Gerard Ramos y Sergio Candia lideran nueva entrega del Ciclo Bach Santiago a cinco años de la partida de Víctor Alarcón
septiembre 30, 2023
Con dos cantatas fúnebres de Bach continúa el monumental proyecto iniciado en 2018 por el recordado profesor del Instituto de Música UC. El Coro de Cámara UC y Estudio MusicAntigua UC, más solistas, actuarán juntos, con la dirección general de Gerard Ramos, el 1 de octubre en la Parroquia La Anunciación.
El sábado 30 de septiembre se cumplirán cinco años desde el temprano deceso de Víctor Alarcón, recordado profesor del Instituto de Música UC que fue una figura central de la escena coral y que dejó un enorme legado a través de los conjuntos que fundó, las generaciones que formó y los relevantes proyectos artísticos que llevó a cabo.
Su proyecto más ambicioso fue el Ciclo Bach Santiago, que convertirá a la capital en la primera ciudad latinoamericana en la cual se interpretarán todas las cantatas de Johann Sebastian Bach. Víctor Alarcón inició esta inédita iniciativa en julio de 2018 y alcanzó a realizar los cinco primeros conciertos del Ciclo Bach Santiago, antes de fallecer en un accidente automovilístico. Entonces, la Universidad Católica decidió continuar con su monumental proyecto y así lo ha hecho. En mayo pasado, se alcanzaron las cien primeras cantatas interpretadas del genio alemán.
Este domingo 1 de octubre, el Instituto de Música UC ofrecerá la trigésimo sexta entrega del Ciclo Bach Santiago. El concierto será gratuito, a las 18 horas, en la Parroquia La Anunciación de Providencia (Pedro de Valdivia 1850), con inscripciones en musica.uc.cl, plataforma en la cual se transmitirá, además, en directo.
Se escucharán dos obras fúnebres de Bach; las cantatas BWV 10, Actus Tragicus, y BWV 198 Dirige, princesa, una mirada. Con la dirección general del profesor Gerard Ramos, participarán el Coro de Cámara UC y del Estudio MusicAntigua UC, más cuatro solistas: la soprano Consuelo Escudero, la mezzosoprano Camila Aguilera, el tenor Francisco Espinoza y el barítono Esteban Sepúlveda.
«Voy a tener el privilegio de dirigir estas dos cantatas con un grupo de personas expertas en la música de este periodo y que tocan y piensan la música con mucho criterio y mucha responsabilidad histórica»
Gerard Ramos
Será el segundo concierto que dirigirá en el ciclo el profesor Gerard Ramos, tras su debut, hace un año. «Se nota que hay una tradición de tocar Bach», comenta al respecto de esa experiencia.
«Esta ocasión va a ser súper especial porque tengo el privilegio de ponerme delante del Estudio MusicAntigua UC, que cumple 30 años y celebra su aniversario con este concierto; voy a tener el privilegio de dirigir estas dos cantatas con un grupo de personas expertas en la música de este periodo y que tocan y piensan la música con mucho criterio y mucha responsabilidad histórica», señala Gerard Ramos.
¿Qué es lo que aporta la mirada de un conjunto como Estudio MusicAntigua UC a la entrega del Ciclo Bach Santiago, a su juicio?
«Creo que una interpretación con criterio de la música y basada en la información que da la partitura puede ser una buena versión. Hoy en día ya estamos todos bien influenciados por la práctica históricamente informada, pero aun así sigue sucediendo que nuestra manera de interpretar está muy orientada por criterios de fraseo y articulación románticos y postrománticos de la música de fines del siglo XIX y del siglo XX. Entonces, el hecho de acercarse a la música del siglo XVII y del siglo XVIII con una mirada basada en la literatura y en las prácticas interpretativas propias de la época nos da una versión mucho más fresca de esa música. Es decir, logramos rescatar mejor lo genuino que tiene esa música».
Siendo que su especialidad es en dirección coral, y ha sido su trabajo hasta ahora, ¿cómo es para usted el ejercicio de la dirección general que involucrará no sólo al Coro de Cámara UC, sino también un elenco instrumental, como Estudio MusicAntigua UC?
