Matthew Rose: "Winterreise es distinta cada vez que la interpretas, y siempre es increíble lo maravillosa que es"
agosto 1, 2025
El célebre bajo inglés debutará el 6 de agosto en Chile con ese ciclo de canciones. "Toda la música de Schubert es increíble. Pero la de los últimos 18 meses de su vida es particularmente asombrosa", asegura. En esta entrevista habla de música y de ópera, de maestros y de la importancia de hacer creaciones contemporáneas y de educar tanto a los jóvenes cantantes como a las audiencias.
photo_cameraMatthew Rose. Foto: Lena Kern.
El bajo inglés Matthew Rose (1978) tiene una brillante carrera que incluye colaboraciones artísticas con los más relevantes directores, contratos con los más cotizados teatros de ópera del mundo, una reconocida versatilidad, la experiencia de haber interpretado decenas de roles y, al mismo tiempo, una extensa trayectoria musical a través de los más variados repertorios y el estreno de obras que le han dedicado compositores vivos. Para los amantes de las cifras: hace bastante tiempo que superó las cien presentaciones en el Metropolitan Opera de Nueva York.
En todos los lugares donde existen especialistas y medios de comunicación que consideren relevantes las artes, la crítica suele caer rendida a sus pies. Como todos los grandes artistas, es sencillo e intelectualmente honesto. No evade ningún tema y cada frase suya es una reflexión interesante, fruto de una mente curiosa y ágil.
Los sabemos porque Matthew Rose se da el tiempo para dar entrevistas. Una generosidad que le hace poner siempre en el centro a la música. Nunca a sí mismo.
Radio Beethoven tuvo la oportunidad de dialogar, en forma remota, con este brillante cantante que debutará en nuestro país a inicios de agosto.
Lo hará después de algunas funciones como Fasolt en El oro del Rin (Richard Wagner), en la Ópera de Munich, y en una producción de Tobias Kratzer -director de la Ópera de Hamburgo- que contó con la dirección musical de Wladimir Jurowski.
Matthew Rose. Foto: Lena Kern.
Matthew Rose se presentará el 6 de agosto en el teatro CA 660 de Fundación CorpArtes, en un concierto íntimo que sin duda representará uno de los hitos musicales de este año en la capital, pues abordará el ciclo Winterrreise de Franz Schubert, junto al pianista chileno Salvador Güenante.
Habrá, además, una segunda función en La Serena el 8 de agosto, y el bajo ofrecerá una clase magistral el 14 de agosto en el Instituto de Música UC.
Sobre esas 24 canciones de Schubert que grabó hace más de una década y que nunca ha dejado de cantar, sobre lo que representa para él la ópera y, sobre todo, la música, y sobre qué lo motivó a venir a Chile, habla este artista inglés con Radio Beethoven.
Matthew Rose se ha presentado en la Royal Opera, el Festival de Glyndebourne, la Deutsche Oper de Berlín, La Scala de Milán, la English National Opera, la Lyric Opera de Chicago, la Opera de Filadelfia, la Bayerische Staatsoper, la Semper Oper de Dresde y la Metropolitan Opera de Nueva York.
Estudió en el Seaford College y el Curtis Institute of Music de Filadelfia. Fue una experiencia que atesora, como declaró en 2017.
A los 25 años fue seleccionado para el Programa de Jóvenes Artistas de la Royal Opera House de Londres. «Tuve mucha suerte de asistir al Curtis Institute of Music en Filadelfia y, en el Departamento de canto, los cantantes se involucran desde el primer día en las producciones. Supongo que en los cinco años que estuve allí, participé en 25 óperas, incluso interpretando papeles en la Ópera de Filadelfia», aseguró Matthew Rose.
Entre otros, este bajo inglés recibió los premios John Christie en Glyndebourne en 2006 y el del Círculo de Críticos para Jóvenes Talentos Excepcionales 2n 2012. Además, obtuvo en 2007 la Beca de Ópera Independiente de Wigmore Hall.
¿Será esta su primera visita a Chile?
