“Zapallo, 40 años” se llama el disco con que el conjunto de música infantil celebra sus cuatro décadas de carrera y que lanzará el 10 de junio en el espacio CityLab en el GAM. El concierto se realizará a las 12 horas, en Alameda 227, con inscripciones gratuitas aquí.

El trabajo, de 21 canciones, incluye 14 poemas de María Luisa Silva, permanente colaboradora del grupo por muchos años y que falleció durante la pandemia, en 2020. “Musicalizamos muchos escritos suyos a partir de los años 90, varias de nuestras canciones más recordadas tienen letras de su autoría”, comenta Óscar Pino, director musical, quien agrega que “siempre tuvimos una colaboración intermitente y quizás por eso nunca agradecimos debidamente su poesía, que es lúdica, amable e imaginativa”.

Además de este reconocimiento, para el grupo este trabajo es significativo porque es el primero con canciones inéditas luego de 18 años. Al respecto dice Pino que “como nos dedicamos entre 2007 y 2017 a hacer la trilogía con Violeta Parra, Víctor Jara y Rolando Alarcón, habíamos acumulado muchas creaciones nuestras que queríamos grabar”.

Un tercer componente relevante del disco es el fuerte rol que tiene la música latinoamericana. Son parte de la producción estilos del continente como calypso venezolano, cumbia, bolero/son, chamamé y una gran cantidad de ritmos de la música chilena, además de melodías del renacimiento o cosas menos conocidas como el medium swing. “Desde el inicio quisimos que fuera así, priorizar los sonidos del país y el continente porque representa el interés de quienes estamos en el grupo en estos momentos. Vemos que además hay un giro latinoamericano en varios grupos de músicas para la infancia porque ahora es más fácil acceder a información que antes costaba mucho obtener, y porque quizás las migraciones también nos permean”, agrega Pino.

Todos esos factores, a juicio del integrante de Zapallo desde 1990, dan paso a “un disco bastante interesante, con un sonido diferente, que se enmarca en la decisión que tomamos hace algunos años de complejizar nuestra propuesta musical a partir de los trabajos sobre Jara, Parra y Alarcón”. Así, por ejemplo, se puede encontrar que muchas de las canciones tienen citas a melodías célebres de la música popular o incluso a cortinas de recordados programas televisivos, que serán una sorpresa para quienes escuchen el disco.

Sobre este punto dice Óscar Pino “por un lado son ñoñerías del arreglador, pero también son una suerte de puentes cognitivos que quizás al niño no le hace sentido inicialmente, pero después le aparecerán en la vida y eso tendrá un efecto enriquecedor al ampliar su registro musical. Por otro lado, los papás son mediadores de esta música, porque muchas veces los niños escuchan lo que los mayores deciden escuchar, y a ellos sí les causa gracia encontrar estos juegos”.

En este nuevo trabajo participan los actuales músicos de Zapallo (María Paz Herrera, Claudia Sabat, Rodrigo García, Enrique Torreblanca, Pablo Téllez y Óscar Pino) más ocho músicos invitados, entre los que destaca la exintegrante Lorejo Valjalo, quien además compuso cuatro melodías y dos textos de la producción. Resalta igualmente la ilustración de la portada, obra de la renombrada artista visual Paloma Valdivia, cuyos libros han sido traducidos a quince idiomas y cuenta con numerosos reconocimientos internacionales.

Para un grupo con la trayectoria de Zapallo, que ha visto pasar muchas generaciones de público, el nuevo trabajo también es una manera de plantear nuevas temáticas a sus discos. Sobre esto dice Óscar Pino que “nuestros discos de los 90 y 2000 tienen más que ver con los estereotipos temáticos clásicos de las músicas para infancia: amigos imaginarios, animales, cosas de la naturaleza, de aspectos más atemporales. Si bien estos temas siguen allí, también hemos agregado temas como la superación de los problemas o la relación de los papás con los hijos. Lo hacemos porque en estos años ha habido una expansión del universo emocional y me parece natural y honesto, ante los años que hemos vivido y lo que hemos pasado como humanidad. Los grupos musicales de cualquier estilo deciden reflejar de manera explícita lo que viven o mantenerse al margen: ambas opciones son lícitas pero nosotros, en este disco, hemos desarrollado la primera”.

Con cuarenta años de trayectoria, Zapallo junto a Mazapán y Acuarela pertenecen a una generación que es vista como referencial para la gran cantidad de agrupaciones de música para infancia que han aparecido en los últimos años y que se reúnen en la agrupación Crin, creadores infantiles de Chile, quienes les han distinguido como “miembros honoríficos”.

En este trayecto han cantado para niños que,muchos años después,han ido a los conciertos con sus hijos. “Siempre hemos tenido una cercanía, comprensión y afecto desde el público hacia el proceso natural de nuestro envejecimiento. La propuesta la hemos mantenido de manera natural y seguramente somos menos hiperkinéticos que antes, pero tenemos el mejor de los públicos. Los niños y las niñas no te piden nada, son cariñosos y receptivos a este puñado de adultos, entre los que hay algunos abuelos, haciendo esta música. Me parece genial que haya grupos de todas las generaciones, y que nuestra propuesta todavía les guste a los pequeños nos parece maravilloso”.

El acto de lanzamiento de este trabajo, que fue realizado con el apoyo del Fomento de Fomento a la Música Nacional, convocatoria 2022, se realizará el 10 de junio en CityLab del GAM con un conversatorio en el que los integrantes del conjunto repasarán su trayectoria, explicarán el proceso del disco y también interpretarán algunas canciones. Para esa fecha, el disco ya estará disponible en plataformas digitales.