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Historia

Patricio Bernedo, director del Centro UC para el Diálogo y la Paz: "La idea es que podamos ir forjando, de a poco, una cultura de paz en nuestro país"

agosto 5, 2023

El historiador hace un balance del ciclo de seminarios "1973: a 50 años del golpe de Estado, lecciones desde el pasado, para hoy y el futuro", que el 9 de agosto reunirá cuatro miradas de líderes de opinión. Reconoce que "no es un ejercicio fácil" dialogar sin agresiones, pero se está logrando. "Es imposible que sean rápidos estos procesos de ir generando cultura de diálogo y de paz", aclara.

Patricio Bernedo, director del Centro UC para el Diálogo y la Paz: "La idea es que podamos ir forjando, de a poco, una cultura de paz en nuestro país"

Patricio Bernedo, director del Centro UC por la Paz y el Diálogo y académico del Instituto de Historia UC.

Entre 2012 y 2006, fue director del Instituto de Historia UC y luego, entre 2013 y 2022, decano de la Facultad de Historia, Geografía y Ciencia Política UC. Este año Patricio Bernedo cumple 35 años como profesor del Instituto de Historia UC, unidad académica donde obtuvo su licenciatura, para doctorarse en la Katholische Universität Eichstätt, en Baviera y su foco investigativo se ha centrado en la historia económica y de los medios de comunicación en Chile y Latinoamérica, así como en la inmigración europea en el sur de nuestro país.

En abril pasado, Patricio Bernedo asumió como director del recién creado Centro UC para el Diálogo y la Paz. Este espacio académico interdisciplinario tiene como misión colaborar en la comprensión y resolución integral de conflictos e instalar una cultura de diálogo y paz, tanto en la Universidad Católica como en la sociedad en general. Así, busca contribuir en desafíos actuales que vivimos a nivel regional y nacional, como la crisis migratoria, el conflicto en la Araucanía y la fragmentación y el desprestigio del sistema político.

Al cumplirse 50 años del último Golpe de Estado en nuestro país, el Centro UC para el Diálogo y la Paz tiene un rol fundamental en la necesaria reflexión de la comunidad universitaria en torno a un tema que el profesor Patricio Bernedo ha abordado en algunas de sus publicaciones. Es el caso de La Prensa durante la Unidad Popular y la destrucción del régimen democrático, capítulo del libro 1973, la vida cotidiana de un año crucial (Editorial Planeta, 2003), volumen coordinado por el profesor de Historia UC Claudio Rolle. También, del artículo A tres décadas del golpe: ¿Cómo contribuyó la prensa al quiebre de la democracia chilena? para Cuadernos de la Información n°16-17 (2003-2004) de la UC, que escribió en colaboración con William Porath.

El profesor Patricio Bernedo.

Una de las iniciativas que está desarrollando el Centro UC para el Diálogo y la Paz es el ciclo «1973: a 50 años del golpe de Estado, lecciones desde el pasado, para hoy y el futuro», que consiste en cinco seminarios con actores de distintos ámbitos, abiertos a la ciudadanía.

Ya se han realizado tres seminarios, con académicos, estudiantes y rectores de universidades, y el miércoles 9 de agosto, en el cuarto, se pondrá el foco en las miradas de líderes de opinión. Habrá una introducción del rector UC Ignacio Sánchez, y otra de Patricio Bernedo, quien además moderará el diálogo entre Josefina Araos, investigadora del Instituto de Estudios de la Sociedad, IES, el periodista Daniel Matamala, Ricardo Brodsky ex director de los museos de la Memoria, Gabriela Mistral y Benjamín Vicuña Mackenna y Loreto Cox, profesora de la Escuela de Gobierno UC.

«Los seminarios del ciclo ‘1973: a 50 años del golpe de Estado, lecciones desde el pasado, para hoy y el futuro’ se tratan de tomarnos el tiempo para dialogar, reflexionar y compartir distintas visiones, en un contexto moderado, que sea lo más dialogante, civilizado y ciudadano posible, y eso lo hemos logrado»

Patricio Bernedo, director del Centro UC para el Diálogo y la Paz

Radio Beethoven ha conversado con el profesor Patricio Bernedo al respecto de este ciclo de encuentros, el quehacer del Centro UC para el Diálogo y la Paz y la relevancia de demostrar, con los hechos, que es posible dialogar sin agresiones sobre los 50 años del Golpe. «No es un ejercicio fácil», reconocerá. «Hay mucho que conversar, hay mucho que dialogar, hay muchas lecciones que sacar», dirá. Y reflexionará también sobre las heridas que no han cicatrizado y la importancia de comprometerse con el ejercicio del diálogo.