«No, de hecho, estuve en Chile, en Santiago y La Serena, hace siete años. Fui a visitar a mi amigo, Raúl Vergara, que vive en la Serena, ambos estudiamos juntos en el Curtis Institute, en Filadelfia, así que fui a visitarlo. Estaba trabajando en Brasil y pensé que sería una maravillosa experiencia el pasar algunos días en Chile con él».
Entiendo. Fue una visita de turismo, no le tocó trabajar en esa ocasión.
«Sí, no trabajé en Chile esa vez».
Ahora que debutará en Chile, vendrá a interpretar Winterreise de Franz Schubert con un pianista chileno, Salvador Güenante. ¿Lo conoce desde antes?
«No, no nos hemos conocido. Raúl nos reunió».
¿Disfruta usted descubrir nuevas maneras de hacer las cosas al trabajar por primera vez con intérpretes?
«Ya lo descubriremos. Quiero decir, da un poco de miedo hacer una pieza como ésta, que me gusta mucho interpretar. Tengo una forma de abordarla que creo que tiene sentido, así que espero que él sea alguien que pueda comprender mi enfoque y pueda habitar en el mundo que quiero crear a través de mi trabajo interpretativo».
Matthew Rose grabó con Gary Mathewman Canciones de Invierno, de Schubert, en 2012. Venta aquí.
Winterreise, Matthew Rose la grabó en 2012 junto al pianista Gary Matthewman, y la ha interpretado en innumerables ocasiones desde entonces. De hecho, uno de los hitos de la actual temporada boreal, es decir, la temporada 2024-2025 ha sido una extensa gira por todo Reino Unido con Canciones de Invierno.
Ello, además de compromisos musicales entre los cuales se cuentan ser solista en la Misa nº 3 de Bruckner con la Orquesta Sinfónica SWR, y en Canciones y Danzas de la Muerte de Mussorgsky con la Orquesta Filarmónica de Londres.
En lo operático, este bajo inglés volverá en diciembre al MET de Nueva York para interpretar a Sarastro en La Flauta Mágica de Mozart y con la dirección de Erina Yashimay Steven White.
Cuando hablamos con él, estaba en su nueva casa. Se acaba de cambiar a la costa en Inglaterra, a un apartamento que era de Francesco Paolo Tosti, el exitoso compositor de canciones italiano que fue adorado en Reino Unido. Entonces, quedaban algunos días para que se instalara en Munich para cantar en Das Rheingold de Richard Wagner en la semana del 21 de julio, en la Ópera Estatal Bávara.
«El elenco es asombroso», comenta. «Interpreto a Fasolt, son tres funciones y luego me voy derecho a Chile».
El director musical programado era Vladimir Jurowski. «Probablemente es el director con quien más he trabajado. «Para mí, él es la personificación de lo que debería ser un director: es una persona increíble, intelectual, brillante, maravillosa y cariñosa que interpreta la música de forma brillante. Soy un tipo muy afortunado», nos comentaba Matthew Rose.
Matthew Rose. Foto: Mahler Foundation.
En 2014, lo entrevistaron a propósito de una actuación que tendría en el Palau de les Arts de Barcelona y le preguntaron quiénes son sus referentes musicales.
«Como compositor mi ‘Dios’ es Schubert. ¡Podría escuchar su música profundamente sutil todo el día, todos los días!», declaró. Y luego sumó a intérpretes de nuestros días con los cuales trabajó al inicio de su carrera: Colin Davis, Antonio Pappano y Charles Mackerras (ver entrevista).
¿Cómo ha madurado en usted Winterreise, de Schubert, a través del tiempo?
