Miguel Ángel Castro: «Las cantatas son una especie de laboratorio para Bach y, por lo tanto, son el reflejo de todas sus grandes virtudes como compositor»
Miguel Ángel Castro: "Las cantatas son una especie de laboratorio para Bach y, por lo tanto, son el reflejo de todas sus grandes virtudes como compositor"
agosto 3, 2024
El académico de la Universidad de Chile debuta en el Ciclo Bach Santiago en la cuadragésimo tercera entrega de este monumental proyecto, el domingo 4 de agosto. La ocasión, indica, "representa un tremendo hito en mi carrera profesional como director de orquesta", reconoce y analiza en profundidad las dos cantatas que abordarán: BWV 101 Aparta de nosotros Señor, fiel Dios, y BWV 186 No te incomodes, alma mía.
Será su debut en el Ciclo Bach Santiago. Este domingo 4 de agosto, Miguel Ángel Castro Reveco (1988) conducirá la cuadragésimo tercera entrega de este monumental proyecto. Será a las 18 horas, en la Parroquia La Anunciación (Pedro de Valdivia 1850, inscripción gratuita) y con transmisión en directo en musica.uc.cl. Se escucharán las cantatas BWV 101 Aparta de nosotros Señor, fiel Dios y BWV 186 No te incomodes, alma mía.
Este debut se dará dos días después de haber dirigido a la Camerata Vocal y la Orquesta Sinfónica Nacional Universidad de Chile en la Sala Zegers, y una semana después de dos funciones de El barbero de Sevilla, ópera de Rossini, en una producción de Lírica Disidente, compañía con la cual colabora frecuentemente.
«Humanamente, ha sido terriblemente difícil, porque es muy cansador», ríe. «Pero estoy profundamente agradecido porque son instancias que en mi carrera son muy importantes. Son conjuntos orquestales de alta categoría en el país, entonces estoy muy agradecido por el hecho de que mi carrera va creciendo y en ese sentido no puedo más que darlo todo para que todo salga muy bien», agrega Miguel Ángel Castro.
Profesor del Departamento de Música de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, está a cargo de la coordinación y dirección de los conjuntos estudiantiles de esa unidad académica, es decir, de la Banda Sinfónica, la Orquesta Sinfónica y la Camerata Estudiantil. También coordina la asignatura de Música de cámara.
«Después de tantas entregas, en el futuro este grupo de músicos de Bach Santiago podrá enseñar esta manera de trabajar, y creo que ése era uno de los objetivos que buscaba el profesor Víctor Alarcón»
Miguel Ángel Castro
Este director es un seguidor del Ciclo Bach Santiago. Asistió a los primeros conciertos que dirigió, en el año 2018, el recordado profesor Víctor Alarcón, fundador de este monumental proyecto que convertirá a Santiago en la primera ciudad de Latinoamérica donde se interpretarán todas las cantatas de Johann Sebastian Bach. «Después, la verdad es que no he vuelto a asistir presencialmente. No obstante, he visto por YouTube muchísimas entregas. Prácticamente todas las que han sido publicadas», comenta.
«Debutar en Bach Santiago representa un tremendo hito en mi carrera profesional como director de orquesta»
Miguel Ángel Castro
¿Qué representa para usted debutar en el Ciclo Bach Santiago?
«Debutar en Bach Santiago representa un tremendo hito en mi carrera profesional como director de orquesta, porque me vincula con la Universidad Católica y me da la oportunidad de trabajar con gente profesional de muy alto nivel, así como explorar y dirigir un lenguaje tan específico como el Barroco y, en particular, la música sacra de Johann Sebastian Bach. Pienso que este ambicioso proyecto del profesor Víctor Alarcón va a terminar consolidando un lenguaje en la agrupación que lo lleva adelante y que se transformará en una agrupación líder en cuanto al conocimiento y la adquisición del conocimiento del lenguaje de la música litúrgica de Johann Sebastian Bach. Eso es muy importante porque será un aporte en la formación de futuros músicos y en la experiencia de distintos profesionales en cuanto a cómo se trabajan estos repertorios. Después de tantas entregas, en el futuro este grupo de músicos podrá enseñar esta manera de trabajar; creo que justamente ése era uno de los objetivos que buscaba el profesor Víctor Alarcón desde su perspectiva como formador, que era muy relevante».
A su juicio, ¿por qué las cantatas de Johann Sebastian Bach ocupan un lugar tan relevante en el repertorio universal?