¿Cómo surge la idea del ciclo «1973: a 50 años del golpe de Estado, lecciones desde el pasado, para hoy y el futuro», que es tan importante el día de hoy?

«La idea para generar cinco seminarios de análisis a propósito de los 50 años del Golpe de Estado en Chile surge del contexto de la creación del Centro UC para el Diálogo y la Paz, que fue inaugurado en abril recién pasado, a partir de una suerte de diagnóstico que fuimos construyendo con un grupo encabezado por el rector Sánchez y otros académicos y académicas de la universidad, de que nuestro país está cada vez más tensionado, está con una sensación de crisis muy fuerte y mucha gente con miedo también, y que estos 50 años se podrían prestar para ahondar aun más las heridas si no se administraba bien y no se conversaba y dialogaba correctamente en torno a estos 50 años del Golpe. El proyecto que ya está en el cuarto de los cinco seminarios. Se trata de tomarnos el tiempo para dialogar, para reflexionar, para compartir distintas visiones y en un contexto moderado, que sea lo más dialogante, civilizado y ciudadano posible, y eso lo hemos logrado».

¿Cuál es el balance de los tres seminarios que ya han realizado? Entiendo que han participado diversas personas de la comunidad de la Universidad Católica y también invitados, ¿no?

«Exactamente. Hemos tenido muy buena asistencia de público en estos seminarios que hemos realizado en Campus San Joaquín y en la Casa Central, en el Salón de Honor. El público ha sido muy variado y masivo, y hemos tenido participantes tanto de la Universidad Católica como también de otras partes del país. Desde esa perspectiva, la verdad es que estamos muy contentos, muy satisfechos con lo logrado hasta ahora. Son personas de distintos ámbitos las que hemos ido invitando. El primero de estos seminarios fue con académicos y académicas de nuestra universidad, pero mayoritariamente de otras universidades del país; también estuvimos con estudiantes y en este caso, preferimos concentrarnos en los estudiantes de la Católica, de distintos niveles, pregrado y posgrado. Consideramos que ese seminario en particular, el de los estudiantes, fue una demostración de que cuando uno hace una convocatoria a un lugar donde tú entregas seguridad para el diálogo, ese diálogo puede funcionar muy bien. El tercer seminario fue con rectores y una rectora, y el rector Sánchez, de la Católica, invitó a dialogar, a debatir, y eso también funcionó muy bien, también tuvimos una muy buena reacción por parte de los asistentes, que lo hacen tanto en modo presencial como en línea a través de YouTube».

Panelistas del primer seminario del ciclo: Oriana Bernasconi, José Luis Cea, Isabel Torres, Patricio Bernedo, Alfredo Sepúlveda, y Stephan Ruderer. Foto: César Cortés.

Se han realizado tres fechas del ciclo «1973: a 50 años del golpe de Estado, lecciones desde el pasado, para hoy y el futuro». El primer seminario, en abril, reunió a los académicos Isabel Torres, de Ciencias Históricas de la Universidad de Chile; Alfredo Sepúlveda, de la Facultad de Comunicación y Letras de la Universidad Diego Portales; José Luis Cea, de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica; Oriana Bernasconi, del Departamento de Sociología de la Universidad Alberto Hurtado; y Stephan Ruderer, del instituto de Historia de la Universidad Católica (ver nota aquí y ver registro audiovisual aquí).

A inicios de junio fue el turno de los estudiantes. Participaron Sabina Orellana, presidenta de la FEUC y estudiante de Derecho y Actuación; Sebastián Arancibia, del magíster en Sociología UC y coordinador del Colectivo Memoria y Derechos Humanos UC, Lukas Navarrete, de Historia y Comunicaciones UC; Rayen Alarcón, de Derecho UC e integrante de la organización de estudiantes indígenas Trawun Tinkuy, y Pablo Errázuriz, abogado UC y estudiante de Historia UC (ver nota aquí y ver registro audiovisual aquí).

En julio se reunieron cuatro rectores universitarios: Ignacio Sánchez, de la Universidad Católica; Carlos Saavedra, de la Universidad de Concepción; Marisol Durán, de la Universidad Tecnológica Metropolitana; y Rodrigo Vidal, de la Universidad de Santiago (ver nota aquí).

El segundo seminario del ciclo, que abordó miradas desde el estudiantado UC, contó con la presencia de estudiantes de la educación secundaria. Foto: César Cortés.

¿Qué nos puede adelantar del próximo seminario y los expositores que participarán?