«Es una pieza que es distinta cada vez que la interpretas, y de repente una palabra o una nota te impacta, llevándote por un camino completamente distinto. Hay miles y miles de maneras en las que esta obra puede evolucionar, y es increíble lo maravillosa que es. Puede llevarte por un camino completamente diferente en el que nunca has estado, así que no diría que mis ideas sobre la pieza hayan madurado. He pasado más tiempo haciendo Die Winterreise que en cualquier otra cosa. Cuando lo estaba aprendiendo quería poder comprenderlo realmente, de manera que lo canté para muchos cantantes muy famosos como Brigitte Fassbaender, Thomas Quasthoff y Wolfgang Holzmair y Philip Landgrige y muchas, pero muchas personas. Wolfgang Holzmair fue el mejor; todostodos los demás me hicieron cantarlo como si lo hubieran cantado ellos , en cambio, cuando lo canté para Wolfgang Holzmair me preguntó ‘¿qué quieres hacer con esta obra, Matthew?’ Y eso fue algo realmente enorme, tuve que examinarme en lo más profundo: ¿Qué significa esta música para mí?».
El pianista y educador chileno Salvador Güenante, quien ha colaborado, por ejemplo, con José Carreras en 2017, actaurá junto a Matthew Rose en sus dos conciertos en Chile.
Schubert estaba en el final de su vida cuando encontró estos poemas, reflexiona. «Estaba tan desesperado, no tenía ninguna esperanza para su vida. Era un don nadie; nadie sabía quién era. Tenía buenos amigos que sí sabían que él había escrito esta música increíble, pero el resto de la gente no lo conocía. No era famoso en absoluto. Y se topó con estos textos asombrosos. Es un privilegio cada vez que interpreto esta pieza. Tengo una comprensión propia de este ciclo y espero que se note cuando lo presentemos en Chile», comenta el bajo.
¿Qué opina sobre la forma en la cual Franz Schubert construyó la música sobre la poesía de Wilhelm Müller, considerando que la poesía es muy poderosa, pero también lo es la música, ¿qué diría sobre la relación entre la poesía y la música? ¿Cómo es que ambas se convierten en una sola?
«Sí, es increíble. Schubert encontró estos poemas sobre un hombre muy desesperado que lo único que quería era terminar con su vida, por la situación en la que estaba. Y creo que ése era el estado de ánimo de Schubert en ese momento, a diferencia de Müller, quien escribió el texto. Müller tenía una esposa y cinco hijos, tenía una vida encantadora y muy exitosa, se cayó de un caballo y murió. Así que es como la vida opuesta de Schubert. Schubert había contraído sífilis. Era un desconocido, poco querido por el público en general. Tenía unos pocos amigos a su alrededor que lo querían mucho, y estaba en una etapa de su vida en la que era un maestro de la composición, pero… Hay una declaración interesante de András Schiff, el famoso pianista, quien dijo una vez que cuando escuchas a Beethoven, a Bach o a Mozart, ellos se creían compositores maravillosos y genios. Sabían que eran genios. Y cuando escuchas la música de Schubert, sabes que hay un hombre que no sabía nada de su brillantez y que simplemente creó esta música que aún nos afecta a diario de una manera tan poderosa. Él escribe tantas cosas en tonos mayores que son tan tristes y conmovedoras porque uno sabe que este hombre no tenía esperanza ni alegría en su vida. Toda la música de Schubert es increíble. Pero el último año, la música de los últimos 18 meses de su vida, es particularmente asombrosa. Él sabía que se estaba muriendo, que había llegado al final y tenía estos mensajes para entregarle al mundo».
Entre los roles más aplaudidos de Matthew Rose se cuentan Filippo II y Monk (Don Carlos), Raimondo (Lucia di Lammermoor), Claudio (Agrippina ), Masetto y Leporello (Don Giovanni), Oroveso (Norma), Ashby (La Fanciulla del West), Talbot (Maria Stuarda),Bottom (Sueño de una noche de verano), Night Watchman (Los maestros cantores de Nurenberg) Frère Laurent (Roméo et Juliette) y Colline (La bohème).
El bajo también ha interpretado a Fígaro y Osmin de Mozart; Enrico en Anna Bolena y el barón Ochs en Der Rosenkavalier. Ha grabado Tristán e Isolda de Wagner y Guillermo Tell de Rossini con Antonio Pappano, y Billy Budd con Daniel Harding.