«En el siglo XVIII, y especialmente en la escritura de compositores como Bach, tenemos que tener en cuenta que la música que se escribe aún es eminentemente vocal. ¿Qué significa esto? Que aunque haya partes instrumentales obligadas, es decir que sí o sí tienen que estar y tienen que ser tocadas por un instrumento ‘equis’, la misión principal de los instrumentos aún es acompañar a las voces. Y el tipo de lenguaje con el que están escritas estas líneas instrumentales y lo que subyace esta escritura, que es la teoría de los afectos y la retórica, es algo que está pensando básicamente para la música vocal. Entonces, para un director coral como yo, es relativamente fácil acercarse a la dirección de este tipo de obras que aún son obras eminentemente vocales, con acompañamiento instrumental. Por otra parte, Sergio Candia ha preparado la orquesta con un nivel de detalle altísimo, por lo que mi trabajo se va a centrar en hacer una propuesta musical general. El trabajo fino con la orquesta ya está hecho».
La orgánica, aclara Gerard Ramos, será reducida, pues se ceñirán «a lo que sabemos respecto de cuál era el elenco vocal de Bach en Leipzig. Sabemos que Bach contaba siempre con un buen solista por voz para interpretar sus cantatas y le gustaba tener, si era posible, dos ripienistas, por si uno fallaba. Es decir, en el mejor de los casos él podría tener tres personas por cuerda, una de las personas interpretaba los solos, y las otras personas ayudaban a crear un poco más de volumen. Por eso estamos trabajando con un ensamble del Coro de Cámara UC que consiste de 12 coristas; tres por cuerdas y uno de estos tres, igual que se hacía en la época, va a ser el solista. Ahora bien, tenemos dos plantillas instrumentales muy distintas para las dos cantatas, porque el Actus Tragicus, la Cantata 106, tiene una orgánica muy pequeña, que consiste solamente de dos flautas, dos violas da gamba y el continuo, mientras que la Cantata 198 tiene muchas más partes obligadas; tiene dos flautas, dos oboes, dos violines, una viola, dos violas da gamba y laúdes obligados y el continuo. Así que son cantatas con una instrumentación muy distinta, que responde a la situación y el momento en el que fueron escritas».
Será la tercera ocasión en la cual actuarán juntos los dos elencos estables del Instituto de Música UC, como recuerda el profesor Sergio Candia, codirector de Estudio MusicAntigua UC, quien estará a cargo de la dirección instrumental del programa.
«Hace ya más de 20 años hicimos también la Cantata 106 con el Coro de Cámara UC dirigido por Jaime Donoso y hace poco menos de 6 años colaboramos con el Coro de Cámara UC en la Messe de Minuit para el día de Navidad, de Charpentier, que hicimos bajo la dirección de Alejandro Reyes para el Concierto de Navidad UC», detalla.
«Resulta emocionante y un honor para nosotros hacer la Cantata 106, Actus tragicus, que hicimos hace casi 30 años atrás con Víctor Alarcón y el Coro de Estudiantes UC»
Sergio Candia
Sergio Candia fue quien invitó a Gerard Ramos a participar en el concierto Bach Santiago 36. Como Estudio MusicAntigua UC, indica el flautista, «siempre estamos buscando oportunidades de colaborar con otros elencos estables de Música UC. Dado que Gerard Ramos es el nuevo director del Coro de Cámara UC, y que tiene un particular afición a la música de Bach, estamos asociándonos para construir en conjunto una versión de estas obras».
El profesor Candia asegura que «hemos trabajado muy de acuerdo en cuanto a la orientación interpretativa y esperamos un muy buen resultado de esta asociación. También se han sumado al conjunto instrumental del Estudio MusicAntigua UC varios colegas y exalumnos que colaboran habitualmente con nuestro conjunto y que tocan los instrumentos requeridos en estas dos cantatas».
Será la segunda vez de Estudio MusicAntigua UC en Bach Santiago. El debut del conjunto en el ciclo fue en octubre de 2021, en el primer concierto, desde el inicio de la pandemia, que pudo retornar el público presencial al Campus Oriente UC. «Fue una experiencia doblemente emocionante por eso, y el resultado musical fue muy bueno», recuerda Candia.
Ahora también hay un elemento emotivo muy relevante, revela el flautista. «Resulta emocionante y un honor para nosotros hacer la Cantata 106, Actus tragicus, que hicimos hace casi 30 años atrás con Víctor Alarcón y el Coro de Estudiantes UC. Fue el primer trabajo con obras de Bach que hicimos con Víctor. Pocos días antes de inaugurar el proyecto Bach Santiago, Víctor me anunció que quería que nosotros hiciéramos algunas cantatas en particular, entre las que me mencionó la cantata BWV 106, que habíamos hecho juntos tantos años atrás», revela Sergio Candia.
