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Mario Toro Vicencio: poemario Opino

El 14 de mayo se lanzará un nuevo libro de este escritor porteño que es miembro de Pen Club Chile.

Detalle de la portada de Opino, de Mario Toro.

Editorial Planeta publica un nuevo libro de Mario Toro Vicencio. Se titula Opino, y es un poemario. “Nos parece de una belleza inusual. Fruto de un alma vieja con una juventud arrebatadora. La sabiduría y buen gusto van de la mano” consignó al respecto la editorial.

Nacido en Valparaíso, Mario Toro Vicencio es intérprete, traductor, experto en cooperativas, empresario, ex funcionario de gobierno y escritor. Radicado en Talca desde al año 1998, vivió su exilio en Suecia, donde trabajó en la inserción de refugiados de Latinoamérica, a través del Instituto del Mercado Laboral. El autor es miembro de la Asociación Mundial de Escritores y Poetas, PEN Club Chile, desde 2019.

Este nuevo volumen ya se puede adquirir en Amazon. Mario Toro Vicencio tiene una decena de libros publicados, y los últimos tres son parte de la colección del Museo de la Memoria: Viaje al Fondo del Dolor Historia de Búsqueda y Esperanza (2013), PoeMario un Impulso a la Verdad (2016) y Tres Historias Un Correo Mil Verdades (2018). Este último, ha sido editado en España, Francia, Portugal y para toda América Latina hispanoparlante por la prestigiosa editorial Planeta.

Mario Toro Vicencio.

El lanzamiento se realizará a las 18 horas del viernes 14 de mayo, en forma virtual, y participarán José Manuel Álvarez, director del periódico Maule Informa; Jorge Coulon, director musical de Inti Illimani, y el propio autor.

Además, habrá saludos de Rocío Durán-Barba, presidenta del PEN de Francia; Sandra Santana, presidenta de PEN Puerto Rico; Francisco Estévez, director del Museo de la Memoria; Roberto Rivera, presidente de la Sociedad de Escritores de Chile, y Mario Leyton, Premio Nacional de Educación 2019.

El lanzamiento se realizará en Zoom y es abierto al público.


