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Artes visuales

Galería Gabriela Mistral: habla Florencia Loewenthal

junio 15, 2021

Esta galería ha jugado un rol esencial en el desarrollo de las artes visuales contemporáneas en Chile, dándoles visibilidad a creadores que no tenían cabida en el circuito. Hoy, que el escenario ha cambiado, tienen nuevos focos y los ponen en práctica a través de una convocatoria pública. Aquí, su directora explica cuáles brechas están reduciendo.

Galería Gabriela Mistral: habla Florencia Loewenthal

Florencia Loewenthal. Retrato: Carlos Bogni.

La Galería Gabriela Mistral fue clave en el desarrollo del arte contemporáneo en Chile. Fundada en 1990, fue el espacio donde se exhibieron -y pensaron- todas las expresiones más experimentales que venían cristalizándose y que no se ajustaban a los criterios de las galerías comerciales.

Además de acoger abundantes exposiciones que quedaron en la retina de la sociedad, la galería fue cimentando con el tiempo una valiosa colección de obras producidas entre 1990 y la actualidad. Este acervo ya supera las 150 creaciones de artistas consagrados como Cecilia Vicuña, Gonzalo Díaz, Carlos Altamirano y Juan Castillo, así como Alfredo Jaar, Mario e Iván Navarro, Lotty Rosenfeld, Julia Toro y Voluspa Jarpa, además de nuevas generaciones de creadores, entre ellos, por ejemplo, Norton Maza y Cristóbal Lehyt.

Durante un par de décadas fue, además, la única galería estatal para las artes visuales contemporáneas. Dependió primero del Ministerio de Educación, luego del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, y posteriormente del Ministerio de las Culturas, cuando éste se creó. En 2012 asumió su dirección Florencia Loewenthal, quien dialoga con Radio Beethoven respecto de la madurez de este espacio cultural y sus planes.

Tras meses de cierre físico obligado por la pandemia, la Galería Gabriela Mistral reabrió en noviembre del año pasado, con una exposición de homenaje a Eduardo Vilches que logró reunir obras tributo de 32 artistas gravitantes de nuestra sociedad. Por cierto que además de recibir público presencial, desarrollaron fórmulas virtuales que los han mantenido comunicados con las personas.

Ahora mismo, eso sí, también están trabajando para su programación 2022. La Galería Gabriela Mistral acaba de lanzar su convocatoria a artistas y curadores, chilenos y extranjeros con residencia definitiva en el país. Se elegirán seis proyectos inéditos, entre muestras individuales y colectivas. El concurso cierra el 21 de julio, y las bases se encuentran en Fondosdecultura.cl, plataforma donde se realizan, además, las postulaciones. Ver más detalles en la sección Agenda, de Panorama Cultural.

Tal como en su fundación, hace 31 años, esta galería se concentró en darle visibilidad a las nuevas generaciones y los nuevos lenguajes artísticos que no tenían cabida en el circuito, hoy, que el escenario ha cambiado, apuntan a reducir también otras brechas.

La política de exhibiciones de la Galería Gabriela Mistral, explica Florencia Loewenthal, tiene dos focos. «Por una parte, realizamos concursos públicos anuales como la primera opción de selección, para entregar igualdad de oportunidades a artistas y curadores de todo el territorio nacional; esto es para artistas chilenos emergentes y de mediana carrera. Pero estamos conscientes también de que muchas veces las políticas curatoriales pueden no considerar la libertad de temáticas que se plantean en las convocatorias», comenta la directora de la galería.

¿Qué diferencia a esta convocatoria 2022 de las ediciones anteriores?

«Los criterios de selección que tenemos en esta convocatoria específica, y esto no se había hecho antes, tienen que ver con colaborar con la disminución en la brecha de género en el campo de las artes visuales nacionales. Desde hace bastante tiempo existe una brecha significativa entre los autores varones y mujeres que exhiben a nivel nacional, sobre todo considerando que en las carreras de arte las mujeres superan en porcentaje a los hombres. Y también enfocamos esta convocatoria al trabajo de artistas visuales y curadores emergentes y de mediana carrera, es decir, que tienen una experiencia de entre uno y 20 años de trayectoria profesional. Eso también es nuevo para las convocatorias».

Para comprender estos cambios específicos y por qué se implementaron, ¿cómo era antes la convocatoria?

