Dos cantatas que el próximo año cumplirán 300 años desde su estreno, que Johann Sebastian Bach escribió para el octavo y el décimo domingo después de Trinidad, y una tercera cantata un poco posterior y que es independiente del calendario litúrgico, se escucharán en la próxima entrega del Ciclo Bach Santiago.

Con la dirección del profesor del Instituto de Música UC Felipe Ramos Taky el concierto Bach Santiago 52 se efectuará a las 18 horas del domingo 31 de agosto en la Parroquia de los Santos Ángeles Custodios de Providencia (Obispo Pérez de Espinoza 250, inscripción gratuita). Será el debut del proyecto en ese recinto que se ubica en el Barrio Vaticano Chico de Providencia, entre las estaciones de Metro Baquedano y Salvador. Además, se transmitirá en directo en musica.uc.cl.

El proyecto iniciado en julio de 2018 por el recordado profesor Víctor Alarcón está cerca de cumplir una simbólica entrega: en octubre se alcanzarán las 150 cantatas interpretadas en esta monumental iniciativa que convertirá a Santiago en la primera ciudad de América Latina donde se ejecutarán todas las cantatas de Bach.

«Lo veo como sueño cumplido y, simultáneamente, como un ferviente llamado a concluir este desafío. ¡Llevamos una delantera soñada en Latinoamérica!», comenta Felipe Ramos Taky, quien es coordinador del ciclo.

Los solistas vocales del concierto Bach Santiago 52 serán la contralto Valeria Vega, el tenor Gonzalo Quinchahual y el barítono Patricio Sabaté y se sumarán otras cinco voces en los corales. Junto con ellos actuará un ensamble liderado por el concertino Miguel Ángel Muñoz, profesor de Música UC, e integrado por también académicos Guillermo Lavado, Karina Fischer, Carlos Arenas y Juan Cristóbal Undurraga, los estudiantes José Ramírez e Isidora Aliaga y la recién egresada Camila Uribe, además de los instrumentistas invitados Leonardo Cuevas, Pablo Salinas y Paulina Mühle-Wiehoff.

El profesor Felipe Ramos Taky destaca a quienes tendrán actuaciones solistas. Respecto de los cantantes, indica que «siempre es un placer trabajar con ellos, y siento un verdadero agradecimiento: hacen un trabajo enorme y con el más leal cariño a Bach y al ciclo. Patricio Sabaté y Gonzalo Quinchahual son colaboradores habituales; aunque están entre los más destacados cantantes que hay en nuestro medio, siempre se hacen un espacio para trabajar con Bach y con la UC. En el caso de Valeria Vega, estamos muy complacidos que haya podido estar, siendo una joven cantante que se abre pasos amplios en este medio; acaba de hacer Gianni Schicchi en Lima. ¡Un verdadero lujo! Y no se quedan atrás los solistas instrumentales: Miguel Ángel Muñoz, Guillermo Lavado y Leonardo Cuevas».

«Son tres cantatas hermosas, como siempre. El carácter del programa es muy enfático, incluso podríamos decir que es drástico, y esto se nota en los coros iniciales»

Felipe Ramos Taky

Se interpretarán las cantatas BWV 45 Es ist dir gesagt, Mensch, was gut ist (Se te ha dicho, hombre, lo que es bueno); BWV 102 Herr, deine Augen sehen nach dem Glauben (¡Señor, tus ojos buscan la fe!), y BWV 117 Sei Lob und Ehr dem höchsten Gut (Alabanza y gloria al supremo bien).

«Son tres cantatas hermosas, como siempre. El carácter del programa es muy enfático, incluso podríamos decir que es drástico, y esto se nota en los coros iniciales. El de la BWV 45 es un impresionante movimiento coral con pocos elementos musicales, bastante disonancia y una insistencia sobre el motivo ‘Es ist dir gesagt’ (Se te ha dicho), el cual llega a ser paroxístico. En el caso de la BWV 102, dentro de la exuberante instrumentación, esta vez sin flautas, la sección en staccatti de golpes y tormentos acusando a los ‘caraduras’. En la BWV 117, una cara un tanto más amable que glorifica al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, y en forma enfática, de todas maneras», describe Felipe Ramos Taky.