¿En qué medida el hecho de que el Estudio MusicAntigua UC se dedique a la interpretación históricamente informada aportará con un punto de vista, una sonoridad, en el concierto Bach Santiago 36?
«Creo que justamente a esto apuntaba Víctor Alarcón con su comentario. Estas cantatas requieren de un orgánico instrumental bien particular y que fue empleado por Bach específicamente en cantatas funerarias y en obras asociadas a la pasión y muerte de Jesucristo. Según su formación musical de tradición luterana, las sonoridades de la flauta dulce y las violas da gamba, que comúnmente usaba en pares, se relacionan con el viaje espiritual después de la muerte y las ‘voces’ celestiales. También se adecúan muy bien a la ‘pintura sonora’ de los lamentos y los llantos y, en combinación con los violines y los oboes, a la luminosidad de la gloria celestial. Tanto la instrumentación como las articulaciones definidas por Bach para cada sinfonía, cada aria y cada coral de estas cantatas tienen muy en cuenta el poder representativo de estos instrumentos en relación con el texto y las descripciones de la trama dramática que se despliega en estas cantatas. Son pequeñas obras de teatro sacro, al modo del oratorio barroco, que es una especie de teatro con escenas puramente sonoras y que buscan mover al auditor a la conmiseración y la reflexión sobre las eternas y fundamentales cuestiones de la existencia humana como camino hacia la vida eterna, después de la muerte terrenal».
«Ambas cantatas fueron escritas para ocasiones de conmemoración funeraria y están llenas de luz y un sentido esperanzador que Bach traduce maravillosamente en su música»
Sergio Candia
Gerard Ramos y Sergio Candia coinciden en que las dos cantatas de Bach se interpretarán tienen en común ser obras fúnebres, pero difieren radicalmente en su estilo.
«Más allá de ser ambas fúnebres, no tienen nada en común», indica el director del Coro de Cámara UC. Señala que varias décadas separan la escritura de ambas y que la BWV 106 es austera, mientras la BWV 198 tiene una mayor instrumentación y es particularmente extensa.
Sergio Candia indica que «si bien ambas cantatas se refieren a la misma temática funeraria hay también notorias diferencias estilísticas entre ambas. La cantata 106 es una obra de juventud, escrita por Bach cuando tenía 22 años, y que tiene una unidad formal asombrosa y muy ajustada a la tradición musical luterana del siglo XVII, la que era practicada por todos los ancestros músicos de Bach y por quienes fueron sus maestros en el arte de componer cantatas y polifonía sacra en la Alemania de esos tiempos. Se trata de una cantata propiamente sacra, esto es, una oración en música cuyo discurso se ajusta del todo a los objetivos piadosos definidos por el propio Lutero».
Lo complementa Gerard Ramos: «La cantata 106 tiene un libreto basado en textos de corales de Lutero, dos otros autores y partes de la Biblia. La primera parte de la cantata narra la manera de ver la muerte y la relación con Dios en el Antiguo Testamento, y la segunda parte trata del Nuevo Testamento. Entonces en la primera parte de la cantata vemos una relación del hombre con Dios a través de los sacrificios, y en cambio en la segunda parte vemos este nuevo lazo que promete el Nuevo testamento, que es el lazo de del amor y de la salvación a través de la figura de Jesucristo».
Esta cantata, señala el director, fue pensada para ser ejecutada de principio a fin, como una sola gran obra. En cambio, apunta Gerard Ramos, «la cantata 198 tiene dos partes que tienen que ver con el contexto en el que se estrenó, que fue en la celebración académica de la muerte de la electora de Sajonia, Christiane Eberhardine, la mujer de Augusto el fuerte, en la Universidad de Leipzig. Se estrenó en dos partes con una homilía de por medio».
Asimismo, indica el profesor Ramos, «la Cantata 198 no es completamente sacra; sus textos son profanos. Por lo tanto es una oda funeraria y con un contenido de un espíritu fuertemente protestante. Es un homenaje a esta princesa que fue la defensora del protestantismo en Sajonia, puesto que su marido tuvo que convertirse al catolicismo para anexar el reino de Polonia. Ella fue la que se mantuvo como bastión de la fe protestante en Sajonia».
