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Música

Gustavo Miranda: "Beethoven debe ser el compositor más honesto que conozco"

noviembre 2, 2022

El pianista volvió a radicarse a Chile y da inicio a la integral de Beethoven con dos conciertos en el Centro Cultural Las Condes. "Es casi infinito el rango de interpretaciones que se puede lograr, a pesar de lo específica que es cada frase en la concepción de Beethoven", dice.

Gustavo Miranda: "Beethoven debe ser el compositor más honesto que conozco"

Gustavo Miranda-Bernales (31) está de vuelta en Chile. Tras residir 13 años en Estados Unidos, hace poco más de un año volvió a radicarse en Santiago. «Estuve harto tiempo allá», ríe el pianista.

A los 16, se fue a Nueva York para estudiar, becado, en la prestigiosa Juilliard School of Music. Su estadía fue apoyada también durante ocho años por la Corporación Amigos del Teatro Municipal. Obtuvo el grado de bachiller y máster bajo la dirección de los profesores Robert McDonald y Julian Martin. Este último lo describió “como el mejor estudiante de una muy buena generación de la escuela”. Aseguró, además, que se distingue por “una interpretación marcada por una madurez inusual, profundidad de comprensión… y una excepcional habilidad comunicativa”.

El 3 de noviembre, Gustavo Miranda-Bernales da inicio a uno de sus más ambiciosos proyectos artísticos. Interpretará la integral de las sonatas de Ludwig van Beethoven. Sobre eso, Radio Beethoven conversó con el pianista.

¿Qué lo motivó a volver a Chile?

«Bueno, quería reconectarme con Chile porque me fui bien joven, a los 16 años, y creo que por un tiempo perdí un poco el contacto con Chile y no quería que eso pasara. Así que volví y me reencontré con amigos y con personas que fueron muy importantes en mi formación como pianista. Quería volver al lugar desde donde yo emergí en todo aspecto, como persona y como artista». 

En estos últimos años, Gustavo Miranda-Bernales ha articulado sus estudios en Nueva York con giras por Asia, Europa y América. En Forth Worth, en septiembre de 2015, su actuación fue calificada por la plataforma Theater Jones como “contagiosa” y un “éxito absoluto”.

En Chile, el pianista ya ha actuado junto a las más importantes orquestas, con la Sinfónica de Chile, la Filarmónica de Santiago, la Orquesta de Cámara de Chile, la Orquesta de Cámara del Teatro Municipal y la Orquesta Usach. También ha dado recitales en escenarios como el Teatro Municipal de Santiago.

Su formación inicial como pianista la realizó en el Instituto de Música UC y obtuvo tres premios en el Concurso Claudio Arrau.

¿Qué representó para usted su tiempo como estudiante en el Instituto de Música UC?

«Para mí el Instituto de Música UC fue muy importante porque yo prácticamente inicié mis estudios de piano allá, cuando tenía alrededor de ocho años. Pasé parte de mi infancia en el Campus Oriente, entonces tengo muchos recuerdos de ahí, las clases de piano, las clases de teoría.. Aprendí mucho, avancé relativamente rápido y empecé después las clases universitarias. Realmente fue un paso fundamental en mi formación antes de irme a Estados Unidos. Miguel Ángel Jiménez fue mi primer profesor de piano y después estudié con María Iris Radrigán». 

Gustavo Miranda-Bernales tiene dos conciertos agendados en el Centro Cultural Las Condes. Ambos serán a las 19:30 horas, los jueves 3 y 10 de noviembre. En ambos programas abordará exclusivamente sonatas de Ludwig van Beethoven (1770-1827).

¿Qué lo motiva a interpretar a Beethoven?

 «Las sonatas de Beethoven son un repertorio que está totalmente vivo. Es un repertorio con una energía muy especial, tanto para el público como para el intérprete. El compenetrarse con cada obra es de una gran dificultad para el intérprete, pero es un repertorio que está vivo hoy, igual como lo estaba cuando fue escrito».

Es impresionante pensar que ha pasado tanto tiempo desde el momento en que Beethoven hizo lo que hizo, cambiando significativamente la historia de la música no sólo por el lenguaje musical, sino también por las innovaciones estéticas y técnicas que desarrolló. En su momento debe haber sido vanguardista y hoy es canónico, ¿cómo ve eso usted?

