Becca y Howie acaban de perder lo que más aman en el mundo. ¿Podrán encontrar el camino de regreso el uno al otro? Teatro Zoco presenta La Madriguera, el drama ganador del Premio Pulitzer del dramaturgo estadounidense David Lindsay-Abaire. Una tragedia familiar llena de ingenio y humor, que traza el camino del dolor y la pérdida a sus antídotos: el amor y la esperanza. 

Estrenada en Broadway en 2006 en una versión protagonizada por Cynthia Nixon (Sex and The City) y llevada al cine en 2010 en una película con Nicole Kidman –quien además obtuvo una nominación al Oscar a Mejor actriz por dicho rol–, la obra debuta esta temporada en una versión producida por el Centro para las Artes Zoco y dirigida por Pablo Halpern. 

Actor egresado de la UC y exasesor político de los gobiernos de Eduardo Frei Ruiz–Tagle y Michelle Bachelet, Halpern se formó como director teatral en la compañía Arena Stage de Washington, EEUU, y desde entonces ha encabezado las puestas en escena de textos contemporáneos –como Skylight, del británico David Hare, en 2016–, hasta clásicos de la dramaturgia universal, como La casa de Rosmer (2017) de Henrik Ibsen, y Quién le teme a Virginia Woolf (2018), de Edward Albee. 

Este nuevo regreso a las tablas con La Madriguera lo encuentra además a cargo de la dirección artística del Teatro Zoco. 

“Cuando elijo textos para dirigir, lo hago por razones personales y porque me resuenan en un plano emocional más que intelectual. La Madriguera es una obra estremecedora,  su problemática trasciende los tiempos y la geografía. El texto es un exponente brillante del realismo psicológico, que es el teatro que me gusta y que me importa, y la dirección está apegada a los códigos del género. Decidí dirigirla porque es uno de los textos más bellos y mejor construidos dramatúrgicamente que yo haya leído en el último tiempo”.

La acción nos sitúa ocho meses después de la trágica muerte del hijo de la pareja, hecho que desencadenó un quiebre y un inevitable distanciamiento al interior del núcleo familiar. 

Una casa tipo americana de dos pisos en los acomodados suburbios cercanos a Nueva York –diseñada por Manuel Morgado (El Malentendido, Yo quiero ser un hombre blanco heterosexual)– es el lugar donde tanto Becka (Aragonese) como Howie han permanecido aislados y suspendidos del resto del mundo, apenas en compañía de cercanos, como la madre (Ortiz) y la hermana (Campos) de ella. 

La irrupción de un quinto personaje, Jason (Castro), pondrá todo de cabeza: el joven –un adolescente con la vida entera por delante– es el único involucrado en el fatídico accidente.  

La Madriguera es un drama que conmueve desde lo humano de su simpleza y desde los matices que impulsan a salir del dolor profundo, como lo es la pérdida de un hijo. El humor presente en el texto juega un rol esencial –dice el director–, y se convierte en un atajo y un impulso imprescindible para navegar en aguas densas. 

“La obra habla del duelo y de cómo una familia lo transita con humor y sin destruirse. Plantea los universos paralelos que pueden habitar los integrantes de una familia en una crisis extrema y cómo se generan las condiciones para un duelo compartido”, comenta Halpern. 

“Con todo, la obra no es un melodrama y el autor es muy explícito al indicar que los personajes no pueden andar llorando por los pasillos de la casa, ni lamentándose por sus vidas o deprimidos. Mantener el melodrama a raya es uno de los desafíos más complejos en la dirección de esta obra”, concluye.  

Funciones del 3 de junio al 1 de julio, de jueves a sábado a las 20 horas, en La Dehesa 1500, Lo Barnechea, con entradas por $14.000.