Igualmente Sergio Candia destaca características maduras de la Cantata 198. En ella, explica, «se evidencia el otro Bach, con una temática laudatoria puesta en el formato de la cantata pero con la aplicación de una serie de recursos composicionales, por así decirlo, más modernos, que Bach había estado trabajando durante su estadía en la corte afrancesada de Köthen, entre 1717 y 1723. De allí que aplique formas propias de la suite francesa y de ciertos recursos de la tragédie lyrique, como una sinfonía con figuras rítmicas puntilladas, al modo de la obertura de Lully, o un coral final estructurado en la forma de una giga, además de varios recursos de teatro musical o estilo representativo, como la simulación del sonido de campanas tañendo lastimeramente, o figuras melódicas en los violines que representan los gemidos, la caída de lágrimas y el ondular del agua de los ríos que cruzaban las comarcas que eran propiedad de la princesa electora de Sajonia, Christiane Eberhardine, a la que fue dedicada la cantata».
El director de Estudio MusicAntigua UC resume: «Ambas fueron escritas para ocasiones de conmemoración funeraria y están elaboradas en el estilo representativo o teatral sacro, sobre la base de una serie de convenciones de retórica musical, y que describen mediante diversos recursos composicionales e instrumentales el sentido evangélico de la muerte, en el caso de la cantata 106, y las diversas emociones asociadas a la pérdida de una monarca virtuosa, en el caso de la cantata 198. No obstante, ambas obras están llenas de luz y un sentido esperanzador que Bach traduce maravillosamente en su música».
El arquitecto es miembro de Mapacomún, colectivo que está detrás del exitoso proyecto que programó un homenaje a Puccini con Paolo Bortolameolli y Solístico de Santiago el 27 de julio. Luego seguirán con Schoenberg y repertorio ruso y estadounidense. "Estamos convencidos del poder transformador de la música y creemos que puede influir en un público mayor del que sospechamos", dice.
La soprano lidera el ensamble vocal e instrumental Kokorone Music, ensamble vocal e instrumental que reunirá a cien músicos en Teatro Teletón el 27 de julio para revivir el concierto que el propio Joe Hisaishi dirigió en 2008 en Budokan. "Creo que la música tiene un rol fundamental en estas películas y, por lo mismo, tiene que ser escuchada por todos los fanáticos", asegura.
Hace diez años, era parte de los violines de la Sinfónica de Chile, cuando Juan Pablo Izquierdo dirigió Así habló Zarathustra. Ahora, el 19 y 20 de julio, Luis Toro conducirá esa misma obra, en su debut con la orquesta. "Es una linda coincidencia, que me hace mucha ilusión", dice. Serán los primeros de once conciertos que tendrá en Chile este segundo semestre.
Con versiones de cámara de las obras de Smetana y Ravel, y con dos conciertos, el sábado 6 de julio continúa la segunda temporada de esta iniciativa para el público familiar que más que duplicó sus asistentes respecto de 2023. Con la dirección de Christian Lorca, se proyectarán ilustraciones y la narración estará a cargo de Magdalena Amenábar.
El presidente de la entidad que vela por el legado del compositor chileno entrega un detallado recuento de las nuevas acciones que se están ejecutando para difundir la música de su abuelo. "La labor que queda por hacer debe ser abordada por dos tipos de agentes musicales", dice, y hace un llamado a musicólogos y a compositores.
La semana, dice, "se ve bien entretenida". En el Teatro Municipal dirigirá la Séptima de Beethoven y obras de Wagner y Mozart, y con el elenco de la FOJI, el Bolero de Ravel y obras de Revueltas, Gershwin y Márquez. Este año completó el Ciclo Mahler y volvió a actuar con la Sinfónica de Chile. Adelanta, además, debuts en el extranjero y nueva fecha de Clásica No Convencional.
El reconocido pianista chileno aborda un nuevo proyecto monumental: tocará todas las sonatas de Mozart en el Teatro Municipal de La Pintana. Será en tres conciertos, día por medio, desde el 1 de julio. "Va a ser un viaje por el corazón de Mozart", adelanta, y confiesa que "tuve siempre muchas ganas de hacer allá un proyecto que me pareciera importante".
Tienen entre 14 y 29 años de edad y serán parte de un emocionante encuentro con el público el 16 de junio en el Teatro Universidad de Chile. Aquí, Renato Torres, Vicente Rodríguez, Analía Martínez, Pablo Provoste y Valentín Herrera hablan de la música en primera persona.
La doctoranda de la Universidad de Colonia debatirá con las investigadoras de la Universidad de Chile Fernanda Vera, Catalina Sentis y Carla Molina las razones del olvido de una serie de compositoras mujeres de esa época y el valor que tienen sus legados y sus formas de hacer música. Aquí, un adelanto.