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Exposición

Museo de Bellas Artes: Luchas por el arte

Con la curaduría de Gloria Cortés Aliaga y de Eva Cancino Fuentes, se revisa cómo se configuró el sistema de las artes en Chile desde mediado del siglo XIX.

Vista del Museo Nacional de Bellas Artes, de Pablo Burchard Eggeling. Colección MNBA.

"Luchas por el arte. Mapa de relaciones y disputas por la hegemonía del arte (1843-1933)", presenta más de cien obras a partir del 20 de diciembre de 2022, con la curaduría de Gloria Cortés Aliaga y de Eva Cancino Fuentes, en el Museo Nacional de Bellas Artes.

Replicando el título del libro publicado por Alberto Mackenna en 1915, la exposición constituye la primera propuesta conceptual para pensar el nuevo guión permanente del Museo Nacional de Bellas Artes, a partir de la triada institucionalidad, enseñanza y escritura.

Este ejercicio curatorial, que incorpora pinturas, dibujos y esculturas intenta, evidenciar las redes asociativas y los múltiples nodos que dieron origen al sistema de las artes en Chile entre mediados del siglo XIX y principios del XX. Así, por primera vez en la historia de las exhibiciones de la Colección MNBA se problematiza en torno a las tramas, filiaciones, circulaciones y pugnas por la institucionalización ocurridas a mediados del siglo y principios del XX, a la luz de múltiples archivos, fuentes primarias escritura de los protagonistas de esta historia y de las propias obras, desde una perspectiva crítica.

“Inspirándose en el libro de Alberto Mackenna, 'Luchas por el arte' expone una visión crítica de las tensiones y sensibilidades que marcaron el arte en Chile durante la segunda mitad del siglo XIX y las primeras décadas del XX. A través de una innovadora museografía, aparecen tendencias, afinidades pictóricas y variedades temáticas, en una suerte de collage monumental que nos permite mirar con nuevos ojos ese período de nuestra producción artística”, explica Fernando Pérez, director MNBA.

“A modo de constelaciones, el presente ejercicio permite visualizar las inscripciones de nombres en el sistema de las artes, los planteamientos artísticos e ideas predominantes, sus representantes, políticas y su ordenamiento oficial. Pero por sobre todo, permite dar cuenta de las omisiones, las ausencias y las marginaciones, los exilios y expulsiones, entre otras escenas en conflicto, así como aquello que se gesta y desarrolla en los márgenes del propio sistema”, señalan por escrito las curadoras.

El huaso y la lavandera, de Johann Moritz Rugendas. Detalle.

La muestra sitúa al pintor, crítico y promotor del arte Pedro Lira Recoret (1845 - 1912), al centro de las tensiones y disputas originadas en los círculos artísticos, integrados por creadores, gestores, diplomáticos, académicos, profesores, autoridades, críticos, cronistas y periodistas. Sus voces son fundamentales para evidenciar las discusiones centradas en lo fundacional y en el modelo europeo, el proyecto educativo, la cuestión social y la cuestión de género. En tanto que los salones y exposiciones, la escritura o fortuna crítica y la propia conformación de la institucionalidad fueron los espacios para el desarrollo de estas pugnas.

Frases como “formar el museo actual —hecho a base de pintores oficiales de nuevos ricos”, de Juan Emar; ni Lira honra con su amistad a los artistas rotos, ni Blanco se honra con la amistad de los siúticos y farsantes”, de Juan Rafael Allende o “Nombrado director de un establecimiento no establecido. Nombrado contra la voluntad de un cuerpo de personas influyentes i poderosas. Molestado i perseguido por esa comisión”, de Enrique Lynch, permiten comprender los candentes debates de la época.

Pero también se encuentran manifiestos de la época que traen a la actualidad algunos debates permanentes, como la función del museo. Así, en 1931 la Asociación de Artistas de Chile señalaba que “el museo debe servir de guía a la colectividad, equilibrar el sentido estético, demostrar la evolución del arte, ser, en fin, un factor importantísimo de la educación popular, con lo cual llena una importante misión social”.