Y lo mismo en el repertorio no operático. Ha grabado con grandes figuras de los siglos XX y XXI; L’enfance du Christ de Berlioz y A Child of our Time de Michael Tippett con Colin Davis; Las Vísperas Solemnes de Confesor de Mozart y la Misa en Mi bemol de Schubert con Charles Mackerras y el Stabat Mater de Rossini con Yannick Nézet-Séguin.
Leí algunas entrevistas que le han hecho, y hubo una que disfruté especialmente por dos cosas que usted dijo. Una es que la ópera para usted es una forma de ganarse la vida, pero le encanta cantar música. No sólo ópera. ¿Cómo ve su trabajo como cantante, en ambas disciplinas?
«Bueno, también doy muchas clases y organizo cursos de canto. Hago mucho que es para jóvenes cantantes. Para mí, eso es lo más importante que hago ahora. Acabo de hacer un curso de 10 días en Italia, en Spotello, para un grupo maravilloso de jóvenes cantantes, con un profesorado increíble y cuando regrese de Chile haremos lo mismo en Inglaterra. Así que para mí, lo más importante es asegurarme de que la próxima generación de cantantes sea tan maravillosa y brillante como sea necesario para que esta increíble música viva como debe vivir. Es una música increíble y debería cambiar la vida de las personas cuando la escuchamos. Para mí, eso es lo más importante que hago. Sigo cantando. Tengo que ganarme la vida, así que sigo cantando ópera y canto en los teatros de ópera más maravillosos del mundo. Ahora estoy en la Royal Opera House de Londres en agosto y octubre, y luego en la Metropolitan Opera House en noviembre y diciembre. En fin, los próximos meses cantaré en los mejores teatros de ópera del mundo, básicamente para ganarme la vida y asegurarme de que todo esto suceda. Tengo proyectos musicales y cantar canciones es fundamental para mí, pero lo más importante ahora es enseñar y asegurarme de que la próxima generación de cantantes y el público accedan a la educación que hace falta para que todo avance de la mejor manera posible, que es la única manera que merece esta forma de arte. No podemos simplemente decir que no podemos, tenemos que hacerlo con un 100% de habilidades. En sitios como Instagram, todo se trata de brillo y glamour, pero esto tiene que ser real y conmovedor; tiene que salir de lo más profundo del alma, porque lo único que realmente importa es que esta música resuene en lo más profundo».
«No sólo es notable por su increíble flexibilidad vocal, sino por su inmediatez como intérprete; hay una sinceridad palpable en su trabajo, un sentido de urgencia y una profundidad de sentimiento verdadero». Así lo describió Catherine Kustanczy en su blog The Opera Queen.
Matthew Rose dirige Folkestone on Song, organización de fomento de la música y, en especial, del canto en Folkestone y en el Este de Kent. Esta entidad articula un festival internacional, una beca para artistas emergentes y una academia de canto. También es codirector del Taller de Artes Vocales de Spoleto, en colaboración con Mahler & LeWitt Studios y Vocal Masterclass Stockholm. Asimismo, es miembro asesor de la Fundación Mahler.
Antes, dirigió su propio Programa de Ópera de Verano, la Scuola di belcanto de Urbania, fue asesor artístico del Programa de Desarrollo de Jóvenes Artistas Lindemann de la MET de Nueva Yor y ha impartido cursos en el Programa de Jóvenes Artistas Britten Pears en Aldeburgh, Reino Unido.
Usted lidera iniciativas educativas en Folkestone y en Spoleto. Considerando que el futuro de la música clásica no se ve tan fácil, pues no siempre vemos en los conciertos que los padres hayan legado a sus hijos el amor por este repertorio y la práctica de ir a conciertos, ¿cómo percibe usted que los jóvenes músicos a los cuales está formando ven el futuro? ¿Con preocupación o con esperanza?
