Armands Abols: "Toco música chilena para contribuir con este país"
abril 4, 2022
El pianista letón y profesor de la U. Austral acaba de publicar un disco con las Tonadas de Pedro Humberto Allende y ahora actuará con la Sinfónica en el Municipal de Las Condes. Además, rendirá homenaje a Carlos Lavín.
El pianista letón Armands Abols (Riga, 1973) es una de las figuras centrales del piano en nuestro país. En los 27 años que lleva residiendo en Chile, ha consolidado tres líneas de trabajo como pianista, todas ellas muy fructíferas. Es un virtuoso intérprete y su carrera como concertista no tiene pausas, en formato de recital, como solista con orquestas y también como músico de cámara. Es también un influyente formador de nuevas generaciones, y ejerce la docencia en el Conservatorio de la Universidad Austral de Chile desde el año 2003. Es, igualmente, un infatigable difusor de la música chilena y, como tal, ha sido pionero en grabar repertorio nacional.
Ahora mismo, tiene novedades en todos estos ámbitos. Desde el jueves 7 al sábado 9 de abril interpretará el famoso Concierto de Edvuard Grieg con la Sinfónica de Chile en el Teatro Municipal de Las Condes. Este hito del Romanticismo, además, será antecedido el miércoles 6 de abril por su participación en la sesión inaugural de la Cátedra Docta Domingo Santa Cruz, a través de su interpretación de la Suite Andina de Carlos Lavín. Además, acaba de publicar un nuevo disco que incluye la integral de las sonatas de Pedro Humberto Allende: Raíces, con el clarinetista Caitanya Estuardo.
Sobre todo esto, Armands Abols ha conversado con Radio Beethoven. También, sobre cómo fue que decidió radicarse en Valdivia, muy poco tiempo después de ganar el primer premio en el Concurso Dr. Luis Sigall de Viña del Mar, en 1992.
Partamos con los tres conciertos que ofrecerá con la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile y su titular, Rodolfo Sagilmbeni, desde el 7 al 9 de abril en el Teatro Municipal de Las Condes. ¿Cómo es su relación con esta orquesta?
«Bueno, es una relación antigua. De hecho, es la segunda orquesta con la cual actué en Chile. La primera fue la orquesta de Viña del Mar, que acompañaba a los concursantes en el concurso Sigall. Después, cuando ya había tenido la suerte de ganar el concurso, me invitaron a tocar en las Semanas Musicales de Frutillar y ahí conocí a la Sinfónica de Chile. Recuerdo que tocamos una obra muy bonita de Manuel de Falla, la Noche en los jardines de España. Desde aquel entonces ya he vuelto a tocar muchas veces nuevamente con la orquesta y hemos hecho juntos el Concierto de Grieg también en varias oportunidades. Así que ahora, después del encierro y después de años tan extraños en pandemia, es una gran alegría poder volver a tocar públicamente y volver a encontrarme con la Sinfónica. Quiero mucho a los músicos, y conozco también al actual director; va a ser una muy grata experiencia».
¿Qué le gustaría comentar del Concierto de Grieg, una obra cumbre de la literatura romántica con piano?
«Es mi obra preferida. Amo ese concierto. Es muy melodioso, especialmente las partes líricas. Tiene un talento melódico increíble y además me trae un poco de nostalgia, pues lo asocio con el sur de Chile que tiene paisajes que se parecen bastante a Letonia, mi país natal, y también a los países escandinavos; Noruega, en el caso de Grieg, donde vivió y escribió su música. En sus partes líricas, es muy emotivo y muy lindo ese concierto. Por otro lado, tiene bastante fuerza, por ejemplo la entrada o el final del primer movimiento y del tercero, que es apoteósico. Entonces tiene una gran gama de emociones ese concierto; desde mucha fuerza y vitalidad hasta lo más lírico posible».
Tal vez es uno de los favoritos del gran público por esos dos motivos: el don melódico y la expresividad evocadora. Pero además para usted, siendo un músico profesional, hay elementos de la técnica y su dificultad que le resultan interesantes y desafiantes, ¿no?
Imagino que sí. Como suele pasar en los concierto en general, acá hay un fuerte elemento virtuoso. Por ejemplo, el tercer movimiento es técnicamente bien desafiante; cuesta bastante hacerlo sonar fácil y virtuoso. Hay que entrenarse mucho y dedicar muchas, pero muchas horas al estudio. De hecho, me costó ahora, volviendo de vacaciones y después de la pandemia, que hubo mucho menos actividad. Ahora llega todo de un viaje».
Si tuviera que comentarle a los auditores de Radio Beethoven por qué es interesante escuchar este concierto de Grieg, ¿qué les siría?
