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Teatro

Claudia Di Girolamo estrena su propia versión de Medea

El montaje se titula No hay derecho, es protagonizado por Francisca Gavilán y se presenta en GAM.

No hay derecho. Foto: Fran Razeto.

Llega al Centro Cultural GAM No hay derecho, obra que relata el poder y sufrimiento de Medea, mito griego que Claudia di Girolamo toma para unir las tragedias escritas por los poetas Eurípides y Séneca, y traerlas al presente. Esta nueva versión, que ha sido escrita y es dirigida por Di Girolamo, acentúa el feminismo en esta historia de amor, traición y venganza.

El estreno, protagonizado por Francisca Gavilán, Francisca Medina y Freddy Araya, estará en cartelera hasta el 10 de julio. Funciones a las 20:30 horas, desde el 23 de junio, con excepción del 24 de junio. Entrada general por $7.000, y por $4.000 para estudiantes y personas mayores. El viernes cuesta $4.000 para todos.

La actriz Francisca Gavilán personifica a Medea, uno de los grandes personajes femeninos de la dramaturgia y de la mitología. En la historia, ella huye de su pueblo tras matar a su hermano para casarse con Jasón. Llegan a Corinto, donde ambos viven felices y engendran dos hijos. Sin embargo, el rey Creonte acuerda casar a su hija, la princesa Creúsa, con Jasón. Éste acepta desposarla, abandonar a Medea y criar sus hijos con la nueva mujer. Medea es sentenciada al destierro.

La protagonista entonces, arrastrada por la traición de Jasón y en su afán por buscar justicia, envía a Creúsa un manto impregnado de veneno como regalo de bodas. Cuando la princesa se lo pone, la tela comienza a quemarse y las llamas la consumen. Como acto final de venganza, Medea mata a los dos hijos que había tenido con Jasón.

En esta versión de Claudia di Girolamo, la obra tiene toques contemporáneos en textos, vestuario, escenografía y utilería. Hay graderías frente al público a modo de teatro griego en desuso, espejos y neones. Además, los personajes se redujeron al máximo para poder centrarse en el nudo de la obra, quedando en escena Medea, Jasón y un hijo/a.

No hay derecho. Foto: Fran Razeto.

“La obra es súper contemporánea, porque habla de feminismo, de justicia, de venganza y lleva al límite la condición femenina. Me parecía muy interesante darle una vuelta a la traición en las relaciones de pareja. Cómo afecta y cómo quiebra la familia y a la mujer. Creo que hay una reivindicación de la función femenina muy fuerte. Además, Medea es extranjera y perseguida. Entonces es muy actual en su visión de cómo se transforma al inmigrante en alguien peligroso”, comenta su directora Claudia di Girolamo.

El título de la obra No hay derecho, tiene para su directora una triple significación. “La idea nació hace mucho tiempo. Quería hacer otra obra, pero los derechos eran tan caros, tan inalcanzable el precio, que dije en mi desesperación: voy a hacer una obra donde no hay derecho. Y eso son los clásicos. Al mismo tiempo, con el estallido social, salimos a la calle buscando más derechos sociales. Y además es un dicho muy chileno que refiere a cuando algo colma la paciencia. Y en la obra no hay derecho en culpar a Medea y no a Jasón siendo que ambos son responsables de los sucesos. Por qué se le destierra sólo a ella y él se vende tan bastardamente a una sociedad y deja a su familia botada. Simplemente, no hay derecho”, cuenta Di Girolamo.

Medea es una mujer que ama profundamente a su esposo y quiere volver a vivir esa libertad con él, pero Jasón ya se convirtió en un hombre del sistema: “Tiene una gran vigencia, porque creo que en nuestro país aún no somos capaces de sacudirnos de esos estigmas y estereotipos sociales. Nos cuesta mucho hablar de igualdad, de aceptación, de inclusión. Esta Medea que araña desesperadamente las normas, está dentro de todas las mujeres, y también de las disidencias, que son finalmente exiliadas en su propia patria. Ella es muy revolucionaria en ese sentido, salta los límite, quiere cambiar las reglas establecidas. Entonces la obra nos lleva a tratar de razonar por qué no somos capaces de entendernos, de abrir nuestros brazos, de unirnos y crear una sociedad diferente, más grande”.

No hay derecho. Foto: Fran Razeto.

Claudia di Girolamo había protagonizado una versión de Medea en 2001 bajo la dirección de Rodrigo Pérez, un personaje que la ha estado siempre en su pensamiento: “Medea, Hedda Gabler, Sarah Kane son personajes que viven en mi interior. Esas mujeres que están al límite de lo establecido, que rompen los hilos del corset, que nos deslumbran por su brillantez. Cuando hice Medea, me atravesó el alma. Ella se deshecha a sí misma. Entendí qué fuerte puede ser en el corazón de una mujer la relación con una pareja. Creo que Eurípides y Séneca tienen una visión muy profunda del amor puro”, relata la actriz.

Información: GAM.


Programa

Ficha artística

Dramaturgia y Dirección: Claudia di Girolamo | Elenco: Francisca Gavilán, Francisca Medina, Freddy Araya | Vestuario: Loreto Monsalve | Iluminación: Cristian Reyes​.

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