«Sí. Es difícil. En mi país hay muchísimo menos dinero para las compañías de ópera que se financian con fondos públicos. Sin embargo, al mismo tiempo, aparecieron repentinamente unos 25 festivales de verano. El de Glyndebourne, que es muy famoso, empezó en la década de 1930 y después, desde la década de 1980, se han realizado una veintena más, de modo que tenemos un período increíble durante seis semanas al año en el que todo el mundo hace ópera en el Reino Unido y gente de todas las edades va a ver esto. Creo que simplemente tenemos que abrirle la puerta a las personas, es una excelente manera de que la gente descubra de qué se trata la ópera. Pero, al mismo tiempo, nuestras compañías nacionales no están cumpliendo con el trabajo que yo creo que deberían estar haciendo. La English National Opera realiza un tercio del trabajo que solía hacer y la Royal Opera House realmente no realiza la labor seria que solía hacer y que tenía como resultado producciones realmente maravillosas e interesantes, que eran las mejores del mundo. Ahora rara vez se alcanzan los niveles de hace 10 o 15 años en la Royal Opera House. Así que son tiempos preocupantes. Y, sin embargo, debemos asegurarnos de que la gente esté lista para poder entregar nuestro trabajo de la manera más mágica que sea posible, de manera que la gente más capaz pueda lograr que cualquier experiencia sea aún más increíble para la próxima generación que lo presencie. Mi objetivo principal es formar a jóvenes cantantes, pero también atraer al público y ofrecer clases magistrales y conciertos abiertos al público para que las personas puedan asistir y comprender realmente de qué se trata. Porque tú tienes que entender de qué se trata y para eso también tenemos que educar al público de modo que puedan obtener el máximo provecho de lo que están viendo y de aquello en lo que invierten su dinero».
Matthew Rose dictará una clase magistral de canto gratuita en el Auditorio de Música UC en Campus Oriente (Jaime Guzmán 3.300). Las inscripciones están abiertas hasta el 13 de agosto y esta actividad es parte de la 30a Escuela Internacional de Profesores Visitantes del Instituto de Música UC.
Matthew Rose. Foto: Lena Kern.
He visto que usted también se dedica a la música contemporánea. En 2013, por ejemplo, estrenó en la Royal Opera House y con Angell Trio Songs from a bright September de Michael Suckling. ¿Qué piensa de la nueva música? ¿Cuán comprometido se siente con los compositores vivos?
«Sí. Creo que es realmente importante. Existe música maravillosa del pasado, pero debemos asegurarnos de que se componga nueva música para que puedan existir también obras fantásticas del presente. He tenido la gran fortuna de haber podido comisionar muchas nuevas obras para mí y en combinación con diferentes instrumentos. probablemente existen unas 30 obras que fueron escritas para mí y es increíble. Tenemos una enorme responsabilidad con nuestro futuro y nuestra historia y al hacer esto la asumimos. No podemos solamente descansar en Schubert y demás, aunque yo sería muy feliz si sólo me dedicara a cantar Schubert cada día de mi vida. Pero necesitamos esto, necesitamos que exista nueva música para que pueda haber un futuro».
Su mejor experiencia en el teatro, declaró, fue con Sueño de una noche de verano. como público, en la producción que el año 2019 presentó Nicholas Hytner’ en el Bridge Theatre de Londres, pues no sólo fue maravilloso verla, sino que al hacerlo experimentó júbilo. Y, como artista, cuando interpretó el papel de Bottom en el Festival de Glyndebourne en 2006: «Fue mi gran salto a la fama. Glyndebourne fue increíblemente amable conmigo al brindarme este increíble comienzo en mi carrera, algo que nadie más habría hecho. Era un papel perfecto para mí, en un teatro de ópera perfecto, ya que crecí a ocho kilómetros de distancia, así que interpretarlo fue muy especial», reveló.
En 2020, cuando Matthew Rose aún vivía en Sussex, lo entrevistó el medio electrónico Sussex Life, para la sección «My Cultural Life». Rose, con esa cortesía y generosidad que pudimos comprobar en persona en nuestra entrevista remota, reveló bastante de sí mismo a través de sus respuestas a un cuestionario tipo (ver perfil).
