Fue uno de los compositores más relevantes del siglo XX. No sólo era talentoso y sabía exactamente cómo escribir música nueva, refrescante y con sentido, sino que además supo construir un camino propio en una era de profundos cambios. No se sumó a ninguna de las escuelas que lideraron las vanguardias y tampoco fue un reaccionario.

La tradición, que conocía muy bien, la integró en su propio lenguaje, y adoptó también las nuevas innovaciones técnicas, generando una simbiosis única de exploración, belleza, vanguardia y memoria. Baste recordar la reacción que tuvo el público -altamente convencional- de las Semanas Musicales de Frutillar cuando Josep Vicent y la Sinfónica de Chile presentaron en el Teatro del Lago la Sinfonía de Luciano Berio: ovaciones durante varios minutos.

El próximo 24 de octubre se cumplirán cien años del nacimiento de Luciano Berio. Las conmemoraciones del cumpleaños del célebre compositor italiano se están desarrollando a lo largo del año en todo el planeta y el Instituto de Música UC se sumará también con el programa «Centenario de Luciano Berio».

Serán dos conciertos; a las 19:30 horas del martes 12 de agosto, en el Auditorio del Centro de Extensión Oriente (Jaime Guzmán 3.300, inscripción gratuita) y a las 19 horas del miércoles 13 en el Teatro Joan Jara de la Fundación Cultural Lo Prado (Paseo de las Artes 880, inscripción gratuita).

«Luciano Berio es uno de los compositores más importantes del siglo XX. Fue bastante autónomo, pues participó de la experimentación, pero también siempre tuvo un fuerte vínculo con la tradición»

Aliocha Solovera

El programa ha sido diseñado por profesor Aliocha Solovera, quien lo presentará junto al Ensamble Contemporáneo UC e invitados. Se escucharán ejemplos de creaciones experimentales de Luciano Berio ( (1965-1990), dos de ellas para instrumento solo y a cargo de integrantes del conjunto estable del Instituto de Música UC: 6 Encores pour piano por el profesor de Música UC Luis Alberto Latorre, pianista solista de la Sinfónica Nacional de Chile, y Sequenza IX que abordará el clarinetista Dante Burotto, director de la Banda Sinfónica de la Policía de Investigaciones.

Asimismo, habrá dos obras de cámara que contarán con dos cantantes invitadas, ambas académicas de Música UC: O King, con Claudia Pereira, y Folk Songs, con Claudia Godoy.

«Luciano Berio es uno de los compositores más importantes del siglo XX», asegura Aliocha Solovera, y destaca especialmente que «fue bastante autónomo, pues participó de la experimentación, pero también siempre tuvo un fuerte vínculo con la tradición».

Grandes ejemplos de esta particular relación con el acervo quedará de manifiesto en los conciertos. a través de las Folk Songs. Son, indica, «canciones populares de distintos países y tienen incluso una armonización que podríamos llamar tonal». En el otro extremo, estará su espíritu más experimental a través de su Sequenza IX para clarinete, que es una de las 14 Sequenze que compuso para distintos instrumentos.

En tanto, O King, otra de las piezas que se escucharán en la 61a Temporada de Cámara UC, fue incluida el mismo año de su composición, en 1965, por Luciano Berio en su Sinfonía, la obra que mejor expresa este equilibrio que menciona el profesor Solovera y que tiene incluso citas de Gustav Mahler. «Nos habla de su profundo vínculo con la tradición y, a su vez, su interés por explorar y por buscar nuevas técnicas y nuevos códigos de lenguaje en la música contemporánea», señala. 

Luciano Berio participó en la vida cultura y artística de su época, estuvo, por ejemplo, en Darmstadt, pero no adscribió a ciegas en ninguna escuela y, por lo mismo, no se sometió a lineamientos, por ejemplo, de componer solamente piezas dodecafónicas.

«Él no adhirió a las tendencias de su época, sino que tomó un camino propio, aún estando conectado con todas las innovaciones que se dieron en la exploración, especialmente después de la Segunda Guerra Mundial. Mantuvo cierta autonomía en eso y pudo, entonces, asumir esta exploración, esperada en todo ese periodo, pero sin renegar de la tradición», aclara el profesor Aliocha Solovera.