«El cuarto de estos seminarios es con lideres de opinión y será el 9 de agosto, a las 9.30 horas en el Salón de Honor, en la Casa Central UC. Tendremos como invitados a Loreto Cox, profesora de la Escuela de Gobierno de nuestra universidad, a Josefina Araos, historiadora también, que trabaja en el Instituto IES, a Ricardo Brodsky, literato y muy conocido porque él dirigió el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, y también a nuestro exestudiante Daniel Matamala, muy conocido periodista, conductor de televisión y columnista».

«Las heridas no han cicatrizado, pero como espacio universitario dentro de la Universidad Católica queremos abstraernos de la polarización y buscar énfasis en el diálogo y en cómo podemos cuidar nuestra democracia y evitar que se repitan las situaciones críticas que tuvo nuestra democracia, el Golpe y las violaciones a los derechos humanos»

Patricio Bernedo, director del Centro UC para el Diálogo y la Paz

De acuerdo con la experiencia de estos tres seminarios que ya se realizaron, ¿es posible dialogar sobre los 50 años del Golpe sin pelear, sin agresiones?

«No es un ejercicio fácil. No es un ejercicio fácil. Hemos visto en las últimas semanas, en los últimos meses, que a nivel de opinión pública la situación en torno a la conmemoración de estos 50 años lamentablemente se ha ido tensionando. Se ha ido tensionando quizás más allá de lo que uno pensaba inicialmente, pero también eso te muestra que las heridas son grandes. Las heridas no han cicatrizado, no van a cicatrizar probablemente durante mucho tiempo. Pero nosotros, como espacio universitario dentro de la Universidad Católica, lo que sí queremos es tratar de abstraernos de esas tensiones, de esa polarización que uno percibe afuera, no perder el control y buscar énfasis en el diálogo, en cómo podemos cuidar nuestra democracia y evitar que se repitan las situaciones críticas que tuvo nuestra democracia, el Golpe y las posteriores violaciones a los derechos humanos. Ahí tenemos una mirada completa de estos 50 años en el sentido de cuestionarnos muy fuertemente qué pasó con nuestra democracia, qué pasó con nuestra clase política y no solamente, como mucha gente trata de enfocarlo, entre el 70 y el 73, sino también en los años anteriores, cuando muchos actores, desde la izquierda y la derecha, sospechaban, no les gustaba finalmente el sistema democrático y eso tuvo consecuencias. Finalmente esta crisis política desemboca en un golpe militar, y genera un nuevo período de dictadura, prácticamente 17 años de dictadura y con la violación a los derechos humanos y todavía la tremenda deuda pendiente de que hay muchas personas cuyos cuerpos no se han encontrado. Me refiero a los detenidos desaparecidos. Entonces, desde esa perspectiva aquí hay mucho que conversar, hay mucho que dialogar, hay muchas lecciones que sacar».

Me hace sentido lo que dice, porque la discusión no puede partir en el 73, pero tampoco puede partir en 1970, como si fuera un juego de ping-pong. Son procesos largos. Además, son hechos históricos; no se puede trabajar solamente con la opinión. A veces escuchamos declaraciones en el sentido de «tengo derecho a opinar lo que yo opine», pero si eso se ejerce obviando la realidad, ¿qué sentido tiene? Para usted, como historiador, imagino que es fundamental estar de acuerdo en que los hechos son el punto de partida para el diálogo.

«Claro, exactamente. Ése es un muy buen punto. En historia uno busca explicaciones racionales en base a evidencias de qué fue lo que pasó. O intenta hacerlo. Ahora, en este tipo de situaciones opera también lo que se llama ‘la memoria’, y la memoria es muy válida para efecto de mantener ciertas cuestiones, ciertos recuerdos vivos para efectos de que, entre otras cosas, esos actos atroces, esas crisis no se vuelvan a repetir. Pero obviamente esa memoria por ningún motivo debe nublar la inteligencia para efecto de un análisis más racional que lleve finalmente a buenas explicaciones y a sacar lecciones respecto de un hecho tan complejo de nuestra historia, probablemente el más complicado que tenemos, que es el 11 de septiembre del 73».

He percibido que en los últimos diez años la Universidad Católica ha realizado actos concretos de reconocimiento y memoria histórica. Recuerdo un acto de reconocimiento de los profesores exonerados después de 1973, también una entrega de títulos póstumos a estudiantes detenidos desaparecidos o ejecutados, y también la inauguración de la Plaza por la Paz en San Joaquín, que fue este año 2023.