«Antes era libre, abierta a todos, no había un enfoque específico. No importaba la trayectoria, la edad ni el género, tampoco si era individual o colectiva. Ahora por primera vez hicimos un enfoque revisando ciertas brechas. Nos dimos cuenta de que, siendo una galería pública, teníamos que de alguna manera colaborar con achicar estas brechas que existen. Entonces nos metimos en la brecha de género, entonces este concurso tiene la obligación de elegir 50% de mujeres y 50% de hombres, no importa si son individuales o colectivas. Y el otro objetivo es apoyar también a un sector de las artes visuales que está en plena exploración, en sus primeros pasos y sus primeros acercamientos al público».

La convocatoria es para exposiciones individuales y colectivas, con un límite de recursos, por muestra, de $ 8 millones y de $ 15 millones, respectivamente. La cantidad de exhibiciones individuales y colectivas que programen el próximo año dependerá de la selección que haga un jurado, dentro del presupuesto total, ¿no?

«Exactamente. Hay un comité evaluador, un jurado que va a seleccionar seis exposiciones que se van a programar durante todo el próximo año, sean colectivas o individuales».

Florencia Loewenthal. Retrato de Sammy Benmayor.

Volvamos al tema de la presencia de artistas mujeres en los espacios de exhibición. Mientras estudian en las escuelas de arte, son la mayoría, pero después de que pasan algunos años desde que se titulan, un altísimo porcentaje trabaja en la docencia, ya sea en escuelas o universidades, y son muy pocas las que dedican la mitad de su tiempo a la creación artística. Por eso es importante para ustedes hacer algo para que haya más mujeres artistas que tengan la posibilidad de desarrollarse como creadoras, ¿no?

«Claro, yo creo que tiene que ver también con los procesos de las maternidades, que haya mujeres que quieran tener hijos, por supuesto, y familia. Esta sociedad en la que vivimos generalmente las mujeres somos las que lideramos ese ámbito, entonces muchas veces las artistas mujeres tienen mucho impulso al inicio y en la mediana carrera generalmente es donde se van ‘atrasando’ o dándole tiempo a este otro ámbito, y después tienen que volver a retomar. Entonces ahí hay ciertas cosas que son interesantes de observar y ver de qué manera apoyar también».

Efectivamente, dada la precarización laboral de la actividad artística en Chile, el costo de no contar con prenatal ni posnatal, al ser una actividad económica informal, es al menos un año sin ingresos. En cambio, en la docencia una mujer puede tener alguna forma de contrato, aunque sea de marzo a diciembre.

«Exacto, y en ese sentido impulsa la convocatoria; el presupuesto que tenemos es interesante para la producción de obra e investigación también. En el fondo, apoya a que un artista pueda continuar con su trabajo, teniendo ese apoyo económico».

El presupuesto que se asigna a cada proyecto seleccionado, ¿incluye retribución por el trabajo artístico y también los costos del montaje?

«Exacto. El convenio que se hace con los ganadores considera sus honorarios, la producción de obra, la museografía y el montaje y, aparte de eso, nosotros tenemos un trabajo de difusión, hacemos un catálogo. En el fondo, les damos las mejores condiciones posibles, el mejor piso posible para que los artistas y curadores puedan trabajar y concentrarse en su labor investigativa, creativa y poética».

Dado que la Galería Gabriela Mistral es el espacio público del Estado por excelencia de las artes visuales contemporáneas, donde cualquier ciudadano podría participar, ¿se asegura también que los criterios de selección sean estrictamente artísticos, sin limitaciones ni compromisos?

«Así es. Es un concurso público, todos tienen las mismas oportunidades de participar, con los mismos criterios de selección y de evaluación. También nos reservamos, como política de exhibiciones en la galería, en algunas oportunidades y a través de un comité interno, hacer selección de exposiciones que sean estratégicas y que sean importantes por alguna razón específica que tenga la institución. Por ejemplo, si en el concurso todas las exposiciones que se seleccionan son de artistas de Santiago y hay poca representación de regiones, entonces uno podría decir el próximo año nosotros, como estrategia, vamos a programar actividades y exposiciones que ayuden a acortar esa brecha también. De esta manera, la galería tiene una política mixta, que funciona a través de concurso público y algunas veces también por medio de invitaciones estratégicas para ciertos intereses institucionales».

¿Hacen una corrección, entonces, con otras exposiciones adicionales a las de la convocatoria pública?

«Exactamente».

Hablemos de los especialistas que hacen la selección.

«Justamente por las líneas que estamos trabajando, hay mayoría de mujeres en el comité; hay dos jurados que son de regiones distintas de Santiago y que son curadores, hay dos artistas mujeres, una es de mediana carrera y la otra emergente. Y tenemos también un artista que es académico hace muchos años, entonces tiene un vínculo muy fuerte con los artistas que están saliendo de la universidad. Entonces, la visión que tiene este jurado es bastante transversal, pues intentamos que el jurado sea lo más representativo, que sea como un pequeño mosaico de lo que sucede en las artes visuales,. Y, por cierto, que sea externo al ministerio».