Pensando en un público más bien general, creo que al asistir a estos conciertos, vivirán una inmersión en el lenguaje de Luciano Berio a través de obras bien variadas. ¿Cree usted que es una unabuena invitación para primerizos? 

«De todas maneras, porque justamente buscamos que sean bien diversas las obras, que muestren las distintas facetas de Berio. Así que van a conocer su búsqueda más experimental, como también su valoración de la tradición».

El programa abrirá con Luis Alberto Latorre y 6 Encores pour piano. Las piezas, adelante Solovera, fueron escritas en un lapso de 25 años. «Cuatro de ellas aluden a los cuatro elementos que, desde la Antigua Grecia y hasta la Edad Media se consideraban como los componentes del universo, que son el aire, el agua, la tierra y el fuego. Por eso los títulos de estas piezas son Piano de Fuego, Piano de Agua, Piano de Tierra, Piano de Aire. Existe entonces ahí algo extramusical que inspira a Berio para darle un carácter a estas piezas».

«El hecho de que haya introducido una nueva forma de pensar el sonido rompiendo con la armonía, el ritmo y la formas tradicionales, además de tener un repertorio para todos los instrumentos lo hacen uno de los compositores más influyentes para los intérpretes actuales»

Dante Burotto

Después será el turno de Dante Burotto. «A Luciano Berio lo descubrí muchos años atrás, primero con las Folk Songs, tocándolas con el Ensamble Contemporáneo. He aprendido a escuchar parte de sus obras y el hecho de que haya introducido una nueva forma de pensar el sonido rompiendo con la armonía, el ritmo y la formas tradicionales, además de tener un repertorio para todos los instrumentos en sus 14 Sequenzas, lo hacen uno de los compositores más influyentes para los intérpretes actuales», comenta.

«Considero que la Sequenza IX para clarinete de Berio es una de las obras más importantes dentro del repertorio que se ha escrito para este instrumento y tiene un significado especial para mí porque tuve la oportunidad de estudiarla junto al clarinetista francés Alain Damiens hace años en el Campus Oriente, en una de sus visitas», detalla Dante Burotto.

Agrega el clarinetista que «siempre es un desafío interpretarla, porque lo lleva a uno a mantener una resistencia física, técnica y emocional durante toda la obra, de principio a fin, sin ojalá perder la concentración».

Burotto anticipa también una característica que puede resultar muy interesante para una primera audición: «Para el público que no está acostumbrado a este tipo de música también es un descubrimiento pues, al no tener una estructura predecible, cambia de formas en todo momento, lo que invita a abrirse a nuevas expresiones sonoras».

Lo complementa Aliocha Solovera, destacando que en las Sequenze, Berio «pudo explorar diversas posibilidades técnicas más allá de las que tradicionalmente estaban en uso porque trabajó directamente con cada uno de los intérpretes. Además, como son obras para solo instrumento, obviamente tienen ese componente de virtuosismo, de alta dificultad, que siempre se espera para una obra solista».

Las siguientes dos obras del programa son para voz y ensamble, en distintas conformaciones.

Primero se escuchará O King, la creación que Luciano Berio escribió cuando fue asesinado Martin Luther King Jr., activista por los derechos civiles, en 1968. Los integrantes de Ensamble Contemporáneo UC Karina Fischer en flauta, Dante Burotto en clarinete, Davor Miric en violín, Alejandro Tagle en violonchelo y Luis Alberto Lavado en piano actuarán junto con la soprano Claudia Pereira.

«Berio dejó herencias importantes, tanto en el uso de la voz como en el lenguaje, en explorar hasta los extremos las posibilidades expresivas y sonoras de los instrumentos»

Claudia Pereira

«Luciano Berio fue, sin duda, un compositor protagonista de las vanguardias de la música del siglo XX. Inquieto en lo musical e innovador, a veces radicalmente. Dejó herencias importantes, tanto en el uso de la voz como en el lenguaje, en explorar hasta los extremos las posibilidades expresivas y sonoras de los instrumentos, utilizando las hoy llamadas técnicas extendidas, susurros, fragmentación de sonidos, de palabras, ruidos, como parte de la forma de expresión que podía tener tanto la voz como los instrumentos. De hecho también él utilizó de manera pionera la integración de técnicas tradicionales con tecnologías electrónicas como recursos experimentales expresivos para la música del siglo XX en adelante», destaca la profesora Claudia Pereira.