«Exactamente. Ha habido en los últimos años una serie de reconocimientos respecto de situaciones muy injustas, muy arbitrarias, que vivió parte de la comunidad de la Universidad Católica y eso partiendo por los profesores y profesoras que fueron exonerados después del Golpe. También hubo funcionarios y estudiantes que fueron expulsados después del Golpe. Y al mismo tiempo, la parte más terrible es la que se refiere a toda una parte de la comunidad y que incluye académicos, académicas, estudiantes y funcionarios igualmente del DUOC, que entraron en esa terrible lista de los ejecutados políticos y de los detenidos desaparecidos. Entonces en función de eso, el 11 de abril recién pasado, en el contexto de la conmemoración de los 60 años de la encíclica Paz en la Tierra, Pacem in Terris, del Papa Juan XXIII, el rector Ignacio Sánchez inauguró la Plaza de la Paz en el Campus San Joaquín, en donde hay un memorial con los 31 nombres de los detenidos desaparecidos y ejecutados políticos de nuestra comunidad universitaria. Ése fue un acto muy emotivo, bastante reconocido, diría yo, por todos lo sectores de la universidad y fue un gesto precisamente de paz, de diálogo, para la comunidad universitaria, pero también para todo el país».  

Ceremonia de inauguración de la Plaza de la Paz, en abril pasado. Foto: Karina Fuenzalida.

La Plaza de la Paz fue inaugurada a inicios de abril pasado y fue diseñada por Claudio y Francesco di Girolamo, Alberto Moreira, Francisco Gazitúa, y Luis Montes. Interviene 712 metros cuadrados y se ubica junto al Templo del Sagrado Corazón, en el Campus San Joaquín (Vicuña Mackenna 4.860).

«En esta plaza se honra a treinta y un miembros de nuestra comunidad universitaria como muestra de nuestro compromiso por instalar en nuestro país una cultura de la paz, por trabajar al interior de la comunidad y sociedad”, declaró en la ceremonia el rector UC Ignacio Sánchez. Un mural contiene los nombres de los académicos, profesionales y estudiantes ejecutados y detenidos desaparecidos de la UC tras el Golpe de Estado (ver nota aquí).

Sesenta frases que convocan la paz fueron incluidas en la Plaza de la Paz, así como los nombres de los miembros de la comunidad universitaria que fueron detenidos desaparecidos o ejecutados políticos durante la dictadura. Foto: César Cortés.  

El rector Sánchez, entonces, se disculpó por la “omisión y tardanza” de este reconocimiento. “Mi compromiso como rector de la UC es declarar de manera oficial y solemne que situaciones externas de atropello a la libertad académica no pueden volver a repetirse al interior de nuestra universidad”, dijo. “Reitero la más firme defensa de la autonomía universitaria, que debe impedir en el futuro ser cómplices de una intromisión externa a los valores de la UC en el sentido de resguardar siempre el respeto de las ideas y de la libertad de cátedra centrados en la dignidad, protección y crecimiento de las personas”, agregó el rector Sánchez.

Uno de los elementos profundamente simbólicos de la ceremonia de abril pasado. Foto: Karina Fuenzalida.

Antes, en 2015, se realizó un solemne acto de reconocimiento a 67 académicos que fueron exonerados después del Golpe (ver nota aquí) y en 2013, la Universidad Católica entregó títulos póstumos, en conjunto con la Federación de Estudiantes de la UC.

«La idea es que podamos ir forjando, de a poco, una cultura de paz en nuestro país. Obviamente son procesos lentos, es imposible que sean rápidos estos procesos de ir generando cultura de diálogo y de paz»

Patricio Bernedo, director del Centro UC para el Diálogo y la Paz

Considerando su trayectoria académica, que usted es un historiador e investigador especializado en varias temáticas, que usted fue director y también decano de la Facultad de Historia UC, ¿cómo ha sido para usted asumir la dirección del Centro UC para el Diálogo y la Paz? ¿Cuán importante ha sido para usted como académico y como historiador?