«Por la variedad emotiva que trae. La belleza lírica que hay en ese concierto es increíble. Realmente tiene uno de los temas más lindos que hay. El segundo movimiento es bien simple por un lado, pero sumamente profundo al mismo tiempo».
Usted obtuvo el primer premio en el Concurso Dr. Luis Sigall a los 19 años. ¿Cómo fue que decidió radicarse en Chile después?
«El Sigall fue en 1992… ¡En el siglo pasado! Ésa fue una historia de amor, conocí a una chilena con quien formé familia. Era un pololeo intercontinental sin redes sociales como ahora, puras cartas y fax. Si no, difícilmente me habría venido a vivir a Chile».
Pero además, usted se enamoró del país en muchos sentidos.
«Sí, también. En primer lugar de la chilena, pero del país también, Me llamó la atención lo cariñosa que es la gente, lo bello que es el país, la naturaleza. Fue mi primer encuentro con el océano también, con un mar tan gigante y poderoso. Fue todo bien especial. Fue mi primer encuentro con los terremotos también. Recuerdo que estaba ensayando en el teatro y empezaron a caer pedacitos de estuco del techo. Me asusté porque nunca había visto temblar».
Usted se radicó en Valdivia tempranamente.
«Así es. Bastante luego, en realidad. Vine a vivir a Chile a fines de 1995. A Valdivia vinimos en 1997, dos años más tarde. Y estoy trabajando en el Conservatorio de la Universidad Austral desde el año 2003. Llevo un buen tiempo haciendo docencia, tengo mucho alumnos que se han titulado, han seguido sus carreras en el extranjero, perfeccionándose; otros se han quedado aquí, uno de ellos formó su propio conservatorio. Ya han pasado hartas cosas».
Además, se enamoró de la música chilena.
«También. He hecho varios trabajos bastante extensos. De hecho, recientemente terminamos de grabar un bonito proyecto, con las doce tonadas de Pedro Humberto Allende en arreglo para clarinete y piano con Caitanya Estuardo, que es músico de la Orquesta de Cámara de Valdivia y un gran amigo mío. Acaba de terminar la página web donde están accesibles esas grabaciones».
Este disco de EstuAbols Dúo se titula Raíces, y contrasta a Chile y España, a través de las doce tonadas de Pedro Humberto Allende, una Fantasía de Ramón Carnicer y dos obras de Miguel Yuste. Se puede escuchar en forma gratuita en Estuabolsduo.com.
En 2004 y 2005, Armands Abols grabó los dos volúmenes de la compilación Bicentenario del piano chileno, con la Academia Chilena de Bellas Artes, de cual es socio correspondiente, a través del sello SVR. En el primer volumen, registró cinco Doloras y cinco Acotaciones Líricas, de Alfonso Leng, diez Preludios de René Amenguarl, y también piezas de Carlos Boto, Carlos Riesco y Santiago vera.
En Bicentenario del piano chileno, volumen II, grabó cinco Poemas Trágicos de Domingo Santa Cruz, la Suite Andina de Carlos Lavín, una Sonara de Carlos Riesco, Nueve relatos para piano de Fernando García, y Tres Temporarias de Santiago Vera. Además, en este disco de 2005 hizo la primera grabación de la Tercera Sonata de Enrique Soro, lo que sería el punto de partida para una revalorización de este compositor chileno. Ya en 2019, también con SVR Producciones, y junto a las pianistas María Paz Santibáñez y Svetlana Kotova, publicaron Integral de las tres sonatas para piano.
Centrémonos en dos de los compositores que usted ha difundido. ¿Qué es lo que más le gusta de Enrique Soro ?
«Estilísticamente, Enrique Soro está un poco fuera de su época, como es el caso también de Sergei Rachmaninov, que no se llevaba por la tendencia de escribir de manera moderna y buscar nuevos lenguajes. Enrique Soro también se mantuvo fiel a lo que sentía, y lo expresó de la manera en que él lo sentía. Es bien melodiosa su música pero, aparte de eso, está muy bien hecha, muy bien escrita. Tiene un muy buen sentido del humor, los scherzos, por ejemplo, siempre me han gustado. Tiene siempre algo juguetón y su escritura para el piano es bastante pianística».
¿Y en el caso de Pedro Humberto Allende?
«Lo que me llamó la atención de Allende, sin duda, es su relación con el folclor, en este caso las tonadas; cómo ha podido incorporar ese elemento nacional, por supuesto de manera un poco más elaborada, con armonías de repente bien extrañas. De hecho, las dos últimas sonatas tonadas son súper extrañas al escucharlas por primera vez; tienen muchos intervalos tritones que fueron considerados diabólicos en el Medioevo. Principalmente es eso: la combinación de la música docta occidental con el folclor chileno, incorporando la melodía y los ritmos. Esas tonadas no son muy pianísticas, son bastante enredosas. Me costó bastante aprender el texto porque no es cosa de llegar a leer. La Tonada N°5, la que todo el mundo la toca, ésa es más sencilla. Pero me costó mucho descifrar las últimas».