«Desde el punto de vista de lo vocal, Berio muchas veces se alejó del canto lírico convencional para explorar nuevas formas de sonido, buscando así demostrar cómo la voz humana podía ser un instrumento multifacético, más allá de ser solo un vehículo para el texto. Berio logró redefinir el significado del virtuosismo al incluir diferentes formas de generación de sonido y con esta exploración de diferentes técnicas para la producción del sonido, lo que él finalmente hizo fue anticipar un poco las formas postmodernas de crear música. Fue un puente entre la tradición clásica y las tecnologías emergentes, sin duda», agrega la subdirectora de Extensión del Instituto de Música UC.

Asimismo, la soprano enfatiza cuán significante es O King en cuanto rinde homenaje al activista afroestadounidense asesinado, y «en el uso que hace de la voz como un instrumento más dentro del ensamble, por un lado, pero también en el material de texto y de no melodía que le da a la voz».

Claudia Pereira, subdirectora de extensión del Instituto de Música UC, explica que el compositor italiano hace una «especie de desarticulación o desagregación de los diferentes fonemas del nombre Martin Luther King. La voz comienza en un ambiente muy etéreo en el que sólo va utilizando las vocales de ese nombre, más el vocablo ‘o’, como lamento. Luego, al avanzar la obra en lo timbrístico y en la dinámica, agrega material en lo vocal, las consonantes, y de esa forma llega a un punto en que revela el nombre Martin Luther King, luego de lo cual la música tiene una especie de desenlace rápido, en que el sonido se apaga, vuelve al pianísimo y esta vez evocando una especie de eco o recuerdo».

La soprano entrega un elemento más que enriquecerá la escucha de O King: «Así como a la voz él le pido que se integre al ensamble como un instrumento más, también los instrumentos del ensamble van haciendo una especie de extensión de la voz en la repetición de lo que timbrísticamente va dando cada uno de los fonemas enunciados por la voz, en una suerte de imitación o de convergencia con el material que va exponiendo la voz. Además, es bastante notable la economía de material que Berio logró en esta obra y que, sin embargo, da un resultado tan increíblemente redondo y sintético a la vez». 

Recordemos que en octubre del año pasado, en la 60a Temporada de Cámara UC, Ensamble Contemporáneo UC y Claudia Pereira, con la dirección de Aliocha Solovera, estrenaron en Chile una versión de cámara de 6 Orchesterlieder de Arnold Schoenberg (ver nota). El crítico Juan Antonio Muñoz destacó que «Aliocha Solovera hizo resaltar los múltiples colores instrumentales y cómo estos impactan en la emoción de los textos. La soprano Claudia Pereira desplegó su musicalidad en páginas que exigen amplio rango vocal e intensa concentración expresiva» (ver crítica).

«Claudia Pereira tiene una voz que logra adaptarse mucho a las necesidades de la obra. Obviamente, en las Orchesterlieder se necesita una gran voz, una gran proyección, porque es una obra originalmente para orquesta. Pero, acá en O King hay que cantar con una voz muy delgada, muy fina, prácticamente sin vibrato. Ella es muy dúctil y puede hacerlo perfectamente también. Así como puede cantar en una ópera, puede cantar acá con una voz muy delgadita. Creo que era la persona para esto», asegura Aliocha Solovera. 

Y respecto de O King indica que «es una pieza breve. El hecho de que la haya incluido en su sinfonía, que es una de sus grandes obras, revela el valor y la importancia que el mismo Berio le dio a esta pieza. Lo que a mí me parece muy extraordinariamente bien logrado en esta pieza, es esa posibilidad de fundir los instrumentos entre sí y de fundirlos también con la voz. Eso está magistralmente logrado y creo que ése es su valor, más allá de lo simbólico, por la dedicación a Martin Luther King. Hablando de lo netamente musical, pese a que es una pieza breve es muy homogénea, y tiene este logro de trabajar todo instrumento y la voz como una sola cosa, que se colorea, pero donde nadie sobresale».

