Cuatro hermanos que cumplieron un rol clave en la Independencia de nuestro país tendrán ahora un nuevo reconocimiento, desde el ámbito del teatro musical.

El músico quilpueíno Daniel Olmos Müller (1981) lidera un proyecto de rescate de los hermanos Carrera, a través de un proceso creativo que irá teniendo diversos formatos. La meta es presentar en vivo un musical y para ello han realizado grabaciones profesionales con cuatro solistas vocales y una orquesta y un coro virtuales, y así producir un disco. En paralelo, se han desarrollado ensayos para ofrecer la primera audición del corazón de este musical, a través de un concierto escenificado titulado «Los Hermanos Carrera», que se efectuará el jueves 23 de marzo.

Con las actuaciones solistas del bajo Sergio Gallardo, la soprano Cecilia Frigerio y los tenores Juan Pablo Dupré y Daniel Olmos, la presentación se realizará a las 19 horas, en el Aula Magna Fundadores que se ubica en Lord Cochrane 418, con acceso liberado.

El autor de la obra es Daniel Olmos Müller, la orquestación es de Cristian Lazo Remedi y el libreto, de Nicolás Said Cancino. La dirección escénica es de Christine Hucke. La materialización del proyecto está a cargo de las productoras Belcanto y Conservatorio en Casa.

Radio Beethoven conversó con Daniel Olmos sobre este proyecto, sus motivaciones y los recursos vocales e instrumentales con los cuales ha trabajado. También, respecto del equipo que participa en esta iniciativa y del interés que ha despertado en entidades como el Instituto de Investigaciones Históricas José Miguel Carrera.

¿Qué lo motivó, en primer lugar, a trabajar con estas figuras históricas?

«Me interesaron estas figuras históricas, después de los últimos sucesos que han ocurrido en nuestro país, como el estallido social, que de alguna manera nos ha llevado a enfrentar cambios sociales y también ha incrementado lo que denominamos como ‘batalla cultural’. Queremos vincular esta actualidad a la historia, pero en el buen sentido. Hace más de 200 años, los hermanos Carrera efectivamente se vieron en una sociedad que estaba siendo oprimida por no un tiempo menor, bajo el yugo español, y ellos quisieron lograr, desde sus corazones, la independencia del país. Eran jóvenes provenientes de una familia aristocrática y también quisieron dar un vuelco completo a la forma de historia que se venía viviendo».

Daniel Olmos destaca el rol clave que jugó Javiera Carrera, la mayor de los cuatro. «Desde muy joven, Javiera tenía arraigado este sentimiento, y luego de la partida prematura de su madre, ella comienza esta historia educando a sus hermanos para transformarlos en grandes líderes para Chile. Ella era la mayor de todos. Juan José Carrera, José Miguel Carrera y Luis Carrera, cuando crecen, se transforman en líderes militares. En una época en que la mujer no tenía mayor voz ni voto, o sea que prácticamente era nula su participación en todas estas cosas que pertenecían básicamente a una sociedad de hombres y que hoy día se denomina como machista, Javiera organiza tertulias en su hogar, con intelectuales y líderes, preparando la emancipación», dice.

Igualmente releva especialmente la figura de José Miguel Carrera, el hermano del medio. «Era un hombre tremendamente capaz e inteligente, como su hermana. En 1811 ya había sido militar en España, lo devuelven y llega a Chile. Este gran caudillo, junto con su hermana Javiera, levantan la emancipación de Chile y el 4 de septiembre de ese mismo año se toman el poder militar, y luego poder político el 15 de noviembre de 1811, abriendo así la Patria Vieja», apunta.

Ellos generan muchos cambios radicales en el país, señala el músico quilpueíno. «La primera Constitución Política del Estado de Chile la crea un grupo de jóvenes. El primero de noviembre de 1812, José Miguel Carrera crea con un grupo de expertos una comisión, luego se llama a plebiscito y se aprueba esta primera Constitución. Entonces hay un paralelo con lo que estamos viendo hoy en día con la juventud y con lo que se está dando en la cultura. Hace más de 200 años ya se había proclamado el derecho a la educación igualitaria también, porque los Hermanos Carrera fueron los primeros progresistas de su época que pensaron que eso debía ser así porque la tónica entonces era el analfabetismo».