«Sí, definitivamente creo que trasciende una época y trasciende un estilo. Beethoven debe ser el compositor más honesto que yo conozco. Lo que escribe, lo que pone en sus obras es directamente lo que él sentía, de lo que él vivía emocionalmente, entonces es muy específico lo que él pide en los fraseos. Yo creo que él pasó mucho tiempo pensando en estas obras para escribir exactamente lo que él quería; de hecho, había momentos en los que él borraba pasajes completos, después los volvía a escribir, recuperaba lo que había borrado, entonces hay mucha planificación para dejar clarísimo el mensaje de lo que él quería, y ése es el rol del intérprete, primero entender exactamente lo que él escribió, y luego hacerlo propio, hacer como si fuera uno el que lo escribió, lo cual es muy difícil de lograr. Toma muchos años el compenetrarse con cada sonata, porque son todas muy diferentes. Cada sonata tiene un carácter distinto, un estilo distinto, una forma de componer diferente. Entonces ése es un gran desafío y es muy interesante compartirlo con el público».

Desde las primeras veces que usted escuchó la música de Beethoven, y las primeras veces que empezó a tocar obras de Beethoven, primero como estudio y después ya con público, en vivo, se va dando a través del tiempo un desarrollo de la comprensión suya del compositor y además siempre se van descubriendo cosas nuevas, ¿no?

«Claro. Yo probablemente empecé con Beethoven antes de los 10 años. Primero tocaba las sonatas más pequeñas, me acuerdo que la primera que estudié fue la opus 14 n°1 que va a estar en el primer programa que voy a ofrecer ahora el 3 de noviembre en Las Condes. Me acuerdo de esa sonata, la aprendí en la infancia. Ha habido distintos momentos de mi vida en los cuales he aprendido distintas sonatas de Beethoven y las he abordado en forma muy diferente. Por ejemplo, me acuerdo de que la primera que aprendí la aprendí en muy poco tiempo, en un mes, o menos de un mes, cuando preparé la opus 14 n°1 para un concurso, y gané el concurso. Después, en mi adolescencia, también aprendí otras sonatas de Beethoven y pasé varios años con la misma obra, dejándola y retomándola, y así. Hasta que llegó el punto en que ya había tocado en público casi 20 sonatas de Beethoven, entonces me dije ‘bueno, voy a agregar las que faltan’, y ahora quiero hacer el set completo, de las 32 sonatas. Definitivamente va cambiando el approach a cada sonata con la experiencia de vida que uno tiene, con la experiencia tocando en público y tocando otras obras de otros compositores también. Todo eso va influenciando la interpretación de las sonatas de Beethoven».

Eso es interesante; no sólo el estudio de las propias partituras de Beethoven, de su biografía y de lo que se ha escrito respecto de él, de los análisis que hay, sino también el interpretar a otros compositores, tanto contemporáneos como anteriores y posteriores, ilumina también la partitura. 

«Definitivamente. La música es una sola cosa. Yo estudié mucho la música de Bach, por ejemplo, y eso efectivamente cambia mi interpretación de Beethoven. Sucede igual con Haendel, que es uno de los compositores favoritos de Beethoven. Entonces yo estudiaba otras cosas, incluso obras posteriores que fueron influenciadas por Beethoven, que también me cambian la visión: obras de Schumann, de Brahms, etcétera. Es un proceso bien amplio el cómo abordar esta música y también tocar otros repertorios, por ejemplo, he tocado muchas sonatas con violín de Beethoven, así como escuchar los cuartetos de cuerdas, las sinfonías. Todo tiene un sonido distinto, una exploración distinta por el sonido. Antes de escribir la Sonata opus 2 n°1 que es la primera que está en el set de las 32 sonatas, Beethoven escribió tres sonatas cuando tenía alrededor de 13 años. Y esas sonatas generalmente no se incluyen en el set. Hace poco estuve explorando esas obras y encuentro cosas que ya a los 13 años Beethoven planificaba hacer más adelante. Por ejemplo, una de las sonatas que escribió en ese tiempo está en Fa menor, igual que la opus 2 n°1, igual que la famosa sonata La Appassionata, entonces yo veo que a los 13 años Beethoven ya planificaba escribir esa sonata que escribió más tarde, cuando tenía más de 30 años. Es un proceso de muchos años el concebir cada obra, y creo que todas estaban dentro de él, estaban en su oído musical interno». 

Entonces, ¿estos dos conciertos en el Centro Cultural Las Condes son el punto de partida para su proyecto personal de interpretar el ciclo completo?

«Sí, yo diría que esos son los dos primeros recitales que voy a ofrecer con este repertorio. Sí».