La última partitura del programa será también una pieza insigne de Luciano Berio: Folk Songs (1964), una colección de once canciones, en su mayoría de origen folclórico, aunque algunas músicas las compuso el propio Berio.

Con la mezzosoprano invitada Claudia Godoy, actuarán cinco integrantes del Ensamble Contemporáneo UC: Karina Fischer en flauta y piccolo, Davor Miric en viola, Dante Burotto en clarinete, Alejandro Tagle en violonchelo y Gerardo Salazar en percusión. Se sumarán, como invitados, Salvador Pizarro en arpa y el estudiante de Música UC Sebastián Nahuelcoy en percusión.

Con esta mezzosoprano el conjunto ya abordó Folk Songs juntos hace 25 años.

«Berio es uno de los compositores más interesantes del siglo XX. Su trabajo vocal es muy lírico y natural, y en él se ven reflejados de manera latente su personalidad italiana y el peso de la tradición operística»

Claudia Godoy

«Hace 25 años, en esa instancia, yo todavía era estudiante y fue la primera vez que interpreté una obra contemporánea. Esto fue una experiencia muy reveladora, que me llevó a desarrollar una parte importante de mi carrera en el ámbito de la música del siglo XX y XXI», comenta Claudia Godoy. Por ello, indica, «es una obra particularmente importante para mí».

«Volver a interpretar esta bella obra con Aliocha y el Ensamble Contemporáneo después de tanto tiempo, tiene para mí un componente emocional importante, y por otra parte, me ha permitido reinterpretar las características de cada una de estas canciones», agrega la mezzosoprano.

La profesora Godoy indica, además, que para ella, «Berio es uno de los compositores más interesantes del siglo XX, sumando el hecho de que como cantante, su repertorio me es particularmente atractivo. Su trabajo vocal es muy lírico y natural, y en él se ven reflejados de manera latente su personalidad italiana y el peso de la tradición operística».

Folk Songs, conjuga el folclor de Irlanda, Armenia, Sicilia, Cerdeña, Azerbayán, Francia y Estados Unidos con recursos contemporáneos. Exhiben, por cierto, el amor que sintió el compositor italiano por la tradición, pero también esa admiración y amor que sintió por su dedicataria, la célebre mezzosoprano Cathy Berberian, quien fue su esposa hasta ese mismo año.

Son tan profundamente distintas entre sí, por el propio uso folclórico de los instrumentos, las letras, la sensación sonora y, sin embargo, todas estas distintas almas conviven como si parte de un conjunto.

«Creo que eso tiene que ver con la particularidad de que Berio tenía una gran capacidad de moverse entre lo tradicional y lo experimental. Él tenía un gran oficio también; podía componer en distintos estilos», explica Aliocha Solovera. «Creo que una de las cosas interesantes, y es un poco el mérito de la cantante, en este caso, que tiene que cantar en varios idiomas y en varios dialectos italianos, en francés, en inglés, en armenio, en azharí, que es el idioma de Azerbaiyán. También eso es un desafío».

Pero, además de la exigencia vocal, de la dicción y el lenguaje, hay un cierto estado de ánimo profundo que se va expresando, en cada canción, y que es propio de cada folclor, ¿no?

«Claro, yo creo que también hay un mérito ahí, pues el carácter es muy distinto. Por ejemplo, una de las canciones es del sur de Italia, donde hay una tradición de cantar así muy de garganta, muy de pecho, y hay que emular esa manera de cantar. La forma de cantar tiene que ser cercana a la tradición del canto de esas culturas, de esos lugares».

El hecho de trabajar con una agrupación como ésta, que el año pasado cumplió 25 años implica contar con intérpretes hiper-especializados que pueden abordar partituras muy exigentes. Pensemos en lo que significa contar con un pianista como Luis Alberto Latorre, con Davor Miric, en violín y viola, o Dante Burotto en clarinete, y así cada uno. Para poder hacer este tipo de programas es que resulta vital que exista el Ensamble Contemporáneo, que se sostenga a través del tiempo como agrupación, y que estén alojados en la Universidad Católica. 