A su juicio, estos acontecimientos representaron un cambio disruptivo para el país, y resultan hoy «fascinantes justamente por la coyuntura que estamos viviendo». Por eso, indica Daniel Olmos, decidieron rescatar un episodio de nuestra historia y «llevar al teatro dramatizado el nacimiento de nuestra idiosincrasia a través de la Independencia de Chile, que la gestó este grupo de cuatro jóvenes, que eran todos menores de 40 años».

Agrega que «la situación que estamos viviendo hoy, de redactar una nueva Constitución, los Carrera ya la habían vivido, pero de otra forma. Y lamentablemente ellos tuvieron un final trágico, pero es gracias a ellos que nace la República de Chile, gracias a ellos nosotros tuvimos nuestros primeros símbolos patrios, la primera bandera, el primer escudo de armas, denominado como el árbol de la libertad, símbolo significativo hoy en día también, escudo de armas en el cual teníamos a una mujer y un hombre mapuche a cada lado porque los hermanos Carrera indicaron la imagen de los mapuches como los primeros luchadores por la libertad de Chile. Hay muchos simbolismos que se repiten en la historia». 

Hablemos del formato de esta obra. Entiendo que cuenta con cuatro voces solistas, ¿qué nos puede decir de eso?

«Tenemos cuatro voces solistas, una soprano que representa a Javiera, dos tenores, que representan a José Miguel Carrera y a Luis Carrera, y un bajo barítono que sería Juan José Carrera. Hicimos esra fantasía habiendo investigado los personajes y su carácter. El 23 de marzo haremos el lanzamiento del disco con un concierto dramatizado, y las encargadas de darle dinamismo a la historia son tres narradoras. Ellas van a representar a las esposas de los próceres y a la madre. Paola Verdugo, la madre de los Carrera, va a ser representada por Ilse Simpfendorfer, quien va a hablar orgullosamente de los logros de sus hijos como si estuviera en el más allá. Mercedes Fontecilla, que es la esposa de José Miguel Carrera, y Ana María Cotapos, que es la esposa de Juan José Carrera, van a ser representadas por Javiera del Real y Rebceca Bailey, dos reconocidas actrices de nuestro medio nacional».

Aparte de las voces solistas y las narradoras, ¿cuáles otros recursos musicales utilizan? Me refiero a los recursos instrumentales.

«Instrumentalmente lo que nosotros hicimos fue crear una orquesta virtual. Gracias a las bondades de la tecnología, los instrumentos son todos virtuales hechos en base a softwares que emulan perfectamente a una orquesta, y la idea es que este lanzamiento después se transforme en el musical y que cuando el musical se lance, con todos los personajes haya una orquesta sinfónica y un grupo coral de unas 60 voces por lo menos, más 15 personas en escena, que representarán a distintos personajes de la historia. Y los hermanos Carrera siempre los solistas».

En esta etapa de desarrollo del proyecto, el coro también es virtual y ha sido realizado a través de un software. Además de estar en estos días grabando la música en estudio, también están registrando esas sesiones en video. «Aparte de la grabación de un disco virtual, vamos a utilizar las redes virtuales para disponer de material cuando nos lo pidan en las municipalidades y entidades que se interesen en este trabajo. Además, luego del concierto dramatizado vamos a hacer una fusión entre las mismas obras que se grabaron en estudio y las que ahora se van a lanzar porque también van a ser grabadas con cámara de televisión el 23 de marzo, para finalizar haciendo un documental acerca de eso», detalla Daniel Olmos. 

«La idea es poder estrenar el musical el año 2024, con orquesta sinfónica, con coro, con solistas, etcétera. Esto que vamos a presentar en el concierto dramatizado es como el corazón del musical. Es la música misma, pero la quisimos hacer dramatizada para que la gente entienda la multidimensionalidad de la obra», resume.