Entiendo que el próximo año se cumplirán tres siglos desde el estreno de dos de las cantatas, y que una corresponde al octavo domingo después de Trinidad (BWV 45) y la otra al décimo (BWV 102). La primera incorpora textos del Evangelio según San Mateo y la segunda, del Evangelio según San Lucas. Respecto de la cantata BWV 45, ¿qué le gustaría comentar en cuanto a lo musical o los textos?

«Algo muy sencillo. El tema del primer movimiento es una maravilla. Como se dice, un earworm, es decir una melodía tan pegajosa que se mete a los oídos como un gusanito en una fruta. Espero que todo el público salga tarareando este ‘tema’».

Algunos materiales de la Cantata BWV 102 Bach los reutiliza, por ejemplo, en el Kyrie de la Misa en Sol menor, y en ella se evidencia una forma de tratar la voz de Jesús que coincide con aquella que usa en las Pasiones.

Entiendo que la Cantata BWV 117 se basa en un himno luterano de Johann Jacob Schütz. Y que, de las tres que escucharemos, es la menos grabada. ¿Qué nos puede comentar sobre su letra o música?

«Es una cantata hermosa, llena de vitalidad y de entusiasmo. El coral en medio es hermoso y muy sentido. Durante años, la edición disponible repetía este coral al final. Los más recientes estudios proponen repetir el primer número como número final y eso es lo que nosotros haremos… Sin embargo, mi favorito es el coral del medio. El aria de la alto es una de las mejores exponentes de arias de Bach, con toda seguridad. Cuerdas, flauta solista y la voz de la alto, que Bach relacionaba con la voz del Espíritu Santo. En la interpretación de Valeria Vega, será un hit. El himno que usted menciona se escucha por todas partes, y estamos trabajando arduamente para que se le haga justicia en nuestra interpretación».

«Ser parte del ciclo Bach Santiago ha sido un desafío importante para mí como violonchelista; al estar en el bajo continuo y en los recitativos, cada cantata se convierte en un universo distinto, que requiere mucha responsabilidad y horas de estudio. Esa experiencia me ha nutrido enormemente»

Paulina Mühle-Wiehoff

Paulina Mühle-Wiehoff, violinchelista invitada e integrante de Syntagma Musicum Usach, quien nuevamente ha sido convocada para actuar en el Ciclo Bach Santiago, se refiere también al repertorio que se escuchará el 31 de agosto.

«Lo interesante de este programa es que cada una de las cantatas que vamos a interpretar el 31 de agosto tiene un carácter muy distinto. La Cantata BWV 117 tiene un aire de danza en general, con métricas ternarias en varios de sus movimientos. Destaca un aria para violín obbligato y otras para flauta traversa, además de un bajo continuo interesante y exigente. En contraste, la Cantata BWV 102, cuyo texto se traduce como ‘Señor, tus ojos buscan la fe’, tiene un carácter más dramático, con cambios de ánimo a lo largo de la obra. Desde lo instrumental, el oboe tiene un papel muy relevante, y también la flauta traversa en el aria número 5″, indica la chelista.

«Y en la Cantata BWV 45, lo que más resalta es la fuga del primer coro: una sección extensa donde coro e instrumentos dialogan de manera muy compleja. En general, tiene un carácter más extrovertido y demanda bastante en su ejecución. Son, en definitiva, tres cantatas muy interesantes y desafiantes, cada una con un mundo distinto por descubrir», agrega Paulina Mühle-Wiehoff.

Tras estudiar en la Universidad de Chile, esta violonchelista se especializó en Austria y se ha dedicado a la música antigua a través de un constante trabajo en varias agrupaciones. Por un lado, está Syntagma Musicum Usach, conjunto especialmente destacado en la escena nacional y regional, con más de 45 años de trayectoria. Por el otro, integra también La Hermenéutica Armónica y Granatensamble.

Ha participado ya en cerca de 20 conciertos del Ciclo Bach Santiago. Sólo en el año 2024, actuó en los conciertos Bach Santiago nºs 39, 40, 41, 42, 43, 45, 46 y 48, y durante el año en curso, en las tres entregas que se han realizado, nºs 49, 50 y 51.

