Teatro UC presenta desde el 18 de mayo Verdar, un monólogo interpretado por la ganadora del Oso de Plata del Festival de Cine de Berlín, Paulina García, escrito por el joven dramaturgo Nicolás Lange (Esto podría durar, y durar, y durar, y durar, y durar, Caminamos porque amamos algo), ganador de la última Muestra Nacional de Dramaturgia, y dirigido por Paula Aros Gho, quien tiene una reconocida trayectoria en la exploración performativa (Home, Granada y Nazca, entre otros proyectos).

Funciones hasta el 3 de junio, de miércoles a sábado a las 20 horas, en Jorge Washington 26, Ñuñoa. Entrada general por $12.000; $6.000 el miércoles y $8.500 el jueves, en boletería.

El título de la pieza es una palabra inventada que quiere decir: confesar una verdad que genera dolor. Como explica su autor, “es un texto de profundo amor a algo que se muere. Y no queda lugar para posicionar ese dolor; más que nombrarlo y cantarlo y repetirlo, cancérigenamente, buscando una respuesta que no llegará”. Si bien se trata de una ficción, el montaje compuesto por tres historias – que fue creado para la II versión de Escena Austral Festival de Teatro y Educación en Frutillar, y que tuvo una breve temporada en el Teatro Camilo Henríquez durante la última versión del Festival Teatro a Mil, en enero pasado – plasma en escena la relación ambivalente de Lange con el Sur de Chile, donde creció.

Verdar presenta a una directora de orquesta que, luego de la muerte de su madre en una localidad rural, trata de suicidarse en el escenario de un teatro. El intento es detenido por el guardia del lugar, quien la enfrenta al público para que reconstruya un concierto. Así, la pieza instala preguntas como: ¿En qué nos convertimos después de la muerte de nuestra madre? ¿Cómo se orquesta y enumera el dolor extremo? ¿Cuán ideal es vivir en geografías alejadas de las urbes?

“Es un personaje que el dramaturgo escribió para mí, pero desde él. A ratos está vinculado a mi historia, pero también está relacionado con sus vivencias como escritor”, detalla Paulina García.

La artista cuenta que los ensayos le dieron “más que un personaje, estados emocionales” que se tradujeron en una búsqueda actoral guiada por Paula Aros, la directora, y que da como resultado una performance que depende del espacio físico en el que se realiza. “Es una obra que dialoga mucho con el sitio específico donde se presenta y con el público, quien es testigo directo del monólogo y del devenir de esta mujer. Los asistentes son testigos directos de cómo, en un presente muy concreto y de una manera muy directa y práctica, la actriz, que es la directora de orquesta al mismo tiempo, va revelando su intento de reconstrucción y su dolor”, profundiza Aros.

Verdar, dice Aros, “también tiene harta relación con el espejo emotivo que la protagonista provoca hacia la audiencia, lo que se traduce en una locura expresada en un concierto, en el que el único instrumento son unas fuentes de agua”.

Información: Comunicaciones Teatro UC.