La selección de obras incluye donaciones y adquisiciones recientes como los óleos Vista del Museo Nacional de Bellas Artes de Pablo Burchard, Escuela de Bellas Artes de Rafael Correa, Puesta de sol en cordillera de Peñalolén o Paisaje de Peñalolén (1874/1875) de Antonio Smith Irisarri, Niños jugando en la calle (1881) de José Mercedes Ortega, Plaza General Baquedano (1931) de Ramón Subercaseaux, Carretoneros de Rotko Matjasic, Mi taller (1897) de Wenceslao Veloz, una pintura sin título de Ana Cortés Jullian, quien fue profesora de la Escuela de Artes Aplicadas, la extraordinaria pintura de Agustina Gutiérrez que incorpora a su composición el marco que la rodea en su Retrato de Manuela Real de Azúa (ca. 1886) y un textil de la década de 1930 realizado por Amelia Astudillo, también profesora de la Escuela de Artes Aplicadas.

Un lugar central ocupa Los Canteros (1878) de Pedro Lira, óleo de grandes dimensiones, cuya restauración culminó recientemente para esta exhibición. Fue donada por el artista e incorporada a la colección del Museo, antes de la inauguración del actual edificio.

La museografía a cargo del Estudio Pedro Silva, apuesta por un montaje sencillo y novedoso ideado por las curadoras, reproduciendo la idea de un mapa conceptual que puede ir creciendo y problematizando nuevas cuestiones. Las obras se montaron a baja altura, sin distancia y prescindiendo casi por completo de sus marcos, a modo de una trama de relaciones.

Así, las piezas se presentan sin el filtro informativo y decorativo que puede significar este elemento, invitando al visitante a leerlas para realizar analogías y reflexiones en asociación con abundantes citas desplegadas en los muros. Un video permite visualizar el texto central Luchas por el Arte y se integra un repositorio virtual de los documentos, libros, revistas, ensayos y otros escritos que nutren los diálogos, asociando nodos conceptuales. En tanto que el mobiliario hace un guiño al original con el que el museo abrió sus puertas en 1910, trayendo a la memoria el ambiente de los salones y exhibiciones de hace más de un siglo.

La muestra se exhibe en José Miguel de la Barra 650, de martes a domingo, de 10:00 a 17:30 horas, gratis, hasta el 26 de marzo.

Información: Museo Nacional de Bellas Artes.


Programa

Artistas expuestos

Fernando Álvarez de Sotomayor, Graciela (Chela) Aranís Valdivia, Virginio Arias Cruz, Amelia Astudillo Bravo, León Bazin, José Miguel Blanco, Pablo Burchard Eggeling, Abelardo (Paschin) Bustamante Rodríguez, Carlos Canut de Bon, Celia Castro Fierro, Alessandro Ciccarelli Manzoni, Luis Cousiño Talavera, Rafael Correa Muñoz, Ana Cortés Jullian, Ernest Charton, Lorenzo Domínguez Villar, Clara Filleul, Antonio Gana, Hernán Gazmuri, José Gil de Castro y Morales, Julio Fossa Calderón, Juan Francisco González Escobar, Raquel González Acevedo, Simón González Escobar, Jean Baptiste Guignet, Agustina Gutiérrez Salazar, Carlos Isamitt Alarcón,  Marguerite Jeanne Jacob de Bazin, Pedro Lira Rencoret, Óscar Lucares Espinoza, Enrique Lynch del Solar, Francisco Javier Mandiola, Francis Martin Drexel, Rotko Matjasic Martinic, José Malhoa, Roberto Matta Echaurren, Arturo Michelena Castillo, Raymond Monvoisin, Camilo Mori Serrano, José Mercedes Ortega, José Perotti Ronzoni, Pedro Prado Calvo, Johann Moritz Rugendas, Antonio Smith Irisarri, Joaquín Sorolla y Bastida, Gregorio Torres (at.), Alfredo Valenzuela Puelma, Wenceslao Veloz Sotomayor, Pablo Vidor.

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