En septiembre de 1965, Charles Mingus subió al escenario del Festival de Jazz de Monterey con un nuevo octeto, tras presentaciones de Gil Fuller, Denny Zeitlin y John Handy. El grupo incluía trompetas, cuerno francés, tuba, saxofón alto, batería y el propio Mingus en contrabajo y piano. Tocaron cuatro temas pero la actuación fue confusa y decepcionante. Parecía que Mingus estaba molesto porque Handy —un antiguo colaborador suyo— había dado un show arrollador antes que él.

La verdadera razón fue otra. Monterey solo le dió 20 minutos para presentar su obra, que tenia una duración de más de una hora. Según un nuevo disco titulado lo que se escuchó en Monterey fue solo una fracción de lo que Mingus planeaba presentar. El álbum, grabado una semana después en UCLA, revela que Mingus tenía ocho piezas listas para tocar.

En UCLA una semana despues de Monterey, Mingus se desquitó con una actuación completa, grabada y lanzada después en su propio sello. Además de la música, se escuchan sus introducciones, bromas, reflexiones y hasta poesía. Mingus era un artista indomable: no se adaptaba a las situaciones, las obligaba a adaptarse a él.

Este álbum no solo documenta una actuación intensa, sino que también ofrece un retrato completo del genio provocador, poético y combativo que era Charles Mingus.

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