«La verdad es que después de haber estado nueve años de decano, precisamente de la Facultad de Historia, Geografía y Ciencia Política, asumir este encargo que me ofreció el rector Sánchez lo tomo como un desafío, como un lindo desafío y, obviamente, complejo, porque esto va más allá de los 50 años del Golpe. La idea es que podamos instalar en nuestro país instancias de diálogo, instancias de entendimiento, e ir forjando, de a poco, una cultura de paz en el país. Obviamente son procesos lentos. Pero queremos poner nuestro foco inicial fuertemente en la formación de nuestros estudiantes, especialmente en nuestros estudiantes de pregrado, entregando cursos nuevos en torno a estas temáticas de diálogo, paz y cultura de paz, y también generar talleres de diálogo. De hecho, en este momento estamos trabajando con la Pontificia Universidad Católica del Perú para dictar a distancia un curso para estudiantes de pregrado de esa universidad. Así que lo hacemos con mucha energía y con mucha creatividad también, pero también con mucho realismo, en el sentido de entender que estos procesos son muy lentos. Los procesos de ir generando cultura de diálogo, de ir generando cultura de paz, es imposible que sean rápidos. También lo hacemos evitando que esto pueda parecer una ingenuidad, desde la perspectiva de que cualquier cosa que se diga en torno a la paz sean solamente como buenas intenciones. Por el contrario, se trata de ir mostrando con hechos concretos cuestiones relativas a cómo tener una sociedad mejor en el mediano y largo plazo. Así que estoy muy motivado y creo que mi perspectiva de historiador ayuda a entender estos procesos en el tiempo, entender que no son automáticos, sino que se van construyendo y que hay que irlos potenciando y construyendo en el tiempo».

Profesor, entonces, talleres y cursos, ¿ya se han hecho con el estudiantado o se programa hacerlo?

«Se están programando. Se están creando nuevos cursos, probablemente de formación general, para el próximo año ya. El centro lo acabamos de inaugurar en abril, pero ahora en agosto tenemos un curso intensivo con los estudiantes de la Pontificia Universidad Católica del Perú».

«Tenemos un desafío muy atractivo en el cómo abordar las temáticas del Centro UC para el Diálogo y Paz, por ejemplo, a partir del arte y la poesía. Ahí estamos haciendo un trabajo de planificación muy intenso para el año 2024»

Patricio Bernedo, director del Centro UC para el Diálogo y la Paz

Uno podría soñar con que más adelante se podría hacer también extensión. En realidad, uno puede soñar muchas cosas con el Centro UC para el Diálogo y Paz, también en cuanto a las temáticas. Quizás, por ejemplo, a diez años del estallido se puede hacer reflexión sobre eso. El Centro UC para el Diálogo y la Paz puede ser el punto de partida para muchas cosas, ¿no?

«Exactamente. A propósito de lo que usted dice, Romina, el punto aquí es que camino de formación es la sala de clases, pero también tenemos fuera del aula espacios que a veces son incluso más importantes, y yo creo que ahí tenemos un desafío muy atractivo en el cómo abordar las temáticas del Centro UC para el Diálogo y Paz, por ejemplo, a partir del arte, cómo abordarlas a partir de la poesía. Ahí estamos haciendo un trabajo de planificación muy intenso para el año 2024, en donde queremos enfatizas esos otros lineamientos. Y también debemos mirar afuera. Éste es el primer centro de estas características que se crea en nuestro país, sin embargo a nivel internacional en la mayoría de los países existe este tipo de centros, algunos de ellos muy desarrollado. Entonces debemos ir mirando esas experiencias, ir conociendo, ir generando contactos hacia afuera y trayendo esas buenas experiencias a nuestro país. Ahí, lo que es extensión y lo que son los medios de comunicación van a ser un trampolín, un apoyo clave para efectos de lograr los impactos que nosotros queremos ir generando en nuestra sociedad».

Retornando al seminario del 9 de agosto del ciclo «1973: a 50 años del golpe de Estado, lecciones desde el pasado, para hoy y el futuro», el público interesante podría conectarse a la transmisión en streaming, o también asistir presencialmente a Casa Central UC?

«Pueden asistir presencialmente, hay un link de inscripción. Vamos a dar a conocer el link de YouTube probablemente un día antes, especialmente para que quienes están fuera de Santiago o fuera del país puedan ‘asistir’ a este seminario. Están todos invitados, ya sea de manera presencial o virtual, a escuchar ahí a nuestros cuatro panelistas de ese día».

A propósito, pensando en una invitación para los auditores de radio Beethoven para este cuarto seminario del ciclo. ¿Qué tipo de experiencia usted los invitaría a vivir? ¿Por qué es interesante participar en este seminario?

«Es interesante participar en este cuarto seminario, debido a que tendremos en esta ocasión la visión sobre los 50 años del Golpe de Estado en Chile a partir de personas que ejercen un liderazgo de opinión en los medios de comunicación, unos más conocidos que otros, quienes van dándole una impronta a la discusión pública en Chile en torno a estos 50 años del Golpe. Así que están todos muy, pero muy invitados e invitadas a asistir a esta conversación entre cuatro personas».

Coordenadas
Miércoles 9 de agosto, 9:30 horas. Salón de Honor San Alberto Hurtado de la Casa Central UC (Alameda 340). Inscripciones gratuitas aquí. El link de la transmisión en streaming se anunciará aquí.

Por Romina de la Sotta Donoso | 05-08-2023.

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