Daniel Olmos Müller estudió guitarra clásica en el conservatorio Izidor Handler de Viña del Mar, por siete años, y también algún tiempo en la Universidad Católica de Valparaíso y en la Universidad de Chile. Debió congelar esa formación por una lesión en una mano. «No alcancé a llegar a concertista de guitarra, pero sí empecé a tomar clases particulares de canto lírico, y posteriormente, luego de una formación prácticamente autodidacta, empecé a crear», detalla.

Tras crear el Himno En Eterna Juventud, dedicado a Villa Alemana, cuenta el músico de 42 años, «fui nombrado ciudadano destacado de la ciudad y de inmediato empecé a crear el musical de Los Hermanos Carrera«. Entonces, además, selló su alianza creativa con Cristian Lazo Remedi, compositor formado en la Universidad de Chile que obtuvo el primer premio en el Concurso Luis Advis 2021, con su Concierto para bajo eléctrico y orquesta ON your OWN.

«Él se fijó en mi trabajo, le encantó y empezó a trabajar conmigo. Cristian Lazo Remedi me orientó en todo esto, cada obra que yo iba creando, él las iba transformando en una obra sinfónica. Los resultados de nuestro trabajo en equipo empezaron a llamar la atención de la gente», especifica Daniel Olmos. Él cumple el rol de autor y Cristian Lazo, de orquestador.

En el repertorio chileno, existen bastantes obras dedicadas a líderes históricos. En el caso de las mismas figuras que usted se centró, está el Romance de los Carrera, de Vicente Bianchi, que tiene texto de Pablo Neruda. ¿Ve usted un vinculo de su trabajo actual para el musical con esa obra preexistente?

«Vicente Bianchi es un tremendo compositor chileno, y ésa es una obra trascendental, que se toma justamente del Canto General de Pablo Neruda, y rescata elementos de esta poesía de Pablo Neruda y los transforma en música. Por ejemplo, el Príncipe de los caminos, que es una bellísima romanza que ha sido interpretada por distintos grupos desde los años 60 en adelante. También tenemos a otro grupo como Los Cuatro Cuartos que rescatan historias de Chile y la llevan al público masivo».

Daniel Olmos menciona también Doña Javiera Carrera, de Rolando Alarcón. «De esta famosa refalosa nosotros también hicimos una fantasía, pero la transformamos en música absolutamente clásica. También tenemos algunos elementos de folclor al principio del musical, pero nuestro enfoque es distinto porque fusionamos distintos estilos dentro de la obra. Tenemos la música criolla, popular chilena, como la refalosa, hay una tonada chinganera, que las compuse con letra y música, hay música sinfónica propia, y también piezas que tienen tintes hollywodenses o de Broadway. Mezclamos todos estos elementos, y los llevamos al musical», explica.

«Ha sido un trabajo mancomunado entre el Instituto de Investigaciones Históricas José Miguel Carrera, mi persona y mi equipo», resume el músico. Y destaca a dos personas clave en este proyecto: Ana María Ried Carrera, directora honoraria de ese instituto -«nos abrió sus puertas y nos dio todo el apoyo desde el principio para que yo hiciera la investigación histórica que se está materializando en el musical»- y Octavio Campusano Tapia -«es historiógrafo, una de las personas que más sabe de José Miguel Carrera en Chile, y me ha prestado todo el apoyo con el material que tiene acerca de la vida de José Miguel Carrera y su familia».

¿Le gustaría invitar a los auditores de Radio Beethoven al concierto de Los Hermanos Carrera, el 23 de marzo?

«Sí. Están todos invitado al lanzamiento de este concierto dramatizado en el que vamos a mostrar la vida y obra de los hermanos Carrera, por lo tanto, todos aquellos que tengan interés en la historia y en rescatar su sentido de pertenencia a través del arte, a través de la cultura, están cordialmente invitados a poder presenciar y conocer este trabajo que es novedoso en Chile».

¿Cuentan con fondos concursables para sacar adelante este proyecto de Los Hermanos Carrera?