«Creo que es una manera de poder trabajar de manera más tranquila, de ensayar durante todo el año. A pesar de que hacemos pocos conciertos, hacemos mínimo dos al año, sí ensayamos durante todo el año y eso nos da la tranquilidad y el tiempo para obras que sería imposible hacerlas con esos unos cuantos ensayos antes del concierto. Quizás no es el caso de estas obras, pero sí lo es de otras que hemos interpretado como la Suite Op.29 de Schoenberg o las Orchesterlieder de Schoenberg, que son obras que son muy complejas y requieren mucho tiempo de ensayo».

Reconoce, eso sí, que hay limitaciones financieras a la hora de programar y sacar adelante ciertos repertorios. No podemos hacer muchas obras que están sujetas a arriendo de materiales. Todos los compositores de cuyas muertes han pasado menos de 70 años, están sujetos a este, por decir así monopolio de las partes. Entonces las obras que son solistas, sí, se pueden comprar, las obras más pequeñas, pero las obras ya más grandes de cámara y, por supuesto, las de orquesta son siempre con arriendo, y eso implica que hay que pagar muchísimo. Es una limitante».

¿Qué le parece que un concierto como este, con el Ensamble Contemporáneo UC, los lleve a ustedes al Teatro Joan Jara de la Fundación Cultural de Lo Prado? ¿Qué le parece que allá también se pueda presentar esta entrega del Instituto de Música UC? 

«Soy bastante optimista. Hace bastantes años hicimos una gira por muchos lugares en el norte de Chile, tocamos en iglesias en Vallenar, Copiapó, en distintos lugares. La gira la hicimos, entre otras cosas, con el Pierrot Lunaire, que uno pensaría es una obra que a la gente le puede parecer extraña. Y nos sorprendió porque tuvimos muy buena recepción. Siempre la tenemos, la verdad. No sé si la gente de antemano va a tener una noción de qué se puede tratar este concierto, pero si es que van, yo estoy seguro que van a quedar conformes». 

En la ceremonia de la inauguración del Año Académico de la Universidad Católica, el 25 de abril el rector UC Juan Carlos de la Llera le entregó a usted el Premio a la Excelencia en la Creación Artística (ver nota). ¿Cómo ve ese reconocimiento ahora, ya decantado por el tiempo que ha pasado?

«Creo que, especialmente después de haber dedicado tanto tiempo a la parte más administrativa, eso fue un espaldarazo para motivarme a volver con más intensidad a la composición. Porque si bien estuve componiendo estos años, fue menos de lo habitual, porque tenía poco tiempo disponible. Así que coincidió con el hecho de dejar este cargo y recibir ese espaldarazo. Tengo varios proyectos, ya compuse una obra este año y ahora tengo que empezar un concierto para violonchelo y orquesta que se va a estrenar el próximo año por la Orquesta de Cámara de Chile. Y esas son ahora mis principales preocupaciones».

Muy buena noticia. Además, hace un mes, se tocó recién una obra suya, Polychronie, de 1992, en la 61a Temporada de Cámara UC, la interpretaron dos pianistas y profesores de Música UC, Sebastián Arredondo y Juan Cristóbal Undurraga, y ese programa lo diseñaron tres profesores de Música UC, compositores, que fueron alumnos suyos en algún momento (ver nota).

«Es una obra antigua, era estudiante cuando la hice, pero bien, ellos me lo pidieron, la habían conocido de antes y la quisieron incluir. Me pareció muy bonito, lástima que yo estaba enfermo en ese momento y no pude asistir. Pero ya me enviaron una grabación, así que muy contento». 

¿Cuál es el balance que hace de su periodo como subdirector académico? Entiendo que fueron seis años. ¿Fue un desafío interesante?

«Yo creo que sí. Uno termina comprendiendo muchas cosas del funcionamiento de la institución que uno generalmente no ve haciendo su clase como profesor. Entonces siempre es interesante y, por lo menos los primeros tres años, fueron para mí de mucho aprendizaje».

Por Romina de la Sotta Donoso | 11-08-2025 | Publicado originalmente en musica.uc.cl.