A lo largo de su carrera, he admirado mucho su interés por la música chilena de tradición escrita. Parece ser que usted la ve con ojos frescos. justamente porque usted viene de otro lugar. La valoriza sin los prejuicios que se han instalado en la academia, que se traspasan de generación en generación en la enseñanza.
«Seguramente es por eso. Claro».
¿Por qué decidió trabajar por la música local? ¿Por qué está comprometido con la música chilena?
«Porque a este país lo quiero mucho; me han acogido muy bien aquí. Entonces es una forma de aportar. Así como aprendí el idioma y los modismos chilenos, también quería aprender la música que han hecho aquí; de esa manera contribuyo».
Además de ser una de los pianistas más activos en la escena nacional, Armands Abols ha actuado en espacios como el Carnegie Weill y tocado con agrupaciones como la Royal Philharmonic Orchestra. Asimismo, ha grabado para las radios nacionales de España y de Colombia, y para la Televisión Española.
El miércoles 6 de abril, en una actividad organizada por el Conservatorio Laurencia Contreras y la Sociedad de Folclor Chileno, se realizará la primera sesión de la Cátedra Docta Domingo Santa Cruz. Armands Abols participará con un una interpretación suya de Suite Andina de Carlos Lavín, una obra que ha difundido con ahínco. Ya en septiembre de 2017 fue parte del programa que ofreció en el ciclo de Pianistas del Centro de Extensión de la Universidad de Chile. En esa ocasión la hizo dialogar con Rachmaninov, Scriabin y Prokofiev.
«Se va a presentar una grabación que hice esta obra que tengo en mi repertorio, la Suite Andina del compositor Carlos Lavín. También es una obra bien interesante. De hecho, varios alumnos míos han tocado el último movimiento, que se llama Paisaje Lunar, pues les ha gustado mucho. Ese compositor tiene bastante influencia francesa, del impresionismo, pero también tiene elementos nacionales, Encontré bien refrescantes sus obras para mí oído, me gustaron mucho».
Armands Abols viaja a Santiago completamente preparado para darle continuidad a su actividad docente. Entre los ensayos y los conciertos, dará clases en forma remota con su teclado electrónico. «Algo bueno que pasó en pandemia es eso, que se abrió la posibilidad y la gente aprendió a hacer clases a distancia también. Por supuesto que no es lo mismo, pero igual hay muchas cosas que se pueden lograr», comenta el pianista.
El trabajo remoto resulta bien importante en cuanto amplía el acceso, pues hay personas que tienen más dificultades de desplazamiento, por razones geográficas, ¿no?
«Justamente. De hecho, yo tengo una alumna particular que vive en Reñaca, y todas las semanas la escucho, y ha avanzado mucho desde que comenzamos a trabajar. Esto funciona. Si algo bueno hubo en pandemia son esas posibilidades que se abrieron».
Armands Abols fue uno de los primeros músicos en Chile que se convirtieron a modalidad virtual cuando se inició la pandemia. En agosto de 2020, por ejemplo, dio un concierto en live streaming desde su propia casa, como cierre del Festival Toccata Los Río, con obras de Chopin y Schumann. Y después, en el verano de 2021, cuando Frutillar retrocedió a Fase 1, y las Semanas Musicales de Frutillar tuvieron que ser 100$ digitales, Abols participó como solista junto a la Orquesta de Cámara de Valdivia y su director, Rodolfo Fischer, en la Sinfonía de Cámara de Ermanno Wolf-Ferrari.
«Es cierto que hice algunas cosas. Además de ser intérprete, me he acercado bastante a lo que son las producciones audiovisuales, especialmente a la grabación de audio. Es algo que ya hacía desde antes, pero durante la pandemia me tocó armar audios de la Orquesta de Cámara de Valdivia. Eran diez músicos de la orquesta más piano, y me tocó hacer la parte de piano de una obra bien complicada, que era la Sinfonía de Cámara del compositor italiano-alemán Ermanno Wolf.Ferrari. Es muy linda la obra, pero súper ultra difícil. Aparte de ser difícil para el piano, el gran desafío era armarla. Cada uno de los once músicos grabó su parte por separado, no tocando al mismo tiempo, entonces después se tenía que ajustar nota por nota, compás por compás. Fue terrible. Nunca había hecho algo tan difícil».
Entiendo que usted tiene un verdadero estudio en su casa. Eso implica amor también por el sonido mismo, no sólo por la música.
«Así es. Claro».
¿Qué le parece que ahora la Radio Beethoven se escuche en Valdivia, desde noviembre de 2021?
