mujer casada, obviamente. Le dice, ‘Llegó el alba, tienes que salir’. Y aquí se toma la misma temática, pero el alba es cuando el amante llega. Entonces lo que hicimos fue eliminar dos voces y simplemente hacer una nota a pedal y Catalina Menares la canta igual como si fuera una canción trovadoresca, o sea, la convertimos en canción trovadoresca. Y en la canción que mencioné de los soldados, irrumpimos en música: irrumpe un tambor militar, con un flautín, como una marcha de soldados, con la misma melodía, que está en tres cuartos, y la convertimos en una melodía en cuatro cuartos y la superponemos con el tres cuartos, para que se escuche una irrupción, que es la irrupción que están haciendo allí», detalla.

Estas decisiones, explica Gina Allende, fueron tomadas de acuerdo con distintos criterios, caso a caso. Algunas fueron netamente musicales, y otras en función de la historia misma narrada.

«Otras decisiones las tomamos porque constantemente nos estábamos preguntando sobre cómo resuena en nosotras este texto. Y eso fue muy lindo porque en el proyecto somos puras mujeres, solamente el productor es hombre. Tenemos una integrante de 20, hay de 30, de 40, de 50 y estoy yo, que tengo 61. O sea, hay generaciones desde los 23 años hasta los 61 años, pasando por todas las décadas. Y hay mujeres con hijos, mujeres sin hijos, mujer casada con mujer, mujer casada con hombre, mujer no casada, madre soltera, todo. Está prácticamente todo el zoológico femenino ahí, y a cada una nos ha tocado lo que dice alguno de los textos», revela la violagambista. 

Siendo usted intérprete musical, el hecho de que el foco en este proyecto sean los textos, puede tener que ver con que el área de trabajo suyo es la música antigua y en la música antigua la interpretación requiere no solo investigación y estudio, como los otros período o estilos, sino también una práctica creativa que propone cómo hacer la música según la forma en la que la música se hacía en esa época, con el respeto a los criterios históricamente informados, pero también por cómo son las notaciones musicales, las partituras, ¿no?

«Sí. Uno de los objetivos de este proyecto fue encontrar otras maneras de leer esta música. Por una parte, como tú dices, hay un base de conocimiento de la música históricamente informada, sabemos cómo tocar los instrumentos, sabemos qué adornos podemos hacer, sabemos qué adornos no podemos hacer. Tenemos ya una base de conocimiento consensuado que se ha estudiado en tratados, etcétera, etcétera. Ésa es la base, pero sobre esa base tenemos un repertorio que, de partida, no se genera como música absoluta, sino que se genera en un contexto determinado. Entonces, lo que estamos buscando es cómo nos llega a nosotras ese contexto, cómo nos llegan a nosotras esos textos y nosotras, a través de lo que sabemos hacer, que en este caso es música antigua, tocar la viola da gamba, vemos cómo nosotras usamos esos materiales base para decir ‘Así queremos hacer esta canción y así queremos decir estos textos’. Y lo mismo hizo Claudia Missana, porque hay decisiones visuales de Claudia que estuvieron íntimamente ligadas a cómo sonaba. Ella fue a muchos ensayos porque desde un inicio le dije que no quería que el video fuera un adorno del concierto ni que la música fuera la música de fondo del video. No puede haber una subordinación, en ese sentido. Aquí, las subordinadas somo las artes visuales y la artes musicales, y el texto es el centro. Entonces ahí se da lo que Andrea Pelegri nos enseñó, que es una traducción intersemiótica, es decir, una traducción de un sistema de signos a otro sistema de signos, en este caso, la traducción del texto antiguo lo estamos también traduciendo a la música y la estamos traduciendo a la imagen».

¿Qué es lo que el público va a poder conocer como resultado de este trabajo de investigación y creación?

«El público va a conocer el resultado en formato de concierto video. Vamos a presentar las 30 y tantas canciones y en paralelo va el video. La música y el video comienzan en paralelo». 