«Primero, porque son de Johann Sebastian Bach. Es justamente su gran talento compositivo en el sentido de incorporar diversos aspectos técnicos, no solamente de su propio período, sino también de períodos anteriores, desde el contrapunto renacentista en adelante, y que, como buen compositor del Barroco tardío, supo aprender a incorporar los estilos más populares del entorno, es decir, el estilo francés, el estilo italiano, el naciente estilo galante alemán, con toda esa visión cosmopolita que se va formando en el Barroco tardío. Todas esas herramientas técnicas, ese conocimiento, además, está vinculado a una profunda comprensión del ser humano. Como buen compositor barroco, Bach buscaba expresar las pasiones humanas, entonces estudia al ser humano, lo respeta en todo su esplendor y en toda su integridad como ser humano. A eso se sumas un conocimiento bastante profundo y acabado de la teología luterana. Todo esto lo transforma en un compositor que tiene en su música un contenido expresivo extremadamente complejo y profundo. Seguramente de una espiritualidad muy grande. Me refiero a un conocimiento cultural que no implica que Bach maneje una cantidad de información y de libros y que sea una enciclopedia andante. Me refiero a un profundo respeto de lo que significan el luteranismo y las pasiones humanas, y un enorme respeto de la técnica composicional de su época y de épocas anteriores. Todo eso junto hace que la música de Bach sea de una trascendencia enorme. Es enorme en términos humanos, espirituales y musicales. Las cantatas de Bach son justamente la materialización de su pensamiento y de su conocimiento de la teología luterana y de las pasiones humanas. Y son una oportunidad muy buena para expresar toda su técnica porque las cantatas son formas muy libres, es decir, pueden tener coros de diferentes duraciones, arias de distintas características, con diferentes instrumentaciones,. Es un género que le permite explorar todas sus ideas, de manera que las cantatas se transforman en una especie de laboratorio composicional enorme de Johann Sebastian Bach y, por lo tanto, se convierten también el reflejo de todas sus grandes virtudes como compositor».
El domingo 4 de agosto, en el concierto Bach Santiago 43, actuarán como solistas vocales la soprano Pilar Garrido, la mezzosoprano Camila Aguilera, el tenor Francisco Espinoza y el barítono Maximiliano Bustíos. Todos ellos integrarán también el octeto vocal a cargo de los coros, junto con Florencia Novoa, Andrea Manque, Sebastián Inostroza y Alejandro Rosales.
La orquesta, por su parte, será liderada por el concertino Miguel Ángel Muñoz, y lo integrarán también los profesores del Instituto de Música UC Gonzalo Beltrán en violín y Juan Cristóbal Undurraga en clavecín, además del violista Pablo Salinas, la violonchelista Paulina Mühle-Wiehoff y el contrabajista Joaquín Hidalgo, estudiante de Música UC, además del flautista Sebastián Rodríguez y la fagotista Montserrat Tapia, ambos titulados en la UC, y los oboístas Leonardo Cuevas, solista de la Sinfónica de Chile, Alejandro Angulo y Roberto Morales.
Miguel Ángel Castro Reveco, el director invitado, destaca que varios de los solistas «ya han participado de entregas anteriores, conocen el estilo, dominan muy bien el lenguaje, así que ha sido muy grato y muy sencillo trabajar con ellos, muy eficiente».
Destaca igualmente la disposición espacial del coro que quisiera implementar en el concierto y que, en los ensayos, ha funcionado muy bien. Se trata de un semicírculo que abraza a la orquesta, con los cantantes dispuestos en espejo, con las dos sopranos al centro, y desde allí hacia la izquierda y la derecha, a cada costado, alto, tenor y bajo. «Al quedar las sopranos al medio, las melodías de voz superior se proyectan desde el centro hacia el público, y los bajos apoyan de una manera muy modernista, como estereofónica. Esta disposición es muy buena en una acústica de iglesia y se ha ocupado antes en otras entregas. No es una idea arbitraria, sino que se basa en anotaciones de la época; se utilizaba esa distribución del coro», explica.
«Con esta orquesta, que será de uno por parte, es muy probable que haya sido la orquesta de Johann Sebastian Bach, y el coro de ocho personas, es decir, cuatro solistas y cuatro ripienos, nos permiten hacer muchos malabares musicales porque en verdad es un conjunto de puros solistas. Según la información que tenemos, especialmente a partir de los estudios de Andrew Parrott en adelante, al parecer la música de Santo Tomás tendía a ser justamente una música para muchos solistas. Por esa razón las cantatas son tan difíciles, porque son para un selecto grupo de músicos. En ese sentido la agrupación y conformación que tiene Bach Santiago permite un acercamiento muy fidedigno a lo que puede haber sido la concepción original de estas piezas», agrega Miguel Ángel Castro.
«Las cantatas que interpretaremos tratan temáticas diferentes, pero ambas apuntan directamente a la idea de referirse a Dios y a Jesús como Salvador, como apoyo, como saciante del hambre espiritual del ser humano» -Miguel Ángel Castro
Respecto de las dos cantatas que se interpretarán en el concierto Bach Santiago 43, BWV 101 Aparta de nosotros Señor, fiel Dios y BWV 186 No te incomodes, alma mía, ¿considera que tienen características instrumentales, de color, de carácter o de mensaje similares, o más bien son contrastantes en algún sentido?