«Es genial. Fantástico. Mientras a más público pueda llegar, es mejor. Últimamente no he escuchado más que las clases de mis alumnos, cuando non estoy estudiando mis obras, que es casi todo el día. Pero espero que la gente aproveche de escuchar esa estación. Qué bueno que han llegado a Valdivia. Cuando he estado en Santiago, recuerdo que la ponía a menudo, y la encontré muy interesante».
Coordenadas *Jueves 7, viernes 8 y sábado 9 de abril. 19:30 horas. Teatro Municipal de Las Condes (Apoquindo 3.300). Armands Abols y la Orquesta Sinfónica de Chile, con la dirección de Rodolfo Saglimbeni, en el Concierto para piano Op. 16 de Edvard Grieg, más Obertura de Ruslán y Ludmila de Mijaíl Glinka y Cuadros de una exposición de Modest Mussorgsky, en la orquestación de Maurice Ravel. *Miércoles 6 de abril. 18:00 horas. Canal de YouTube del Conservatorio Laurencia Contreras de la Universidad del Bío-Bío. Sesión inaugural de la Cátedra Docta Domingo Santa Cruz 2022. Armands Abols interpretará Suite Andina de Carlos Lavín. Además, se programaron dos obras de René Silva Ponce: Señales de San Miguel Arcángel y Tres estudios para organillo y ensamble.
Invitado por el Instituto Italiano di Cultura, el pianista piamontés abordará un repertorio que él mismo está rescatando en dos conciertos gratuitos que dará en Los Andes y Viña del Mar, el 29 y 30 de noviembre. "Estos compositores desarrollaron una importantísima operación de aggiornamento cultural porque tradujeron y trajeron a Italia a los grandes románticos alemanes", apunta.
El lunes 25 y martes 26 de noviembre, estrenará con Luis Orlandini y Gonzalo Cuadra obras comisionadas a Eleonora Coloma y a Rolando Cori. Y, el viernes 29, Alejandro Reyes ofrecerá una lectura nueva de la 2a Partita BWV 1004 de Bach, incluyendo corales y bajo continuo, junto a Vanessa Rojas, Javier Weibel y Oriana Silva, ahondando en el desgarrador luto que vivía el compositor. Dos nuevas propuestas artísticas paralelas a su rol en el Municipal de Santiago.
El estudiante de piano de la Universidad Austral y su colega Alejandra Veloso grabaron diez obras del compositor alemán en el disco Valdivianische Musik. Algunas son para piano solo y otras para piano a cuatro manos. Lo lanzarán el 21 de noviembre en Valdivia y el 29 en Concepción.
"Ellos superaron los límites de lo que se consideraba posible en el piano", indica Boris Giltburg y añade que en las sonatas que interpretará el 26 de noviembre "hay un cuento que la música quiere transmitir al público". El célebre pianista también entrega detales de sus grandes proyectos: la integral de Beethoven y El clave bien temperado.
El director chileno destaca la flexibilidad de la orquesta penquista, que lo eligió como su titular a sólo mese de su debut con la agrupación. Luis Toro Araya adelanta que planea hacer ópera y que es primordial darle espacio a los compositores nacionales jóvenes. Este mes está en Chile: el 7 y 8 de noviembre, vuelve a dirigir a la Sinfónica Universidad de La Serena, en los Wesendonck Lieder de Wagner, Beethoven y Schubert. Y después conduce a la Sinfónica UdeC.
El director y fundador de esta agrupación que tiene 20 años de existencia, hace un positivo balance de las recientes alianzas que han hecho y los nuevos públicos que están acerándose a una temporada que continúa e 23 de octubre con tres solistas nacionales. "Hemos tenido muchos solistas de muy buen nivel, con el apoyo de varias embajadas", comenta.
La obra fundamental del siglo XX será presentada en la 60a Temporada de Cámara UC el 22 y 23 de octubre, celebrando así los 150 años del natalicio de Arnold Schoenberg. El director chileno residente en Suiza, además, dirige a la Sinfónica Nacional Juvenil en la Séptima de Beethoven.
El director sueco debuta el 20 de octubre en el Ciclo Bach Santiago, con dos cantatas y un motete del genio barroco. Además, dirige en tres conciertos a la Orquesta de Cámara de Chile. ""Estoy tan contento por estar de vuelta y reencontrarme con todos mis amigos en Chile, tanto de la Orquesta de Cámara de Chile como de la Universidad Católica. Siempre han sido colaboraciones artísticas muy buenas", dice.
La excepcional intérprete e investigadora que ha sido premiada con el Diapaon dÓr y dirige el Museo San Colombano en Bologna, dará un recital de clavecín el 3 de octubre en la Temporada de la Fundación Guitarra Viva.