Respecto del libro que le encanta regalar, dijo que era Watching The English: The Hidden Rules of English Behaviour de Kate Fox y que era ideal para sus amistades extranjeras que lo visitan en casa, porque «explica brillantemente las peculiaridades de ser inglés; es un libro genial, del que he regalado muchos ejemplares»
Se manifestó también respecto de su escenario o evento favorito. «Tendría que ser Glyndebourne, porque crecí cerca y es la experiencia más increíble; obtienes una ópera de clase mundial en uno de los mejores teatros del mundo y luego puedes ir a estos hermosos jardines y hacer un picnic. Es la mejor experiencia de entretenimiento», apuntó. Lo demuestra, dice, el hecho de que hay varios festivales que lo están imitando. «¡Dónde más puedes nadar en el lago antes de un ensayo?», cerró Matthew Rose.
Usted tiene una gran versatilidad, interpreta música y roles de ópera realmente diversos en todos los sentidos, y ha ha trabajado con grandes estrellas de la dirección. Algunos repertorios son muy famosos y de lucimiento, pero también ha hecho obras muy profundas y que escasamente se programan. Esto representa también grandes oportunidades para el público, que puede escuchar diferentes músicas, de todos los tipos, y lo mismo en las óperas.
«Existe tanta música genial; no se me ocurre por qué razón podríamos tener que limitarnos solamente a los hits más famosos. Existen obras extraordinarias que, si se hacen bien, pueden ser tan conmovedoras y hermosas… Como dices, he tenido la suerte de trabajar con muchísimos directores, pianistas y demás, y obviamente todos son muy diferentes, pero siempre se aprende muchísimo de cada uno. A veces son experiencias maravillosas, a veces no tanto. No siempre es genial, no siempre conectas con ellos. He tenido la suerte de trabajar con los mejores del mundo, tuve esa experiencia y pude conocer a Colin Davis, Charles Mackerras, Andrew Davis. Tony Pappano, Daniel Harding, Ed Gardner, John Elliot Gardiner, todos esos directores increíbles que son tan diferentes entre sí. Se puede aprender muchísimo de cada uno, y las performances pueden ser tan diferentes y asombrosas. Es increíble lo versátil que puede ser la música y cómo tantas personalidades distintas pueden interpretarla de tantas maneras diferentes, cada una con una idea tan distintiva sobre cómo combinar los elementos. Es simplemente extraordinario. Nos entregan estas partituras llenas de música y tenemos que darles vida; tenemos que conocer a estos compositores que en sus corazones y mentes tenían la esperanza de que esta música siguiera viva. Y lo mejor de lo que hacemos es que uno llega a conocer por dentro todas estas increíbles piezas, lo cual es un privilegio absoluto. Uno llega a conocerlas a fondo, y luego es parte de las diferentes interpretaciones que se logra con personas versátiles y maravillosas».
Leí en una entrevista que le hicieron que usted dijo que cuando cumpla 50 años de edad le encantaría dirigir la Segunda Sinfonía de Gustav Mahler. ¿Efectivamente quiere tomar el camino de la dirección para conducir música que usted ama?
«No, sólo es un sueño que tengo desde los 22 años de edad. De hecho, esto sucedió con Raúl Vergara. Estábamos en Filadelfia y alguien dijo ‘vamos juntos a comer’. Decidimos ver un video y colocamos a Simon Russell dirigiendo la Segunda Sinfonía de Mahler, y no creo que me haya conmovido tanto en toda mi vida al escuchar por primera vez una obra. Hacia el final, estaba llorando amares y me obsesioné un poco con esa pieza. Esa obra realmente cambió mi vida. Toda la producción de Mahler es realmente extraordinario. Bien, soy muy buen amigo de Marina, su nieta, y una vez que hicimos un curso en Spoletto nos quedamos en la casa de ella, con las cosas de Gustav Mahler… Hay algo en esta sinfonía que es simplemente increíble. Sueño con hacer esta obra en mi quincuagésimo cumpleaños, con hacerla sólo para mí. Y nos estamos acercando, faltan apenas dos años y medio. Necesito conseguir una orquesta y un lugar, pero ya le he pedido a mucha gente fantástica que venga a tocar y todos me han dicho que sí. Así que espero que estén todos libres el 4 de mayo de 2028 y que vengan adonde sea que esto termine haciéndose».