¿Qué representa para usted ser parte de este proyecto? ¿Cómo complementa su actividad como integrante de Syntagma Musicum Usach?

«Ser parte del ciclo Bach Santiago ha sido un desafío importante para mí como violonchelista porque cada cantata exige un trabajo muy completo: hay que investigar los textos, resolver lo técnico, comprender la retórica y, sobre todo, hacerse cargo de la obra en su conjunto. En mi caso, al estar en el bajo continuo y en los recitativos, cada cantata se convierte en un universo distinto, que requiere mucha responsabilidad y horas de estudio. Esa experiencia me ha nutrido enormemente. También me conecta con algo muy humano: con la entrega de cada músico, con el trabajo compartido y con la emoción de hacer que esta música llegue a las personas de una manera viva. Lo puedo complementar de muy buena manera con mi trabajo en Syntagma Musicum de la Universidad de Santiago porque, si bien son periodos musicales similares, tienen distintos formatos de instrumentación. Sin duda, ambos proyectos son un aporte importante en la escena musical históricamente informada en Chile».

No tuvo la oportunidad de conocer personalmente al propulsor del proyecto, Víctor Alarcón. «Sin embargo, es una persona que admiro profundamente por su impacto en la escena cultural en Chile». Agradece a Felipe Ramos por hacerla parte de este proyecto, que califica como «bello y magnánimo» y confiesa que su percepción de Bach Santiago no ha cambiado, es la misma que tenía antes de participar: «una admiración enorme».

Paulina Mühle -Wiehoff lo explica: «Me parecía impresionante que existiera un plan tan ambicioso como montar todas las cantatas. Y lo que más me impactaba, y hoy me sigue impactando, es todo lo que hay detrás. Cada músico llega con horas de estudio, resolviendo dificultades técnicas y puliendo detalles, pero también buscando comprender de verdad lo que está escrito, el sentido que tiene cada cantata. Esa combinación de esfuerzo y de búsqueda profunda no siempre se ve desde afuera y, sin embargo, es lo que hace posible que estas obras cobren vida. Para mí era un sueño ver ese trabajo colectivo, y ahora, al estar dentro, lo vivo todavía con más respeto y gratitud a la invitación a ser parte de él».

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 Para esta violonchelista, su colaboración con el Ciclo Bach Santiago ha sido un espacio de intenso aprendizaje. «Ha sido muy enriquecedor poder trabajar con distintos directores, porque cada uno trae su propia mirada sobre la interpretación de Bach y sobre cómo entender las cantatas. Para mí ha sido un aprendizaje enorme ir absorbiendo esas diferencias. También estar cerca de los cantantes me ha abierto mucho la comprensión de la retórica, de cómo se dice la música. Y de los colegas instrumentistas uno siempre va recogiendo cosas, desde el fraseo hasta la manera de articular. Todo eso me ha ido nutriendo y siento que me ha hecho crecer mucho en estos años dentro del ciclo. Al final, lo que más agradezco es justamente ese vínculo con mis compañeros, porque se ha dado de una forma muy natural, muy generosa», reconoce.

Igualmente Paulina Mühle-Wiehoff aplaude la vocación educativa de este proyecto que implica que el alumnado y el mundo académico compartan escenario. «Lo que ocurre con la colaboración artística entre profesores y alumnos me parece muy valioso porque siento que es una retroalimentación constante entre colegas y estudiantes. Todos estamos ahí por la causa transversal que es la música y ahí todos aprendemos», señala.

«Bach Santiago ha sido reconocido como una actividad co-curricular por la Universidad Católica. Somos la primera y única actividad reconocida en la Facultad de Artes UC. Estamos muy contentos»

Felipe Ramos Taky

Esta colaboración entre profesores y estudiantes en la práctica real de la música y en situaciones de concierto, ha sido un elemento clave, además, para un nuevo logro, esta vez dentro de la comunidad universitaria, del proyecto, como adelanta Felipe Ramos Taky: «Gracias a un trabajo conjunto con el área académica del Instituto de Música UC, Bach Santiago ha sido reconocido como una actividad co-curricular por la Universidad Católica. Somos la primera y única actividad reconocida en la Facultad de Artes UC. Estamos muy contentos».