«Me parece que están bastante vinculadas. En primer lugar, porque pertenecen a un período del calendario litúrgico muy vecino, están entre el séptimo y el décimo día del calendario litúrgico después de Trinidad, y este domingo también corresponde más o menos a ese mismo tiempo, porque este domingo probablemente sea el noveno después de la Trinidad este año. Hablan de cosas distintas, por supuesto, pero no son demasiado contrastantes. Una de ella nos habla de la necesidad que tenemos los creyentes de solicitar a Dios la fortaleza para mantenernos alejados de aquellas cosas que nos hacen daño. La otra, en cambio, nos habla de recordar que si nos sentimos afligidos, existe Dios, existe Jesús, nuestro Salvador. Son temáticas diferentes, pero ambas están apuntando directamente a la idea de referirse a Dios y a Jesús como Salvador, como apoyo, como saciante del hambre espiritual del ser humano. Y estamos justamente en un período reflexivo cuando, según el calendario litúrgico, vamos observando la vida pública de Jesús y vamos corroborando su misión en la Tierra. Por lo tanto, ambas cantatas tienen una relación estrecha en cuanto a lo que nos invitan a pensar»
Para Miguel Ángel Castro Reveco, el desafío más relevante es que musicalmente se distinga una cantata de la otra, y cada movimiento del siguiente. «Es música que es del mismo compositor, es el mismo género y sus estructuras son similares; hay coros, recitativos y arias. Algunos movimientos son más o menos similares, pues toda la música tiene, permanentemente, bajo continuo. Entonces, el peligro mayor es que uno escuche la pieza y le parezca toda igual, que escuche la primera cantata, después escuche la segunda y piense ‘ah, es más de lo mismo’. Entonces, el primer desafío es destacar las características musicales específicas que cada cantata y que cada movimiento tienen de una manera tan elocuente que el auditor pueda sentir que no está en un eternum de lo mismo, todo el tiempo, especialmente si el auditor no va a entender el idioma. Hay que encontrar una manera en que, a través de la música, cada cantata y cada movimiento otorgue al auditor una impresión distinta», explica.
Con respecto a la Cantata BWV 101, Aparta de nosotros Señor, el director destaca especialmente el primer coro, porque en él Bach utiliza un contrapunto de estilo antiguo. «En mi concepción, ese contrapunto implica una sensación de duda constante, de incertidumbre. No obstante el coro está elevando una oración, la orquesta, en cambio, parece contraponerse a eso otorgándole un sentido de incertidumbre, como si el creyente estuviera orando, pero dudando internamente si será o no escuchado. Y hay muchos gestos también de llanto, de queja, que son figuras retóricas, figuras musicales, que aparecen muy marcadamente», profundiza.
El público podrá también apreciar dos elementos singulares en la Cantata BWV 101. Por un lado, una de las arias será acompañada solamente por flauta solista y continuo, que es, explica, «una instrumentación poco recurrente».
Por otra parte, una de las arias de bajo tiene intensos cambios de tempo y eso, a su juicio, la hace ser «tremendamente creativa» y «muy infrecuente en la composición barroca». Miguel Ángel Castro explica que las arias habitualmente tienen un mismo tempo de principio a fin porque la música barroca tenía una concepción más bien discursiva, es decir, exhibe un argumento que se va desarrollando y que «nunca se deja de hablar de la misma idea».
La música clásica, que es posterior, en cambio, tendría una concepción dialéctica, que busca enfrentar ideas absolutamente distintas, presentando una idea y luego otra, para ponerlas en discusión, explica. «Eso no lo tiene la música barroca. Pero una de las arias de bajo de la Cantata BWV 101 tiene momentos en donde se cambia el pulso radicalmente, de vivace a andante a adagio a vivace a andante a adagio a vivace a andante. Y eso es muy creativo», señala.
Hay una particularidad más en esta aria: el texto es el mismo en el andante y en el vivace. «Pero se proponen afectos diferentes respecto del mismo texto. Primero digo el texto tranquilo, como una pregunta, y después lo digo airado, con vehemencia. Esto habla de cómo una misma idea puede producir diferentes pasiones, distintas emociones en una misma persona. Ése es un poco el sentido de esta aria», puntualiza el director.
¿Y cuáles son los mayores desafíos interpretativos de la Cantata BWV 186 No te incomodes, alma mía?