Programa

Leer

Huella, poema de Opino

Llama la atención el ser y sus certezas
basadas en la historia humana que de humanidad carece
ignorando la fuente griega
que sólo hace preguntas para alcanzar la evidencia
Historia universal en tiempos desquiciados,
historia individual de despertados y despertadores,
de pequeños y esmirriados seres de desollados barrios,
de anhelos interrumpidos, con historia de la mala,
la última del siglo, del siglo último,
la actual en la versión más oscura,
aquella burda, de precio sin valor,
generación de corrupción que cuelga de esa historia
Resurge una nueva Era de esclavitud
pero desde la elevada y más pura razón
desde la plenitud de la filosofía libertaria
desde la excelencia de la sapiencia del mejor
y más decente comportamiento humano
bulle la juventud, como esencia perentoria del acontecer
que gran parte de la sociedad, desposeídos de siempre
en sus expectativas sigue como vivaz respuesta de la consciencia
y de esos dos mundos la convergencia emerge
esa erupción prodigiosa una mejor vida imaginó
en que los más preciados sueños ahora florecen
haciendo realidad la coincidencia
que no sólo es despertar sino un Renacimiento naciente
en una época que se hace insostenible
Con inmisericorde mutación uno del Apocalipsis rozó pieles,
tosió, escupió, hace sangrar al Globo
y la élite desesperada
cuyo guión es el mercado y el sistema establecido
prefiere sacrificar vidas que permuta por ganancias
sin escuchar a la ciencia, ni al clamor del penitente,
pobre, sufriente que en papel de asintomático envuelven
así lo desconstruyen, lo destratan, lo destruyen
Para el desposeído, la vida quita más que la muerte
que sólo se lleva la vida, aquella de mala muerte,
ahora siempre al contagio expuesta
y sin oráculo político, sin deberes impuestos,
sin ruta señalada,
sólo con la consciencia, la pureza de intención,
un juramento asumido,
armando su entereza
y el Olimpo exigiendo sea ofrenda
en la primera línea, como aquella de la calle,
vestida de bata blanca, uniforme, cofia blanca y vestido azul
la propiedad de su rostro oculta,
no quiere mostrar facciones
su individualidad reserva
la invisibilidad la hace insigne
empatía manifiesta ante tamaña proeza
reduce las tristezas acopladas de pandemia,
da atención al enfermo,
sanidad al futuro, desborda de emoción
e insufla oxígeno al sufriente.
El invierno de los Polos se apoderó del cielo
en rasante vuelo escarcha, con alas azabaches
de oscuridad cierne al planeta, tiñe todo de negro
deja en coma a la piel, hibernando a los sentidos
el mundo se paraliza, presiona la tecla en pausa,
queda quieto, subyacente, como espacio entre paréntesis
el ímpetu colapsa, las pulsaciones se abstienen
hasta la hoja de otoño, bamboleante, suspendida en el aire,
sin llegar a tocar tierra, su descender estanca
un letargo contundente, silente, crea vacío en las calles
Lo que la ciencia explica, que el virus no discrimina
la razón y realidad desmienten,
fuertes tensores tiran hacia diferentes partes,
arrojan o descargan,
no hay intermedios, tregua, ni patios de recreos
nadie elige donde queda, cada cual en su lugar
es mala o buena existencia según la residencia
en plena parte alta, de barrio alto pudiente
la zona de castillos, de torreones y arcoíris
de murallas financieras rodeado, su identidad resguarda
y con telón bajo, su aislamiento de siglos preserva
el resto de la comarca, color gris, fea estampa
que deslinda con pobreza,
es extraño a su universo
así, lejos de otras manos e intereses
la distancia, como siempre le protege
distanciamiento social para el que manda,
pues el letal es físico de manera presencial
En una sociedad insana, no es saludable vivir,
es cobijo, regocijo, abundancia para una minoría
no es de extrañar entonces
que al poder no atañe lo que le incumbe al pueblo
en el país del contacto lejano, del trabajo aislado
existe una remota posibilidad de ser escuchado
es que a la palabra empeñada se pone mascarilla
que deviene en mordaza a lo que el poeta diga
que habla en el idioma de todos los idiomas
con metáforas golpeantes, para el gobernante delirantes
lo que su mente expresa, que nunca calla
es el origen del silencio
Con la evolución pendiente se acalla a los relatores
que antes, al estallar, con realidad capturada desentrañaban hechos,
porque la verdad no se busca, según ellos se lleva
porque la verdad del destino es posterior al engaño
porque la realidad se construye, no se captura
porque la normalidad era la crisis y la nueva normalidad un caos
y como la normalidad es mortal y de avanzada edad
a todo supremacista, por primera vez,
colgado de la cima e inconexo de la humanidad tiene
pero insiste en su propósito: desconocer población, consenso,
acumular poder y no sensatez, todo bajo estricto orden
sin aceptar y menos concebir la nueva arquitectura
que es la oportunidad de cambio, de transformación masiva
de mercantilismo transable a distribución de la riqueza
en una economía regenerativa, basada en el cuidado,
reparación, protección y calidad de vida
En la prístina costa, los faros, cíclopes guardianes
detectan algo extraño: olas de más de un mar,
un océano con arrecife de corales que ostenta fastuosa riqueza
sólo vela por su zona de confort, con especulación subasta la nación
desestimando la suerte del que sufre inanición
el otro, al llegar a la orilla, sabiendo la vida en suspenso
deposita en la arena moluscos, cardúmenes de peces
para ayudar al hambriento con todo ese nutriente
que por siempre le ha estado prohibido
El poblador negado, no será el receptor pasivo de todo lo que ocurre
está dispuesto a esculpir en piedra un nuevo lugar común,
un nuevo mandamiento, una nueva Constitución
sin volver a la anterior
con el miedo disipado, no quiere tomar distancia
rompiendo intervalos, sin el menor reparo, se acercará al otro,
con emociones socializantes, sumas de imbatibles lazos
activista de la generosidad
con cualidad emancipadora
dará valor al desvalido, un propósito al engañado
ilusión al desesperado
bienestar al abandonado
justicia al renegado e igualdad al denegado
para nunca más ser manejado
para estar juntos enteros, no a pedazos
con dos miradas de esperanza
invitando al que espera en el sendero
a cobrar vida, que la vida está en suspenso

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