«Bach Santiago me ha dado la oportunidad de compartir con profesores del Instituto de Música UC y con destacados músicos de la Sinfónica, la Orquesta Usach y la Filarmónica. Sin duda, ha sido una experiencia que me ha permitido crecer y ampliar mi perspectiva como músico»

José Ramírez

En la quincuagésimo segunda entrega del ciclo, uno de los estudiantes del Instituto de Música UC que actuará es el fagotista José Ramírez. Este alumno de Monzerrat Miranda, solista de la Filarmónica de Santiago, está teniendo una participación cada vez más activa en la programación artística de Música UC.

El año pasado, por ejemplo, actuó en las cuatro funciones de El Retablo de maese Pedro de Manuel de Falla, que condujo Felipe Ramos Taky, tanto en la 60ª Temporada de Cámara UC como en la 2ª Temporada Música UC para Niñas y Niños, y en los conciertos Bach Santiago nºs 42, 45 y 48, con los directores Felipe Ramos Taky, Nicolas Rauss y Christian Lorca respectivamente. Durante el presente año, en tanto, actuó en el Concierto de Aniversario UC con Rodolfo Fischer y en Bach Santiago 51 con Christian Lorca.

Para él, es un trabajo sumamente valioso. «La experiencia de colaborar artísticamente con los profesores del Instituto de Música UC ha sido sumamente enriquecedora, tanto en lo musical como en lo personal. Poder compartir escenario con maestros como Jorge Pinzón y David Medina ha sido muy significativo para mí. Desde pequeño recuerdo ver al profesor Medina como solista en la Orquesta Simón Bolívar a través de YouTube, lo cual hacía que fuese un referente para mí; y el maestro Pinzón, además de ser un excelente docente, se ha mostrado siempre cercano y acogedor en el trabajo musical, lo que ha hecho de esta experiencia algo muy valioso. Estas oportunidades me han permitido crecer en un ambiente profesional y exigente, pero al mismo tiempo motivador», revela.

Lo mismo, indica el fagotista, sucede con los distintos directores: «Cada encuentro representa un espacio de aprendizaje constante y una fuente de inspiración que impulsa mi desarrollo como músico».

¿En cuántos programas del Ciclo Bach Santiago ha participado? ¿Qué representa para usted ser parte de este proyecto?

«Éste ya es mi quinto Bach Santiago. Antes de ser convocado al ciclo, había tenido la oportunidad de trabajar como asistente en algunos de los conciertos, y en esas ocasiones conocí por primera vez este proyecto. En ese momento lo veía como una iniciativa muy interesante, pero todavía lejana a mi experiencia directa como intérprete. Para mí, la invitación a participar en el conjunto significó un verdadero descubrimiento del estilo, que hasta entonces me resultaba poco familiar. Lo asumí como un desafío, tanto en lo musical como en lo profesional, ya que me ha dado la oportunidad de compartir con profesores del Instituto de Música UC y con destacados músicos de la Sinfónica, la Orquesta Usach y la Filarmónica. Sin duda, ha sido una experiencia que me ha permitido crecer y ampliar mi perspectiva como músico».

«Me siento profundamente agradecido con la Universidad Católica y con Bach Santiago por brindarme la oportunidad de ser parte de este proyecto histórico, que representa un hito no sólo para la música en el país, sino también para mi propio desarrollo como músico»

José Ramírez

José Ramírez valora especialmente esta interacción, ya profesional, con el coordinador del Ciclo Bach Santiago, quien justamente estará a cargo de la dirección el domingo 31 de agosto: «Trabajar bajo la dirección de Felipe Ramos ha sido muy enriquecedor, ya que he aprendido mucho de su manera de abordar el estilo barroco y de cómo logra vincular de forma tan orgánica el coro con la orquesta».

Asimismo, el fagotista destaca el factor humano, que hace un a gran diferencia, a su juicio. «Ha sido una experiencia maravillosa poder participar en este proyecto, no sólo en lo musical, sino también por el grupo humano que se forma en cada Bach Santiago. Es un conjunto realmente acogedor, donde uno se siente cómodo gracias a la energía y al compromiso que cada colega aporta. A esto se suma un coro de gran nivel, conformado por excelentes profesionales».