El ciclo de las sonatas de Beethoven son un patrimonio de la humanidad, por todo lo que sucede en este conjunto de obras, por la evolución que hay, por lo distintas que son. Es un cuerpo de obra importante para la humanidad, no sólo para los intérpretes y el público habituado a escuchar música. Se han hecho versiones muy interesantes en distintas latitudes, ¿hay algún referente que le haya llamado la atención, por parte de otros pianistas que lo han interpretado, que usted haya escuchado en vivo o en grabaciones? ¿Hay versiones que han llamado su atención porque son formas de verlo muy distintas?

«Claro. Crecí escuchando las grabaciones de los grandes pianistas del siglo XX, que es cuando se empezó a tocar las sonatas de Beethoven como un ciclo completo, por ejemplo, Arthur Schnabel, Alfred Brendel, el propio Claudio Arrau. Yo crecí escuchando eso y notando las tradiciones que se formaban en la interpretación. Algunas de las sonatas yo las conocía solamente por grabaciones y no había estudiado aún la partitura, entonces, cuando me enfrenté a la partitura, me di cuenta de que había muchas cosas que yo había escuchado en la grabación que no estaban así en la partitura. Me di cuenta de que en el tocar la obra, en el interpretar, se generan ciertas tradiciones que no necesariamente están escritas por Beethoven. Eso me parece algo muy interesante de seguir explorando, porque creo que estas obras tienen muchos ángulos en los cuales uno puede tomar distintas rutas. Creo que es casi infinito el rango de interpretaciones que se puede lograr, a pesar de lo específica que es cada frase en la concepción de Beethoven. Esto tiene que ver con el rol del intérprete al enfrentar el mensaje de Beethoven; cada intérprete va a tener una reacción emocional diferente a lo que está escrito». 

Hablemos sobre cómo diseñó los dos primeros programas de este ciclo. En el primero, el 3 de noviembre, están las sonatas Patética, La Cacería, la n°9 opus 14, y la 32 opus 111. ¿Qué nos puede decir de ese programa en particular?

«En general me gusta que los programas tengan harto contraste, pero al mismo tiempo exista una conexión interior. Por ejemplo, en el primer programa que vamos a escuchar, las primeras dos sonatas que toco son muy contrastantes. La sonata La Cacería, la opus 31 nº3, es muy feliz, de un carácter alegre. En cambio, la siguiente sonata, que es la opus 13, la Patética, es una sonata de mucha tristeza, de mucho dramatismo, entonces definitivamente esas dos sonatas van a contrastar. Ahora, lo que une este programa son las tonalidades; la tonalidad en Do Menor que yo diría que es la tonalidad más característica de Beethoven, y está en la Quinta Sinfonía. En este programa está la Sonata Patética y está la Sonata opus 111, que también está en Do Menor en el primer movimiento. Ese approach a las tonalidades de Beethoven es muy importante de mostrar. Yo diría que definitivamente las tonalidades representan para Beethoven un carácter, un estado emocional que une estas sonatas. Lo mismo en el segundo programa, también está diseñado de esa forma. Hay mucho contraste y también está esta conexión entre las tonalidades, que es en Fa menor. Toco la Primera Sonata, la opus 2 n°1 y termina el programa con la opus 57, la Appasssionata. Ambas están en la misma tonalidad y tienen un carácter muy similar a pesar de que fueron escritas yo diría con una década de diferencia, por lo que el estilo claramente evolucionó en la opus 57. Entonces el contraste y al mismo tiempo un sentido orgánico en las tonalidades son importantes para mí».

¿Le gustaría invitar a los auditores de Radio Beethoven a los conciertos en el Centro Cultural Las Condes?

Sí. Me gustaría invitar al público a escuchar mi versión de las sonatas de Beethoven, creo que es un repertorio que está vivo hasta el día de hoy y representa una energía muy especial. Creo que lo vamos a disfrutar de distintas maneras, cada persona que va a ir al concierto. Así que estoy muy entusiasmado de compartir esto con el público, y espero verlos pronto».

  • Coordenadas
  • 19:30 horas, Apoquindo 6570. Entradas por $7.000, con descuentos por Tarjeta Vecino Las Condes.
  • 3 de noviembre: Sonata n°8 en Do Menor Op.13 Patética, Sonata n°18 en Mi bemol mayor Op.31 nº 3 La Cacería,  Sonata n°9 en Mi Mayor op.14 y Sonata n°32 en Do menor Op.111.
  • 10 de noviembre: Sonata n°1 en Fa Menor Op.2, Sonata n°16 en Sol Mayor op.31, Sonata n°6 en Fa Mayor Op.10 nº2, Sonata n°23 en Fa Menor Op.57 Appassionata.

Por Romina de la Sotta Donoso | 02-11-2022.

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