La Galería Gabriela Mistral cumplió 30 años en 2020 y se ubica en Alameda 1381.

La Galería Gabriela Mistral fue impulsada por la periodista Luisa Ulibarri, quien estuvo a cargo de este espacio en su primera etapa. Luego fue dirigida por Claudia Zaldívar (2002-2010), en cuyo período se concretaron dos exposiciones de enorme peso: Juan Downey: Instalaciones, dibujos y videos (1995) yJAAR/SCL, de Alfredo Jaar (2006).

En 2011, sin embargo, se anunció el cierre de esta galería, medida que se corrigió en un primer momento como un traslado ante el reclamo generalizado de la escena nacional de las artes visuales, y que finalmente no se concretó: la galería se mantuvo en Alameda 1381.

¿En qué momento está hoy la Galería Gabriela Mistral? ¿Considera que hay una consolidación destacable? ¿Siente que ha logrado algunos de los objetivos que tenía cuando asumió la dirección, en 2012?

«Yo creo que sí. Me dieron varias misiones cuando asumí. La galería había estado en ese lugar de entredicho de qué era lo que iba a pasar. Estuvo cerrada casi un año, entonces, me tocó remontarla. A mí me ha parecido siempre que el espíritu de la galería estaba bien orientado desde el principio, así que yo siempre traté de mantenerla en esa línea que tiene que ver con promover el conocimiento y la experimentación de los artistas. Y ahora se ha ido enfocando cada vez más en nuevos objetivos, al haber otros espacios, al ser el escenario distinto al del nacimiento de la galería. Actualmente hay muchos más espacios, emergentes y consolidados, y hay espacios del ministerio. El escenario está mucho más poblado. Entonces, empezamos a identificar cuál debería ser nuestro norte, y ahí nos enfocamos en mediana carrera y emergentes, un poco por el espacio físico y técnico de la galería, y también por una necesidad del sector. Estoy contenta con todos estos años de trabajo».

Entre los nuevos espacios estatales que surgieron en los últimos años para las artes visuales actuales, están el Centex, en Valparaíso, y el Centro Nacional de Cerrillos. ¿Cómo se han vinculado con la Galería Gabriela Mistral? ¿Tienen ya proyectos de trabajo en conjunto?

«Sí, absolutamente. Se creó una nueva Secretaría Ejecutiva de las Artes de la Visualidad en el ministerio, donde estamos todos en un mismo programa, y por eso cada uno tiene un objetivo y una orientación distinta, y estamos colaborándonos permanentemente. De hecho, la colección de la galería está ubicada en el depósito del Centro Nacional de Arte contemporáneo. Nosotros estamos en permanente comunicación no sólo con el Centro Nacional, sino también con la Secretaría Ejecutiva de Artes Visuales».

No es exactamente de su competencia, pero quisiera su perspectiva. En las décadas que tiene de existencia el Fondart, se ha creado un gran volumen de obra, que es importante, que es un acervo patrimonial actual. ¿Cómo ve la circulación de esas obras? ¿Ve posible que exista un trabajo curatorial con este cuerpo de obra que ha nacido a través de la inversión pública vía fondos concursables?

«No estoy en esa área, pero sé que ha habido y hay varios proyectos de puesta en valor de los ganadores de los concursos anteriores, incluso regionales. Se está haciendo circular muchas obras y exposiciones con los seremis regionales, ahora, en redes sociales. Hace poquito, además, en la Secretaría Ejecutiva de Artes Visuales se hizo un concurso de adquisición de obras de arte. Se adquirieron cerca de 200 obras el año pasado, y se está haciendo un programa para hacer un catálogo, hacerla circular, hacer exposiciones y micro-curatorías. Todo eso está en proceso, aunque yo no estoy a cargo de eso».

¿Por qué es importante para la Galería Gabriela Mistral dar cuenta de la diversidad de la creación artística de hoy en día, en formatos, recursos, temáticas y lenguajes?

«Es importante porque la galería es un espacio público que promueve la creación, el conocimiento y la experimentación, y que también contribuye a los procesos de construcción de identidad de las comunidades, a partir de esta diversidad de exposiciones que se presentan. Esto considera artistas, escultores, pintores, grabadores y todas las disciplinas que se encuentran en el mundo de las artes visuales».

Por Romina de la Sotta Donoso | 15-06-2021.

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