José Ramírez valor igualmente el rol que está cumpliendo la UC al sacar adelante el proyecto ideado por el profesor Víctor Alarcón. «Estoy convencido de que Bach Santiago es un pilar fundamental para la difusión de la música barroca en Chile, y resulta inspirador que Santiago se esté convirtiendo en la primera ciudad latinoamericana en interpretar la totalidad de las cantatas de Bach. Me siento profundamente agradecido con la Universidad Católica y con Bach Santiago por brindarme la oportunidad de ser parte de este proyecto histórico, que representa un hito no sólo para la música en el país, sino también para mi propio desarrollo como músico», asegura el estudiante.

«Participar en el ciclo y poder abordar este repertorio ha aportado mucho a mi crecimiento, ya que Bach te exige todo: técnica, expresividad, flexibilidad. Cada proyecto es como un entrenamiento integral que permite desarrollar la versatilidad como cantante»

Valeria Vega

La mezzosoprano Valeria Vega también expresa una muy positiva valoración del Ciclo Bach Santiago. «Me parece destacable la labor de la UC al difundir este repertorio y la seriedad con la que se trabaja junto a directores y colegas en cada programa. También considero valioso que exista un ciclo regular, ya que permite que se forme un público acostumbrado a este tipo de conciertos y contribuye a que estas actividades se integren de manera constante en sus vidas», señala.

Respecto de las obras programadas para el domingo 31 de agosto, indica que «cada una de estas cantatas tiene un carácter muy particular, por lo que será un concierto rico en contrastes. Particularmente la Cantata BWV 102 me parece muy especial por la profundidad emocional de sus textos y la complejidad de su música».

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Hasta ahora, cuenta esta cantante copiapina formada en la Universidad Nacional de las Artes de Buenos Aires, ha participado en cinco programas Ciclo Bach Santiago. «Para mí ha sido una muy buena experiencia porque me ha permitido conocer más de cerca este repertorio y trabajarlo de manera bastante continua, lo que es muy útil para el desarrollo de un cantante. Conocía el ciclo desde que estaba en Buenos Aires, por amigos y colegas que ya habían participado, así que poder ser parte de él al volver a Chile ha sido algo que he disfrutado mucho».

¿Cuán relevante considera para su carrera el ser parte del ciclo Bach Santiago en cuanto la ejercita en la versatilidad como cantante?

«Participar en el ciclo y poder abordar este repertorio ha aportado mucho a mi crecimiento, ya que Bach te exige todo: técnica, expresividad, flexibilidad. Cada proyecto es como un entrenamiento integral que permite desarrollar la versatilidad como cantante».

Integrante del Coro del Teatro Municipal de Santiago, Valeria Vega recientemente ha participado en La Cenicienta en el Siglo XXI, montaje del Teatro Biobío inspirado en la ópera de Rossini, y en la ópera chilena No tengan miedo si viene la niebla de María Valenzuela, producción de Lírica Disidente.

Asimismo, su relación con el Instituto de Música UC se ha estrechado velozmente en los últimos dos años. Actuó en el concierto Bach Santiago 40 en enero de 2024, con la dirección de Joshua Habermann y después en los Bach Santiago nº 45 con Nicolas Rauss, nº47 con Gerard Ramos y nº 49 con Esteve Nabona). Y en abril pasado, debutó en el Encuentro de Música Sacra UC cuando el profesor Danilo Rodríguez la convocó para el Stabat Mater de Arvo Pärt.

¿Qué representa para usted esta colaboración artística con profesores y otros estudiantes del Instituto de Música UC? ¿Y en el caso del trabajo con los directores invitados?

«Estas instancias de colaboración con profesores y estudiantes del Instituto de Música UC han sido de gran aprendizaje. Cada proyecto es una oportunidad de intercambio, no sólo musical, sino también humano, y eso es siempre muy valioso. En cuanto a los directores invitados, lo más interesante ha sido ver cómo un mismo repertorio puede interpretarse de maneras distintas. Cada director aporta su visión, su manera de entender la música y de transmitirla, lo que amplía nuestra propia comprensión y flexibilidad como cantantes».

Por Romina de la Sotta Donoso | 27-08-2025 | Originalmente publicado en musica.uc.cl.