Coordenadas
Concierto en Santiago. 20 horas, miércoles 6 de agosto. Teatro CA 660 de Fundación CorpArtes (Rosario Norte 660, metro Manquehue. $15 mil a $35 mil. Venta de entradas.
Concierto en La Serena. 20 horas, viernes 8 de agosto. Auditorio del Colegio Alemán La Serena (Cuatro Esquinas s/nº). $5 mil a $10 mil. Venta de entradas.
Clase magistral de canto. 10:00 a 13:00 horas, jueves 14 de agosto. Auditorio del Instituto de Música UC en Campus Oriente (Jaime Guzmán 3.300). Inscripciones gratuitas.
Nicolás Staiger Rubio comenta el concierto aniversario de la Universidad de Chile: una velada marcada por la contundente madurez de una joven solista, una obra con profunda raíz identitaria y el punto dulce de la elegancia de la Sinfonía Linz de Mozart, todo bajo la sólida dirección de Christian Lorca.
El célebre laudista John Griffiths y la prolífica arista chilena Catalina Vicens son dos de las grandes figuras que serán parte de este evento que programó 13 conciertos gratuitos desde el jueves 20 de noviembre en las regiones Metropolitana y de Valparaíso.
Con tres estrenos en Chile, obras de cinco compositoras abordará el 19 de noviembre la flauta solista de la Banda Sinfónica de la PDI, cuyo profesor guía, Guillermo Lavado, destaca su seriedad y su capacidad de trabajo. Será un hito de este programa formativo del Instituto de Música UC que en los próximos seis meses tendrá dos titulados más.
Está cursando un magíster en Stuttgart, acaba de lanzar un disco por Naxos con Luis Orlandini y ya está trabajando en su primer álbum solista. Este inquieto y talentoso guitarrista formado en la UC está, además, iniciando una nueva carrera en paralelo. Aquí, todos los detalles, en esta visita que incluye su debut con la Camerata Unab el 19 de noviembre y en Teatro Biobío.
El Coro de Estudiantes UC abordará el Agnus Dei de la Misa Ut Re Mi Fa Sol La y se sumarán piezas para órgano con Danilo Rodríguez, maestro de capilla de ese templo, y selecciones de la Misa del Papa Marcello y del Cantar de los Cantares.
"La música interpretada en la iglesia-Catedral es un homenaje a Dios" asegura el deán Héctor Gallardo.
El profesor del Instituto de Música UC es el coordinador del 34° Festival de Música Contemporánea UC, que se realizará desde el 4 al 7 de noviembre en GAM, con 15 estrenos, la mitad de las obras creadas en este año 2025 y una gran variedad de formatos instrumentales.
Makrokosmos III del compositor estadounidense George Crumb, y versión para dos pianos con la percusión original de La Consagración de la Primavera de Igor Stravinsky abordarán el 28 de octubre en CEO los profesores de Música UC Liza Chung, Gerardo Salazar y Joaquín López más el académico UChile Jorge Pepi-Alós.
Danilo Rodríguez, maestro de capilla del templo y profesor del Instituto de Música UC estará a cargo de la dirección de esta histórica entrega que se efectuará el domingo 12 de octubre. Aquí, los protagonistas de este monumental proyecto revelan cuán emocionante es mantener vivo el legado del profesor Víctor Alarcón y describen el poderoso sentido espiritual de la música de Bach.
La soprano Claudia Pereira lidera dos conciertos que celebrarán el 7 y 8 de octubre, en CEO y GAM, al compositor francés en la Temporada de Cámara UC. Junto con Eun Seong Hong en piano interpretarán canciones de Ravel y el Coro de Estudiantes UC y Felipe Ramos Taky se sumarán con su único ejemplo de música a cappella. También se escucharán canciones de su maestro, Gabriel Fauré.