Un inédito relato coral que reúne los testimonios de vida de diez mujeres, desde su nacimiento hasta la actualidad, presenta el libro Diosas de lo Íntimo: Oráculo de la memoria familiar, de Ximena Vial. El volumen incluye ilustraciones de Paula Vial y será lanzado en una actividad abierta al público, vía Zoom, a las 20:30 horas del lunes 12 de abril. El link está en la cuenta @historiadicta de Instagram.

Lo publica Editorial Trayecto y cuenta con despacho a todo Chile. Todo el equipo de trabajo lo integran mujeres, y el proyecto nació con la adjudicación de un fondo para la escritura de Columbia University Global Center Santiago.

Conscientes de que existe una deuda histórica respecto de las representaciones femeninas en nuestra sociedad, las autoras decidieron hacer un retrato coral de 10 mujeres que residen en Chile. Tienen diversas edades y procedencias sociales, y cada una hace un recuento de su propia vida hasta la actualidad, con especial foco en cómo han vivido la pandemia.

Esta experiencia femenina es cómplice, además, con los lectores, pues las historias se plantean como un oráculo: basta con tirar unos dados para saber por cuál historia de vida hay que partir. Así, cada biografía apunta a una diosa griega en su calidad de referente de la psique femenina.

Ximena Vial, es autora de Cuando Conocí a Nemesio... (2019) y una activa difusora de contenidos históricos en su cuenta de Instagram y podcast @historiadicta, es docente de la Universidad Diego Portales. Licenciada en Historia UC, magister en Museología Antropológica en Universidad de Columbia y doctorando en Herencia Cultural en la Universidad de Birmingham University.

-¿Puede describirnos la diversidad de las diez mujeres perfiladas en iosas de lo Íntimo: Oráculo de la memoria familiar?

"Cuando iniciamos este proyecto hicimos una búsqueda etnográfica de distintas mujeres, e intentamos que se cubrieran distintas edades, por lo tanto hay chicas que van desde los 16 hasta los 80 y tantos años. También intentamos que hubiera diversidad de clase, racial y geográfica. No logramos cubrir todos los tipos de identidades femeninas que hay en el país, pero intentamos que fuera lo más diverso posible, por lo tanto hay mujeres migrantes, mujeres negras, mujeres blancas, mujeres que nacen en campamentos, mujeres que nacen en situaciones mucho más acomodadas y así se van intercalando sus historias".

-¿Por qué trabajan con el concepto de diosas para referirse a las mujeres? ¿Cuál es el sentido de esta alusión mitológica?

"Hay un libro que se llama Las diosas de cada mujer de Jean Shinoda Bolen, que de alguna manera rescata en las diosas griegas los arquetipos femeninos que existen. A raíz de eso se nos ocurrió que estas mujeres, por más distintas que eran unas de otras y también distintas a la audiencia que lee el libro, sí tienen algo que las entrelaza, que es el mundo femenino. El libro también sirve como un oráculo personal y por eso viene con una dinámica, donde uno tira unos dados, estos dados te llevan a una de las historias, y se supone que esta historia que tú estás leyendo es un arquetipo de una diosa y tiene un mensaje para el lector o la lectora".

-¿Qué le llamó la atención en estas diez entrevistas? ¿Existe algo en común a todas estas mujeres, o más bien hay diferencias entre sus relatos, por ejemplo, en la vivencia de la pandemia?

"Creo que lo interesante del libro es que las historias de las mujeres son muy diferentes entre sí, porque los contextos de cada una son muy distintos. Muchas vienen de contextos de guerra, otras de situaciones sociales muy precarias, otras no, y eso hace que sus relatos sean muy diferentes, pero a la vez los conflictos que enfrentan todas, en términos de violencia de género y desigualdad, se van traslapando en distintos tonos dependiendo del contexto, en todas las historias. Entonces todas enfrentan la pandemia desde lo familiar, desde el cuidado al otro, que es algo que se ve en común en todas las historias, independiente de la clase, de la edad, del contexto racial. Pero sí hay diferencias en cómo se viven estas cosas dependiendo de los propios contextos".

-Pensando en los auditores de Radio Beethoven, ¿qué los invita a descubrir en la lectura de este libro?

"La verdad es que es un tesoro para el registro femenino de Chile. La invitación es a descubrir que las mujeres han estado sosteniendo los pilares de la sociedad desde hace mucho tiempo, pero desde lo privado. Y este libro lo que hace es que desprivatiza la experiencia femenina y la pone en un lugar de valor y de importancia, así que los invito a descubrir qué es lo que han estado haciendo estas mujeres en lo privado tantos siglos".

Cuatro voces femeninas: una selección del libro

Yessica Huenteman nació en 1979, en la comuna de Collipulli, en la región de La Araucanía, al sur de Chile. Esta tierra marca el compás de vida de la protagonista. “Arauco tiene una pena” cantó Violeta Parra y Yessica lo sabe. La tranquilidad y el silencio que acompaña el paisaje donde nació encierra un grito doloroso. El desarrollo artístico, el oficio, su constancia, dulzura y sabiduría hacen de esta mujer la evidencia concreta de que hay cosas que otros no te pueden quitar. (Yessica Huenteman, libro Diosas de lo Íntimo).

“Lo fortuito de la vida es así y Ziomara encontró su pasión y su passion la encontró a ella. El básquetbol no solo fue un deporte que le gustó y para el cual era talentosa, sino que le entregaba un espacio donde podía sentirse aceptada y conectada. Llevaba mucho tiempo sintiéndose fuera de lugar: era demasiado alta, demasiado Morena y demasiado extrovertida. (Ziomara Morrison, libro Diosas de lo Íntimo)

Sio conoció a Kiong Chau por fotos, ya que él estaba lejos; vivía en un país en otro continente llamado Chile. Al ver la foto lo primero que pensó fue que Kiong era muy guapo. Había cierta ternura encapsulada en esa foto. (Sio Chau, libro Diosas de lo Íntimo)

Ser Elisa no es mi hobby. Todo lo que tiene que ver con la expresión de lo femenino me hace ser quién soy. El poder peinarme, maquillarme y vestirme me permite ocupar el espacio que tengo que ocupar. Antes vivía con todos los átomos de mi cuerpo comprimidos. Elisa me ha entregado una seguridad y un empoderamiento que me cuesta reconocer en mí. Sonrío de manera automática porque me encontré a mí misma. Jamás creí conocer este grado de amor propio. Menos mal durante la cuarentena estoy encerrada yo, la Elisa, y no Juan Quién sabe lo que haría Juan confinado. (Elisa Mardones, libro Diosas de lo Íntimo)

Por Romina de la Sotta Donoso