«Es una cantata que plantea mucha pregunta, mucha incertidumbre en su primer coro, porque la orquesta la melodía de la orquesta es muy dispersa, y la dispersión melódica en el Barroco habla justamente del no ponerse de acuerdo, del no saber muy bien de qué vamos a hablar, cómo lo vamos a decir o qué vamos a decir. Entonces esa dispersión constante de los instrumentos nos pone de inmediato en una sensación de inquietud sobre qué es lo que va a ocurrir. Ésa es la manera en que esta pieza abre, y tiene hermosísimos recitativos, hermosas arias. Tiene un coral ornamentado, que no es solamente la línea homofónica que solemos escuchar del coral de cierre, sino que es un coral desarrollado en donde la línea del canto del coral se escucha en la soprano, pero en las otras voces hay un ornamento interno. Además, la orquesta tiene muchas intervenciones antifonales donde los oboes dan un motivo y luego las cuerdas responden con otro. Entonces tiene este desafío responsorial, es un coral bien complejo en su estructura».
«Estamos haciendo los esfuerzos necesarios para que la gente que vaya a este concierto se conmueva, es decir, que se produzca una vivencia, a través de la emoción, que les permita llevarse a casa un recuerdo, una reflexión. Ése es el punto de conmoverse a través de la música barroca»
Miguel Ángel Castro
¿Qué tipo de experiencia vivirán quienes asistan a este concierto?
«Estamos haciendo los esfuerzos necesarios para que la gente que vaya a este concierto, en primer lugar, se conmueva, que es algo que la música barroca tiene como objetivo primordial. Puede parecer un cliché decir ‘esperamos que la audiencia se emocione por el concierto’, pero es un poco más profundo que eso. Me refiero a que la audiencia termine pensando ‘oh, esto no sabía que existía, no sabía que esto podía sonar así. no me acordaba de que había escuchado alguna vez una música que me provocara esto’. Es decir, que se produzca una vivencia, a través de la emoción, que les permita llevarse a casa un recuerdo, una reflexión. Ése es el punto de conmoverse. Conmoverse al punto de que lo que se vive sea algo impactante, que uno siga pensando en ello después, que no lo quiera abandonar. Ése es el punto de conmoverse a través de la música barroca. Entonces estamos haciendo esfuerzos para ello, porque para ello hay que tocar de una manera muy elocuente, muy clara, y muy definida también. Así es que esperamos que la gente se conmueva y se lleve un grato recuerdo de reflexión sobre lo que vivió ese día en ese concierto».
Miguel Ángel Castro Reveco proviene de la composición, carrera que estudió en la Universidad de Chile y se tituló en 2011. Tomó cursos de dirección de orquesta con Eduardo Browne y estudió con Pedro Pablo Prudencio y con Juan Pablo Izquierdo. Este último, le hizo clases particulares. «Tuve la gran fortuna de formarme durante un par de años con el maestro Juan Pablo Izquierdo, quien me hizo muchísimas pruebas para poder ser su alumno, innumerables y muy difíciles todas, pero finalmente me tomó como alumno», recuerda.
No dirigió nada, por recomendación del maestro, hasta que él le indicó que era el momento. Entonces postuló al puesto docente que ejerce en la Universidad de Chile. «Juan Pablo Izquierdo hizo una potente carta de recomendación donde declaraba que yo sería perpetuador de las herencias musicales del maestro Hermann Scherchen en Chile», revela. Ese célebre director alemán fue maestro de Izquierdo.
Para él también es relevante hacer música chilena. El viernes 2 de agosto recién pasado, con la Camerata Vocal y la Sinfónica de Chile, interpretaron Vitrales de la Anunciación de Alfonso Letelier y Andante de Enrique Soro. «Me parece importante trabajar con música chilena que sea parte de nuestro patrimonio cultural, que pertenece a corrientes estilísticas que ya podríamos considerar pasadas, no obstante son justamente parte del repertorio que deberíamos estar estudiando permanentemente en las universidades», señala.
Miguel Ángel Castro adelante que dentro de la programación de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, este segundo semestre dirigirá a la Banda Sinfónica y con la profesora Svetlana Kotova, Rhapsody in blue de Gershwin y, con la Camerata Estudiantil, El Mesías de Haendel a fin de año. También se presentará una gala lírica y la Cantata Santa María de Iquique de Advis. Y con la compañía Lírica Disidente, dirigirá Bastián y Bastiana de Mozart en Concepción y Talca.
La docencia, Miguel Ángel Castro Reveco también la ejerce en la Universidad Alberto Hurtado desde el año pasado. «He tenido muy buenos resultados y los estudiantes han respondido muy bien, me gusta mucho enseñar dirección», comenta. Y explica que en la Universidad en Chile trabajan con pasantías de directores asistentes, y con criterios de paridad. «Y estas directoras rápidamente toman lugar en el escenario profesional y van teniendo otras experiencias, o sea, el puesto de asistente en la Universidad de Chile es una práctica muy importante», asegura.
Por Romina de la Sotta Donoso | 02-08-2024 | Nota publicada originalmente en musica.uc.cl
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