¿Cómo es el conjunto instrumental?

«Somos tres violistas da gamba: Florencia Bardavid, Constanza Sánchez, que es estudiante del Instituto de Música UC, y yo. Está Elke Zeiner, en flauta, y están Magdalena Pacheco en percusión y Catalina Menares en canto. También Florencia canta algunas canciones».

Florencia Bardavid es profesora del Instituto de Música UC. ¿Magdalena Pacheco es exestudiante?

«Sí, estudió percusión en el Instituto de Música UC. Es súper interesante trabajar con ella porque, aparte de que es una excelente persona y muy buena instrumentista, ella hizo un perfeccionamiento en España el año pasado con Pedro Estevan que es el percusionista de Hespèrion XX, que trabaja con Jordi Savall hace mucho tiempo. Entonces ella maneja increíblemente bien todos los instrumentos. Imagínate, no hay nada escrito de percusión; la parte de percusión es toda decisiones en conjunto. Entonces ella lleva su set de instrumentos muy ad hoc y vamos eligiendo: vamos preguntándonos cuál es el carácter que queremos, ella empieza a probar y ahí vamos buscando».

¿Y Catalina Menares también es exalumna del Instituto de Música UC?

«Sí, Catalina Menares también es exalumna. Yo la invité porque ella cantaba en los coros con Víctor Alarcón cuando era estudiante. Canta mucho música popular, tiene una voz muy linda y habíamos trabajado ya en un proyecto anterior sobre los cantos gregorianos. Ahora va a ser la solista».

El universo de las 33 canciones elegidas para el proyecto no solamente es variado en temáticas y carácter, sino también en sus extensiones, algunas son tan breves como 45 segundos, según explica Gina Allende. Sólo mirándolas como un conjunto pudieron decidir cómo organizarlas en el concierto video.

«Las puse todas a la vista y me di cuenta de que en algunas la que hablaba era una joven, por las temáticas de estar descubriendo el amor o porque le hablaba mucho a su madre. Otras, eran ya de la mujer casada, una mujer madura, porque hablan de las mal casadas, que se llamaban en ese momento, las que fueron engañadas, la que quedó esperando al amante. Y finalmente estaban las mujeres viejas, que ya son especies de celestinas, o sea, ya les importa nada, algunas de ellas son borrachas, están más allá del bien y del mal. Y curiosamente había muchas más canciones de jóvenes, menos de maduras y menos de viejas, que en el fondo es el número que se da naturalmente en esa época; hay más jóvenes porque pocas sobreviven. Ahí con Rocío Rodríguez supimos cosas espeluznantes; por ejemplo, una de estas canciones habla de costurerar o de tejer, y es porque había mujeres, entre ellas la celestina, que se dedicaban a coser virgos, y eso era para poder casarlas, como la canción que mencioné de la mamá que le habla a la hija. Entonces hay una primera parte donde todas las temáticas son de mujeres jóvenes, y así, hasta las viejas».

Uno de los mayores motivos de alegría de todo el equipo, explica Gina Allende, es que «aprendimos mucho todas. Realmente se dio un trabajo interdisciplinario en el sentido de que todas hicimos el esfuerzo de ponernos en los zapatos de la otra, y de entender la lógica de lo visual, de lo musical, de lo textual. En la evaluación del proyecto nos sugirieron que incluyéramos a alguien de Letras y María José Brañes me recomendó a Rocío Rodríguez, lo que fue genial. Habría sido otros proyecto, otra lectura, sin ella. Estamos muy contentas».

Aquí es evidente cuán bien funciona la interdisciplinaridad cuando se hace en serio, ¿no?

«Sí. Y debo decir que el trabajo entre mujeres es increíble».

Por la energía que se genera, ¿no?