«Postulamos a un Fondart de circulación nacional para ir mostrando el disco dramatizado en distintos lugares. Luego de eso vamos a ver si es que logramos la consecución de recursos, porque esto es carísimo, es como armar una ópera. Como musical, tiene elementos de la ópera y de la música sinfónica, pero no es ninguna de esas dos cosas. Es un musical, como Los Miserables y Evita. Como es caro de producir, estamos buscando ahora recursos para así poder levantar este musical que es el primero en la historia que habla de los próceres en Chile. Para nosotros es trascendental sacarlo adelante». 

Como Belcanto, ¿ya habían trabajado con producciones que tuvieran recursos del ámbito de la música de tradición escrita?

«Sí. Tuvimos una gran experiencia con una productora norteamericana; nos contrataron desde California para hacer una película en Valparaíso que hablara de la vida social y política de Ludwig van Beethoven y de su única ópera, que es Fidelio. Ahí, la productora Belcanto tomó parte contratando a un grupo de profesionales acá en Valparaíso. Formamos una orquesta, e hicimos un paralelismo, con cuatro solistas desde allá para que fueran los personajes principales de Fidelio. Esta película se lanza el 30 de abril de este año en Santa Barbara, California. Como Belcanto trabajamos durante cinco años, desde 2016 hasta el año 2021 cuando hicimos las últimas grabaciones, y ahora estamos esperando solamente el estreno».

Yo sé que no es una decisión artística suya, sino del cineasta, pero ¿por qué se vincula a Beethoven con Valparaíso? Cuesta imaginarse un vínculo.

«Eso es interesante. Hay varias ciudades involucradas, entre ellas, Valparaíso, que es el puerto en el sueño de Kerry Candaele, el director de la película. Él toma los elementos pintorescos y arquitectónicos de Valparaíso, más el mar, y expresa su poesía personal a través de estas imágenes de la ciudad puerto. La historia misma está enraizada originalmente en la ciudad de La Serena, porque se toma de la figura de Jorge Peña Hen, quien formó la primera orquesta infantil en Latinoamérica, y hace un paralelismo con el personaje Florestán de la ópera Fidelio, ya que ambos fueron apresados en sus contextos históricos por motivos políticos. Entonces él enroca la historia de Florestán con la historia personal de la vida de Jorge Peña Hen y a través de eso crea una alegoría».

El filme Love & Justice: In the Footsteps of Beethoven’s Rebel Opera, de Kerry Candaele, explica el músico chileno, se centra en lo que el pionero compositor y director serenense y el personaje de Fidelio sufren por sus ideales políticos y sociales. Jorge Peña Hen es asesinado por la Caravana de la Muerte en octubre de 1973, y Florestán, indica «es apresado por motivos políticos, pero su mujer disfrazada de hombre entra a la cárcel, enfrenta a la guardia y lo saca». Heroísmo en la vida real y en la ópera.

En ese proyecto, usted participó con una orquesta que había creado en el Parque Cultural de Valparaíso, y que entiendo que ya no existe. ¿Cómo fue la vida de esa agrupación?

«En el año 2016 el Parque Cultural de Valparaíso me contrató a través de su director, don Jorge Coulon, para empezar a levantar elencos estables que de alguna manera lucieran la música clásica, que estaba muy dejada de lado en la Región de Valparaíso. En casi todas las regiones ocurre este fenómeno de que la música clásica es una fenómeno elitista, pero él la quiso masificar a través del Parque Cultural de Valparaíso. Me dijo que le gustaría que creara una orquesta y otros elencos estables que se presentaran ojalá todos los fines de semana en el Parque, cosa que la gente tuviera una mayor cercanía con la música clásica. Ahí partió este sueño y nació una orquesta que duró al menos un par de años y tuvo algunas presentaciones. Lamentablemente el asunto presupuestario no dio para más, pero sí logramos generar un impacto, en el sentido de crear esta orquesta, hacer esta película, y de alguna manera acercar, durante ese intervalo de tiempo, a la gente de Valparaíso, Viña del Mar y alrededores, a la música clásica».

Por Romina de la Sotta Donoso | 21-03-2023