«Es increíble, se trabaja de otra manera. Yo siempre he trabajado con mayoría de hombres; hasta que llegó Florencia Bardavid yo siempre era la única. Es un trabajo increíble porque las versiones las armamos entre todas. No es que yo llegara y dijera ‘tú toca esto, toca esto, toca esto’. Yo llegaba con propuestas y a veces ni siquiera llegaba con propuestas, sino que decía ‘Toquémoslo a ver qué nos dice’. O ¿’Cómo te sientes tú, Cata, cantándolo?’. Entonces todas empezaban a dar propuestas, y no necesariamente propuestas de lo que cada una iba a tocar, sino que propuestas como ‘Mira, podrías tocar esto, yo mejor me salgo’. Se da que las mujeres estamos más acostumbradas a trabajar en comunidad, desde las mujeres que van a lavar juntas al rio, una labor tan antigua y cotidiana como ésa. Hacemos cosas en comunidad: cocinamos juntas, estamos más habituadas las mujeres a hacer cosas juntas, colaborativamente. Sin competir. Esa competencia dañina, tengo que decirlo, no está presente acá».

¿Cómo se desarrolló el trabajo los textos de las poetas latinoamericanas contemporáneas? ¿Cómo entran en la puesta en escena esos versos?

«Se seleccionaron poemas, ahí estuvieron más bien involucradas Andrea Pelegri y Rocío Rodríguez, ellas seleccionaron poesía contemporánea. Y nosotras teníamos el texto de cada canción y fuimos marcando palabras. No está el poema completo, sino que dos palabras o una frase. Por ejemplo, hay una que dice ‘Me duele un hombre en todo el cuerpo’. Imagínate, uno lo lee y sabe que es así. Frases muy cortitas, como ‘sentada en la orilla de la cama’ o ‘nos ataron de manos’, que Claudia va incorporando, palabras e imágenes, mientras nosotros estamos haciendo la canción con la que hicimos el match. Y a veces pone textos de la canción, pero en otra fuente, para que se note que ése es texto antiguo. En una canción que se llama Fuego de Amor, va pasando todo el texto de la canción, así como en Star Wars, y están destacadas algunas palabras. Comenzamos el concierto con una canción que se llama Nunca fue pena mayor, y termina con una canción que dice No tenga nadie esperanza, porque todo lo cierto es dudoso. Y con eso termina el concierto».

¿Qué le gustaría que sucediera después con este proyecto, después del estreno del proyecto? ¿Más conciertos, grabar?

«Queremos hacerlo el 8 de marzo, en el contexto universitario. Y nos gustaría llevarlo a otra ciudad y estamos ya pensando en postular un proyecto para grabarlo, pero con video, no sólo la música. Tenemos que buscar algún formato en que vaya sonando la música y quizás se mezcle la imagen de nosotros tocando con la imagen del video».

Es su tercer proyecto que conquista un fondo de la Dirección de Artes y Cultura UC.

Pensando en los auditores de Radio Beethoven, ¿qué les diría como invitación? ¿Qué tipo de experiencia vivirán en estos conciertos?

«Van a vivir una experiencia multimedial porque va a haber música en vivo con instrumentos antiguos, y va a haber un videoarte que va a presentar textos de poetisas de los siglos XX y XXI. La música van a ser canciones de la España de los siglos XV y XVI. ¿Qué tienen en común todas estas manifestaciones artísticas? Que los textos que van a estar en las canciones y en la poesía del video, son de hablantes mujeres, tratando los temas que nos convocan, que nos unen y que traspasan el tiempo y el espacio».

¿Cuál es su principal motivación para desarrollar este proyecto?

«Son dos motivaciones. Primero, mostrar problemáticas femeninas que se dan desde hace ya cinco siglos atrás, y mostrar también una interdisciplina que junte artes que se manifestaron en épocas y regiones del mundo tan distintas, y simplemente transmitir este mensaje de mujeres antiguas a las mujeres de ahora».

Coordenadas
Jueves 21 de marzo de 2024. 13:30 horas, Sala Luksic del Campus San Joaquín (Vicuña Mackenna 4.860). Entrada liberada.

Por Romina de la Sotta Donoso | 15-12-2023 | Segunda edición: 19-03-2024.

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